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Pa reía mientras los pequeños corrían por el patio. Se sentía bien tener granujas corriendo alrededor de nuevo. Veía a Gunwook y Yujin perseguir a Karina, haciendo su mejor esfuerzo por atraparla, el pequeño Hanbin tropezó algunas veces mientras trataba de mantenerse de pie. Apoyó a Dayeon sobre su hombro mientras palmeaba su espalda, siendo recompensado por un fuerte eructo proveniente del pequeño paquete.

—¿Estás seguro de que no quieres dármela? —Seungcheol le preguntó por centésima vez, acercándose.

Pa rodó los ojos. —Pareciera que no crié a ninguno de los míos. Juro que puedo hacerlo, tuve siete hijos.

—Si, exactamente. Ninguno de ellos fue niña —dijo Seungcheol mientras se acercaba y estiraba las manos como si Pa fuera a dejarla caer. Quería patear al hombre. Pa no podía culpar al lobo por ser sobreprotector. Dayeon era linda como un botón de rosa, pero el papá era irritante como el infierno.

—Déjalo en paz —Jihoon reprendió a Seungcheol mientras se unía a ellos—. Creo que él sabe lo que está haciendo.

Seungcheol miró a Jihoon, sus manos se acercaron un poco más. Pa se rio y finalmente renunció y entregó a la bebé. Jesús, nunca había visto a unos padres tan malditamente nerviosos antes.

Pa veía incrédulo cómo Taehyun salía de la casa en su forma de oso y se dirigía al bosque.

Si, esa iba a ser una noche inusual. 


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—¿A dónde vamos? —Dino preguntó mientras corría al lado de Kai—. Tú sólo caminas demasiado rápido.

—Pensé que los vampiros eran rápidos —Kai murmuró mientras trataba de alejar sus miedos.

Había estado entre los brazos de Taehyun, disfrutado ser sostenido, hasta que su obsesiva fobia al compromiso lo golpeara. Él quería patearse a si mismo por levantarse y dejar al oso.

La cosa jodida era que Kai anhelaba el amor y la conexión que sentía con Taehyun. Sólo estaba aterrado de arruinarlo, de que Taehyun dependiera de él. Estaba seguro de que haría una decisión equivocada que podría lastimar a Taehyun.

Infiernos, ni siquiera pudo comprometerse en arreglar su motocicleta. Por años estuvo en partes en el granero. Una vez, solo una vez, la había armado completamente, dado un paseo y entonces la desarmó de nuevo, había intentado armarla cientos de veces, limpiado las partes miles de veces, pero nunca logró armarla completamente después de esa primera vez.

—No me estereotipes. Sólo porque soy un vampiro no significa que sea rápido. ¿Me ves alto? No soy la típica criatura que ves en la pantalla grande.

Kai se rio. —No trataba de decir que lo fueras. Lo siento. —Ellos siguieron el camino que iba hacia la parte de atrás de la casa del padre de Kai. Quería su maldita camioneta. A Kai no le importaba que lo echaran de la propiedad de su padre. Eso era suyo, y tenía todo el derecho a llevársela. 

Kai saltó cuando vio una sombra salir del bosque. Rápidamente empujó a Dino detrás de él y se preparó para la pelea.

—Ah, realmente me amas. —Dino se reía graciosamente.

—Cállate —Kai gruñó mientras al menos media docena de figuras salían del bosque. Su corazón se aceleró y entonces soltó una fuerte exhalación cuando notó que era Baekhyun quien guiaba el camino.

—¿Qué infiernos? ¿No pueden usar un método convencional de viajar como un carro?

Baekhyun movió la mano mientras se giraba hacia el grupo detrás de él. —¿Por qué debería cuando tengo elf exprés?

El oso de HueningKai -Tyunning-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora