Luz Moribunda

Capítulo 91: Tratando con la muerte

Al ver la expresión dolorosa de Luna, junto con la sangre que se extendía de ella como una flor, llenó a Harry de una ira que nunca antes había sentido. Sin dudarlo, soltó su magia, sin tener en cuenta nada más que las dos chicas en sus brazos.

En un nivel subconsciente, cada mago mantuvo su magia controlada, era físicamente imposible sobrevivir sin ese control. Un Obscurial fue un excelente ejemplo de lo que sucedió cuando la bruja o el mago no mantuvieron su magia controlada.

Pero los magos poderosos podrían dejar que su magia corriera sin control por un tiempo sin morir, con el único riesgo de ser el lanzamiento completo de toda su magia. Sin embargo, esto se desaconsejó mucho, debido completamente a la presión social.

Como pueblo, a los magos no les gusta que se les muestre lo débiles que son, mientras que la magia desatada era una clara expresión de poder. Con todos controlando su magia, los débiles podían fingir que eran iguales a los fuertes. Era una ideología con la que Harry no estaba completamente de acuerdo, pero Dumbledore insistió en que la siguiera.

Pero ahora no tenía ninguna razón para esconderse, ninguna razón para mentir sobre su poder. El lago a su alrededor pasó de casi congelarse, a ligeramente humeante. El vapor que se elevó del agua desapareció muy rápidamente en el aire que había comenzado a girar a su alrededor, en un tornado suelto.

Con gritos estrangulados, los Selkies intentaron escapar del agua caliente, nadando en las profundidades. Frunciendo el ceño con ira, Harry rompió su mano hacia las sirenas que escapaban, formando cuerdas de aire que se zambullían en el agua y las envolvían.

Al ver que no podían escapar, los sirenas se volvieron locos, cargando hacia quién sabían que era la mayor amenaza. Su primera descarga de lanzas fue golpeada por su magia antes de que Harry siquiera lo pensara, su magia haciendo todo lo posible para protegerlo lealmente.

A pesar de esa lealtad, Harry podía sentir el ritmo del poder bajo sus venas, aumentando lentamente hasta que se quemara hasta la muerte. Al encontrarse con la cabeza de sirena atacante, su espada cortó a muchos de ellos, aunque un afortunado Selkie consiguió su lanza a través del hombro de Harry.

El dolor y la ira de Harry por el ataque se transfirieron a su magia, que apretó las cuerdas de aire en represalia, matando a media docena al instante. El problema era que el resto podía usar su resistencia mágica para encogerse de hombros sin restricciones.

Para su sorpresa, en lugar de atacarlo, los Selkies liberados nadaron tan rápido como pudieron. Temiendo que iban a conseguir refuerzos, Harry estaba a punto de alcanzarlos cuando sintió el cambio mágico de Luna detrás de él.

Cuando un nuevo corazón que detenía el terror lo agarró, él giró y se acercó a ella. Debajo de su vista de mago, vio exactamente cuando el corazón de Luna se detuvo y su magia comenzó a abandonarla, llevando su alma con ella.

Desesperadamente, recuperó su propia magia bajo control y se acercó a Luna, aferrándose a ella todas sus fuerzas. Su magia trató de resistirse a él, pero él se aferró independientemente, manteniendo su magia atada como un globo demente.

Sabiendo que los Selkies pueden no haberse ido por mucho tiempo, él y la chica rubia hicieron todo lo posible para nadar hacia los jueces, mientras mantenían el cuerpo de Luna. Fue durante ese baño que Harry se dio cuenta de algo.

Al mantener el alma de Luna 'abajo', su propia alma estaba siendo arrastrada 'hacia arriba'. En el momento en que se dio cuenta de esto, su magia reaccionó y se envolvió alrededor de su propia alma, agotándolo aún más. Mientras nadaban, Harry pensó desesperadamente, sabiendo que los próximos momentos iban a ser cruciales.