Luz Moribunda

Capítulo 47: Mientras el cuervo vuela

Durante un momento de silencio, Harry trabajó en su último proyecto, si bien no había podido importar ningún mithril adicional al Caribe, eso no significaba que no pudiera ganar más mientras estuviera allí.

Actualmente tenía un cuervo mithril sentado en su brazo, si miraba demasiado de cerca se volvía cegadoramente obvio que el pájaro era falso. Las plumas eran completamente planas y eran lisas al tacto y si captaba la luz correctamente, parecería reflectante.

Pero eso no le importaba a Harry, lo único que le importaba era el hecho de que su última versión del cuervo funcionara. Todavía no podía encontrar a nadie solo por su nombre, pero podía rastrear firmas, Dumbledore le había enviado una carta deseándole lo mejor, pero la había firmado con su pluma de mithril.

Harry había podido extraer esa firma mágica y cargarla en la memoria del cuervo. En el fondo del cofre de los cuervos, ocho píldoras de mithril estaban listas para almacenar firmas, actualmente tenía una para Luna, Xeno y ahora Dumbledore.

Algo que afortunadamente había visto de antemano era que no podía hacer que el cuervo rastreara su firma cuando necesitaba regresar con él, esto se debió a que su mithril hizo su firma dispersa por toda Gran Bretaña. Evitó esto atando una atadura metafísica entre él y el pájaro que sería tan larga como fuera necesario.

Cuando su cuervo necesitaba regresar con él, simplemente seguiría la correa a casa. Como funcionó de manera diferente a una lechuza normal, el cuervo no podía ser detenido por una sala de captura de correo u otros encantos similares que estaban destinados a detener a los búhos.

Como se había programado para emitir un fuerte aviso, no mientras estaba en vuelo, Harry no vio el punto de hacer que se comportara como un pájaro real. Si durante su vuelo se topara con algo a su manera, se volvería metafísico hasta que pasara de manera segura. Como estaba destinado a volar alto en la atmósfera, era poco probable que se topara con algo a mitad de vuelo, pero aún tendría que descender para entregar su carga.

Harry luego adjuntó su carta a Dumbledore y envió al cuervo en su camino. Sin obstáculos por los complejos sistemas que conforman un pájaro real, su cuervo nunca se cansó, nunca durmió y nunca sufrió. Teóricamente, Harry también podría hacer y usar diferentes animales de acuerdo con sus necesidades.

Su carta solo resumía su tiempo en Mermaid Lagoon, había sido fascinante ver a las sirenas en su hábitat natural y cómo usaban su magia. Si bien no podían lanzar hechizos reales como un mago o un elfo, aún podían ejercer su voluntad en el mundo.

Después de haber tomado varias páginas de notas sobre su uso de la magia, Harry sintió que ahora entendía por qué eran tan difíciles de encontrar. Emitieron un aviso condicional muy fuerte, no, la condición era que tenías que saber que existían para verlos. Antes de ver a las sirenas, Harry nunca había considerado que los encantamientos condicionales pudieran usarse así.

Ahora quería tratar de romper el tercer encanto condicional en el libro de Dippet, ya que sospechaba que Dumbledore había hecho exactamente lo que hicieron las sirenas. También le dio varias ideas sobre cómo hacer que su aviso no fuera más fuerte.

También parecía que las sirenas tenían algo de magia de control mental, ya que parecían capaces de hablar entre sí telepáticamente, Harry también había notado que mientras cazaban enviaban rayos de magia que hacían que sus presas se dieran la vuelta y nadaran en sus bocas abiertas.

Los efectos de esta magia fueron inquietantemente similares a la maldición imperiosa, lo que llevó a Harry a preguntarse si la maldición había sido hecha para imitar el poder de la sirena. Teniendo en cuenta que las sirenas eran un pariente cercano de las sirenas y eran famosas por usar su poder en los humanos, no era como si su poder fuera desconocido.