Luz Moribunda

Capítulo 62: Gilderoy Lockhart

Albus se sorprendió de su papeleo por una explosión, que sacudió su casa. Moviéndose rápidamente, dejó su propio estudio e intentó entrar en el estudio de Harry, solo para encontrar la puerta atascada. Desapareciendo fácilmente la puerta, pasó por encima de la mesa hacia arriba y examinó la escena.

Un círculo de cenizas rodeaba a Harry, que yacía en el suelo cubierto de quemaduras y sangre. Se apresuró a su joven cargo y lo escaneó cuidadosamente, revelando que el niño no estaba en peligro inmediato.

Invocando un pedazo de escombros, Albus se concentró en el salón de aterrizaje en Saint Mungos y murmuró "Portus". Pasó la llave del puerto a Tonks, que había entrado momentos después de él.

"Este portakey te llevará a Saint Mungo's, asegúrate de que Harry reciba ayuda. Llegaré pronto." Con un asentimiento, Tonks tomó a Harry y desapareció.

Cuando Harry se fue, Albus se tomó el tiempo para estudiar la habitación. En el centro había un peto básico, que estaba claramente hecho de mitril. Sin embargo, en lugar de la plata pura, la placa del pecho estaba repleta de manchas marrones oscuras y una gran marca de quemaduras negras.

Parecía que Harry había estado jugando con el peto, solo para que le explotara en la cara. La explosión resultante había hecho un buen trabajo al destruir la habitación, siendo los únicos muebles intactos el escritorio, la silla y los estantes de mitril.

Al mirar la ceniza que recubre las paredes, fue fácil encontrar el perímetro del escudo de los estantes, ya que la pared de repente pasó de prístina a dañada. Incluso el techo no se había salvado, aunque el daño fue menos severo.

Un encanto de limpieza rápida eliminó la ceniza y luego un reposo restauró la habitación a pedido. Con eso hecho, Albus giró sobre su talón y se acercó a Saint Mungo's. Cuando encontró a Harry, el niño le había limpiado la cara. El único problema que podía ver era la nariz faltante, que aunque mala, debería haber sido mucho peor.

"Ah, Profesor Dumbledore." El Sanador, una mujer rubia de pelo gris, exclamó cuando lo notó.

"Healer Fairfax." Respondió, asintiendo con la cabeza cortésmente.

"Estás aquí como el guardián del Sr. Potter?" Mientras decía esto, la mujer miró a Tonks, sin gusto en su rostro.

Si bien no existía una ley que impidiera que los adultos jóvenes cuidaran a los niños, fue menospreciada, especialmente en público. Esto se debió principalmente a que los jefes de familia no confiarían en los medios de vida de sus herederos a las personas que percibían como incapaces.

"De hecho, lo soy."

"Sabes cómo se lesionó?" Ella preguntó, buscando residuos mágicos alrededor de la herida de Harry.

"No estaba allí para verlo realmente, sin embargo, sé que fue una explosión causada mágicamente, posible por una acumulación de magia."

La sanadora Fairfax asintió y aplicó un encanto impermeable a sus manos, luego retiró una almohadilla de algodón y una botella que contenía la esencia de Dittany. Luego vertió suficiente poción sobre la almohadilla para humedecerla, antes de frotar suavemente la almohadilla contra la nariz de Harry.

Al instante, la herida comenzó a cerrarse y el sangrado se detuvo, luego tomó una Poción de Reabastecimiento de Sangre y la derramó por la garganta de Harry. Al ver a Harry agitar, Fairfax se volvió hacia él "Ahora, Sr. Potter, ¿le importaría decirme cómo recibió esta lesión?"

"Um... Bueno yo estaba trabajando en un proyecto y fue contraproducente... literalmente."

"Asumo que no me vas a decir qué fue este proyecto?" En el movimiento de la cabeza de Harry continuó "Muy bien entonces, tendrá que tomar una poción de rebrote dos veces al día, una vez antes del desayuno y una vez antes de la cena. Para esta hora la próxima semana su nariz debería volver a la normalidad."