N° 14

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-Su alteza, princesa Elaine ha llegado una invitación especial para usted, de la princesa Ariana -La voz suave y aterciopelada de Iraide me levanto de mi pacifico sueño, era ya casi medio día, pero mis energías eran casi inexistentes desde hace un tiempo atrás y con un suspiro me negué a solo levantar la cabeza y permanecí en mi lugar sin moverme un centímetro.  

-¿De que se trata? -Mi atención no estaba precisamente en este lugar ni en la carta que aún mantenía la peliverde en sus manos, ella se encoge de hombros mientras abre el sobre y lo lee con rapidez.

-La princesa Ariana la ha invitado a una fiesta del té que ha organizado la emperatriz -Sus palabras suenan dudosas y a través de su lenguaje corporal puedo deducir que se encuentra confundida, me incorporó en la cama de inmediato y extiendo mi mano para recibir la dichosa invitación, en efecto, parece ser algo autentico pues tiene un sello que se asemeja al oficial de Kryomunk, pero eso no apacigua nada, al contrario mis dudas se hacen mas grandes, ¿por que ha solicitado mi presencia en ese lugar? 

-Prepara un vestido de inmediato, iré a esa reunión -Yo misma me sorprendo por la velocidad con la que tome mi decisión, pero las cosas son claras, las cartas están sobre la mesa y esta en mi misma la oportunidad de descifrar la razón tras las advertencias de mi madre, la rosa azul y la rosa roja, la reina había sido muy clara con sus intenciones de que no me acercará a ellas, pero la curiosidad me carcome por dentro, tengo que encontrar respuestas y estoy consciente de que nadie me las va a dar si no lo hago yo.

Adara se apresuro en llevar mi respuesta a oídos de Ariana mientras que Iraide se mantuvo a mi lado para arreglarme, me tome mucho mas tiempo del necesario al momento de la ducha y cuando tuve que elegir el vestido que usaría, algo me hace pensar que no he sido convocada por motivos precisamente amigables, tal vez sea por lo groseras que fueron mis damas de compañía con la dueña del joyero o quizás por el odio que la emperatriz debe sentir por mi madre, pues asumo que debe de ser un sentimiento mutuo.

La tarde paso con prisa dándome apenas el tiempo necesario para estar lista, mientras Iraide peinaba mi cabello con un listón de color azul la puerta fue tocada con delicadeza, del otro lado nada mas que la princesa Secramise, al verla me mordí la lengua para evitar decir algo comprometedor o hacer una expresión innecesaria a ojos de mi "superior", le sonrió con falsedad y ella hace lo propio a la vez que me extiende su mano y me invita a salir de la habitación para ir al lugar donde se llevará a cabo la fiesta de té, me despido de mis doncellas y sigo a la albina por los pasillos del palacio.

El camino es mas largo de lo que puede resultar cómodo, mientras caminamos la mayor se esfuerza en enfrascarnos en una conversación trivial que realmente me tiene sin cuidado, pero no tengo opción alguna pues la idea de escapar esta fuera de mis posibilidades por ahora, así que me limito a asentir a sus palabras en silencio y apenas prestando atención suficiente como para no parecer demasiado grosera, hasta que la charla cambio su dirección cuando Ariana menciona algo sobre la emperatriz, aquello me hace girar la cabeza de forma instintiva y volcar todo mi interés en este nuevo tema.

-Estuve ayudando a la emperatriz a terminar todo el papeleo durante esta mañana, generalmente es un trabajo muy duro, pero debido a lo capaz que es fue algo bastante fácil -Solo le doy la razón sin decir nada, pero el resto de la plática sigue el mismo hilo, por algún motivo la mayor se ve necesitada de hacerme saber  lo maravillosa que resulta su progenitora, no para de hablar sobre lo capaz que es ella y lo afortunado que es el emperador de tenerla como su emperatriz, algo que me resulta extraño y hasta estúpido.

La idea de que me cuente con tanta facilidad las capacidades de la rosa azul me mantiene alerta, y no solo eso, el hecho de que al igual que la última vez que nos vimos ha venido personalmente a buscarme a mi recamara para escoltarme al lugar designado, como si fuera una especie de guardaespaldas, o como si quisiera mantenerme vigilada todo el tiempo, como si fuera una criminal, es algo sumamente incomodo. 

𝓽𝓱𝓮 𝓫𝓾𝓽𝓽𝓮𝓻𝓯𝓵𝔂 𝓴𝓻𝔂𝓼𝓽𝓪𝓵  ⇝Las joyas de la princesa⇜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora