Maldita Foto | Peso Pluma x Nicki Nicole | TERMINADA

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-Es un gusto tenerla aquí, ¿tiene su curriculum?-Dijo el y yo le entregue mis documentos, pero pareció no leerlo, simplemente pasó la vista por encima- Todo un estuche de monerías ¿Y como esta tu padre?- Dijo el y yo solo suspiré levemente

-Bien, un poco cansado diría el, pero bien- Dije aunque claramente no lo he visto en semanas, desde que mamá me corrió

-Me alegro, le dices que luego paso a verlo- Dijo el, algo me dice que esta traumado con mi padre- Bueno, estas contratada, dile a mi secretaria que te registre- Me dijo el, yo asentí y salí, ¿Esa era mi entrevista de trabajo? Simplemente me contrató porque supo quien era mi padre, no por mis reconocimientos, ni siquiera leyó mi carta de recomendación

Me acerque a la chica y me registré, la chica de mala gana y con mucha grosería me dijo que entraría desde hoy a trabajar, que hoy me tendría que quedar en una oficina que no han terminado de remodelar

Me llevo a esta oficina, había una computadora vieja, unas agendas y unos folders polvos

-Esta es tu oficina, ahí están algunas noticias sobre el gobierno, redactalas- Dijo ella mientras me miraba de mala gana

-Okey, pero no han hecho investigaciones previa o...

-Esa es toda la información que hay, solo haz tu maldito trabajo- Dijo la chica antes de irse, yo solo me adentré y encendí la computadora

-No puede ir de mal en peor- Dije mientras trataba de limpiar mi silla, la cual estaba rota

(...)

-¿Nicole? ¡Oh por dios! ¿Quien te dio esta oficina?- Dijo Colombus asombrado

-Ah, tu secretaria me dio esta- Dije pero en su rostro pareció denotar enojo

-Que pena en verdad, toma tus cosas y sígueme, esta oficina no es para ti- Dijo y yo hice lo que me pidió, caminamos hasta donde esta la secretaria y se puso frente al escritorio, aunque ahí habían como otras 5 chicas que también trabajaban ahi o eso supuse- ¡Susan! ¿Como se te ocurre darle esa oficina a la señorita Cucco? ¡Esa oficina no es para una señorita como ella!- Dijo Colombus molesto, la chica solo se encogía ante el

—Una disculpa, pero usted no me dijo que oficina me diera —Dijo ella en voz baja, mire a mi alrededor e incluso varios oficinistas se acercaron a escuchar el chisme

—¡Dale una de las oficina de este piso! ¡No seas incompetente y piensa! En verdad siento que te hayan dado esa oficina, Nicole —Dijo él, ella asintió y simplemente se levantó u comenzó a guiarme hacia una oficina que había a unas dos de la del señor Columbus

(...)

La chica de mala gana me dió la oficina y si, está estaba muchísimo mejor que la otra, era perfecta

Se dió mi hora de comer y yo tomé mi bolso y me dirigí al comedor, pero en cuanto puse un pie ahí, muchas miradas se pusieron sobre mi, algunas empezaron a susurrar y el grupo de chicas que estaban ahí con la secretaria me miraban mal, pedí un desayuno y me dirigí a una mesa solitaria, me senté y trate de comer con todas esas miradas asesinas

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—Vaya vaya, la señorita consentida —Dijo una voz tras de mí, estaba sirviéndome un café, pero 6 chicas estaban rodeandome, entre ellas Susan, la secretaria de Columbus

—Ah, hola...

—¡Cállate! ¡Me molesta tu voz! —Dijo Susan, yo solo me quedé callada, ellas era 6 y yo solo una

—¿Dime? ¿Como subiste tan rápido de puesto? ¿Acaso le diste una mamada al señor Columbus? —Dijo una de estas chicas

—De seguro es tan puta que se ha de acostar con él —Dijo otra chica

—Zorra, que asco —Dijo Susan

—No, yo no me acuesto con nadie, pero tengo excelentes antecedentes y...

—¡No! ¡Es por qué es la hija de Papi! Tu padre es Sergio Cucco, hemos escrito de él varias veces y al parecer quieres tener la misma relevancia que tú padre —Dijo una chica, yo solo negué con mi cabeza

—¡Yo digo que ella sigue siendo una zorra chupa penes! —Dijo Susan antes de tomar mi taza de café y hecharmela encima, ¡Esta hirviendo! Trate de secarme, pero una de las tipas me tiró su botella de agua encima

—¡Para que no te quede marca y que Columbus no deje de follarte para que subas de puesto, zorra! —Dijo una chica, todas se empezaron a reír como locas, empuje a una, corrí a mi oficina y busque mi celular, llame a Hassan y le pedí que viniera por mi, jamás me habían humillado tanto, esas chicas me habían dicho zorra, puta e incapaz

Sin pedirlo comencé a llorar, no podía evitarlo, era tan horrible la manera en la que me trataron, me sentía tan humillada

Me había tratado como una cualquiera, no podía seguir así, unas chicas no iban a tratarme así...