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/Narra Hassan/

Llegamos al restaurante, entramos y pedí una mesa para ambos, nos sentamos y tome el menú en mis manos, no sabía que pedir, ya que no me gustaba el sushi

Alcé mi mirada sobre la carta y la ví, su vista se barría por el menú y miraba con detenimiento 

Seguía igual que antes, esos ojos verdes preciosos, esas mejillas rosadas y redonditas con pecas, ese cabello negro con mechas blancas, al parecer lo había pintafo, y esa sonrisa, demonios, esa maldita pero hermosa sonrisa que podría ponerme de cabeza

-¿Y que ha pasado contigo en estos años? ¿Que ha sido de ti -Dijo ella mirándome atenta

-Pues, a los dos meses que te fuiste, me metieron a la cárcel -Dije y ella abrió sus ojos a tope -No es algo de lo que me sienta orgulloso, alguien hizo una denuncia y me atraparon, también cerraron el lugar de las carreras y ya no hay -Dije mientras me alzaba de hombro

-¿Cuánto tiempo estuviste dentro? -Me preguntó un poco penosa

-Estuve 2 años y 9 meses, me dejaron salir 3 meses antes por buena conducta, cuando salí, busque un trabajo, un primo me contrato para atender su negocio de antigüedades, trabaje por un año muy duro, ahorre dinero, más lo que tenía en mis ahorros de toda la vida, junte y pude iniciar con mi proyecto del bar -Dije mientras la miraba, ella asintió con una sonrisa

-Eso ha sido execelente, te ha ido bien -Dijo ella

-¿Y a ti? Vamos, cuéntame -Dije y ella sonrió

-Bueno, cuando me fui, llegue a Madrid, estudie ahí la universidad, para ser exactos 3 años de periodismo y entre a trabajar para escribir en el periódico más importante de New York, donde actualmente vivo —Dijo ella y yo asentí sorprendido, ella había hecho toda una vida allá y eso me desilusionó un poco, ¿Ya no volvería aquí?

—¿Así que ya no volverás a Miami? —Dije un poco desanimado y ella al igual

—Ah, no lo creo, yo ya cree mi presente en New York —Dijo ella, la miré tristemente

Ella se iría, no venía para quedarse, sentí como mi ilusión se marchitaba como flor

Segundos después el mesero llego con nuestro sushi y lo colocó frente a nosotros

—Pero, ¿Y como se te ocurrió la idea del bar? —Dijo ella, mi mente sonrió al saber que yo ya había cumplido mi sueño, mi sueño por ella...

Cuando estuve en la cárcel, lo único que me mantenía con ganas de salir era ella, esperaba día y noche para salir e irme a Madrid a buscarla

Isabela me había hecho el favor de imprimir la más hermosa fotografía que puedo tener, fue el día de la playa, el día mas feliz de todos

—¡Amor! ¡Ven! —Me gritaba ella desde la orilla del agua, camine hasta ella y me miraba con una sonrisa —¡Bésame! —Me grito ella, me acerque con rapidez y la tomé de la cintura

—¡Esto es digno de una foto! —Grito Isabela antes de sacar su celular y apuntar hacia nosotros, mire los hermosos ojos de mi preciosa y sonreí

—Te amo mucho, Hassan —Dijo ella mientras nuestras narices chocaban

—Yo te amo más, Nicole —Dije antes de unir nuestros labios en un profundo y sensual beso, estaba enamorado y no había ninguna duda, quería que todo saliera de maravilla y tenerla todo el tiempo a mi lado.

Esa foto era mi más grande tesoro, con ella seguía cada día de mi vida, al igual que él tatuaje que tenía en la costilla, del cual estaba seguro que ella ya había olvidado

Ciertamente con el tiempo tenía más tatuajes en mi piel, había estado llendo al gimnasio y trabajando en mi bar

Durante este tiempo yo estuve saliendo con más personas, trate de tener una relación seria con otra chica, pero en lo absoluto funcionó Vania jamás hubiera sido igual a mi precioso diamante

Tanta era mi obsesión por ella que incluso llegue a comprarle ropa color rosa a Vania, aunque sabía que ella odiaba ese color, físicamente era un poquito parecida a Nicole, pero no había nada de comparación con ella

Tanta fue también me obsesión que por las noche, yo rociaba con el mismo perfume Chanel que ella utilizaba y querer sentirla a mi lado, pero no, jamás sería ella con la que despertaba

Parecía un loco, un completo desquiciado

Pero solo por ella

Platicamos durante un par de horas más, ella hablaba mucho de un tal Matro, tal vez era uno de sus amigos de trabajo o algo así, ya que parecía estar en todo con ella

—Oye, ¿Y ese chico, Mateo? ¿Es tu amigo, vive cerca de ti o algo parecido? —Dije curioso...

Maldita Foto | Peso Pluma x Nicki Nicole | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora