Luz Moribunda

Capítulo 52: De conejos plateados y perros negros

Harry reflexionó sobre la predicción de Trelawney, que había mirado la copa él mismo y había visto exactamente las mismas imágenes. Por supuesto, podría haberse engañado a sí mismo para ver lo que esperaba, pero dudaba, las imágenes habían sido demasiado claras para que fuera una coincidencia.

Cuando levantó la vista en su libro de "Desenfogando el futuro", reconoció el crudo dibujo de la sombría, era exactamente lo mismo que el perro que había visto en su sueño. Harry no se sorprendió al descubrir que era visto como un presagio de la muerte, dadas sus experiencias pasadas, tenía sentido que un perro hubiera causado la muerte de muchos magos.

Después de sentarse en su asiento para la transfiguración, apenas le dio una mirada al gato en el escritorio. Si bien no temía a la muerte, no tenía deseo a morir. Como tal, su mente estaba corriendo a través de varios hechizos y maldiciones que podían detener a un animal como el sombrío.

Después de recordar que lo sombrío estaba destinado a ser un espíritu y no físico, así que comenzó a agregar hechizos que afectaban a los espíritus, dominar el escudo divino fue a la parte superior de su lista. Si algo iba a usar magia divina, Harry pondría altas probabilidades de que el ser de su sueño usara tanta magia contra él.

No se perdió las miradas furtivas que sus compañeros de clase seguían arrojando, miradas que ignoró en gran medida. Cambiaron de preocuparse por su muerte a pedir su muerte como si fueran sabores de helado y solo esperaban que bailara a su ritmo.

Pero aunque no se perdió las miradas, casi se perdió la conferencia del profesor McGonagall sobre animagi. Si bien disfrutaba del tema de la transfiguración, no le serviría bien contra enemigos mágicos, algunos como Dumbledore tenían suficiente experiencia y poder para usar la 'transfiguración de combate'.

La razón principal por la cual la transfiguración era generalmente una mala elección en combate era esencialmente la diferencia entre la transfiguración y la transmutación alquímica. Con la transfiguración hiciste que un objeto actuara como otra cosa, usando la magia como medio. La transmutación convirtió un objeto en otra cosa, utilizando tanto un medio como una magia como fuente de energía.

Pero ambos métodos usaron mucha magia por sí mismos, si ignoraba la resistencia mágica de la transfiguración de distancia, era la opción más 'costosa. Sin embargo, la transfiguración solo se mantendría mientras la magia se mantuviera, por lo que incluso contra alguien sin experiencia como Harry que podía manipular la magia a corta distancia, la transfiguración era solo un desperdicio de magia.

La transmutación no podía ser 'infundada', una vez que cambió, se atascó como estaba a menos que alguien más apareciera y decidiera transfigurar o transmutar el objeto. Esto significaba que en la batalla si Dumbledore transmutaba un muro para ganar tiempo, la única forma en que un atacante disiparía ese muro era usar su propia magia para destruirlo.

Pero no importa cuán avanzado sea el defensor, la magia que se necesitaría para derribar una transmutación siempre fue menor que la magia que había tomado para hacerlo. Por supuesto, dentro de un aula había muchos trucos para disminuir el requisito mágico de la transfiguración, como tomar más tiempo para centrarse en la intención del hechizo.

Harry había notado que McGonagall casi siempre transfiguraba un objeto tocando su varita contra su objetivo, sabía de Nicolas que la transfiguración podía ser variada, pero cuanto más lejos estaba el objetivo, más magia se necesitaba gastar para combatir la resistencia del aire. Al tocar el objetivo, la magia podría viajar directamente de la fuente al objetivo sin resistencia.

Si Harry tuviera que adivinar, diría que McGonagall apenas pasó la mitad de la enseñanza de magia en comparación con algo como Flitwick en encantos. Esta fue la razón por la que las raras veces que se usó la transfiguración en el combate siempre fue para defender, muchos estudiantes soñaban con transfigurar escombros en animales para atacar a un oponente.