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Axel

Los ojos de Rose captan mi presencia y me ven con alivio, dejo que me abrace y  agradece que haya venido de inmediato. Siempre fue maravillosa conmigo, le guardo cariño y aprecio.

—¿Cómo está?—pregunto cuando me separo.

—No han dicho nada—se limpia una lágrima—Estoy muy desesperada.

—Veré que puedo hacer—comento tratando de tranquilizarla.

—¿Axel?—el padre de Julia se me acerca con un vaso de agua.

—¿Cómo estás, Sean?—dudo estrechando su mano. Sus ojos iguales a los de su hija están cansados como los de Rose.

—Desconcertados.

—¿Cómo fue que pasó esto?.

—Nos llamó desesperada diciendo tantas cosas que no comprendimos—comienza a hablar la madre de Julia recibiendo el agua que le ofrece sus esposo—Llegamos a la ciudad en la madrugada, intentamos calmarla y nos contó lo que había pasado con Alexa...la policía...

El llanto no la deja continuar.

—Se descontroló, tomó un cuchillo de la cocina y nos amenazó—habla su esposo—Luego se cortó las muñecas y comenzó a desangrarse.

Trago en seco.

—Nunca imaginamos que nuestra hija estaba tan fuera de sí—solloza—Tenía un fuerte aliento etílico y no sé...¿Tan mal padres fuimos?.

—Tranquila—le susurra el mayor y la abraza—Todo estará bien.

La situación me parte el alma. Todo ha llegado demasiado lejos con Julia.

Solo espero que esté bien.

Me disculpo con los padres de mi ex-esposa y encamino a investigar el estado de la misma. El Doctor Wallace siendo el jefe del área de Intensivistas me aclara que solo está sedada, detuvieron el sangrado y el filo del cuchillo no tocó nervios evitando mayor gravedad.

Rose suspira aliviada y Sean me da las gracias.

Espero paciente junto a los padres de Julia mientras le envío un mensaje de texto a Alessia sin comentarle la situación, no quiero preocuparla ni a ella ni a mis padres.

Dos horas después nos informan que Julia despertó y sus padres son los primeros en pasar a verla desesperados por hacerlo.

No me muevo de los sillones frente a la puerta del área de Intensiva. Tantas cosas tengo por aclarar pero siento que no es el mejor momento ni el lugar indicado.

—Axel...—la voz de la madre de Julia me saca de los pensamientos.—Al saber que estás aquí insiste mucho en verte.

Suspiro. Sigo sin creer que sea buena idea pero en su estado no voy a contradecir provocando algún tipo de reacción adversa.

—Bien—asiento y me dispongo a entrar al salón.

Sean le da un beso en la frente a su hija antes de salir junto a su esposa. Fijo la mirada en la rubia con ojos irritados, vendas en las muñecas y un suero fisiológico pasándole el medicamento en vena.

—¿Cómo estás?—pregunto con suavidad mientras me acerco a la cama. Me mantengo de pie junto a la misma.

—¿Cómo me ves?—duda con pesar.

—En unas horas te sentirás mejor, no te preocupes—comento sin saber que decir.

—¿Levantarás cargos contra mí?—su pregunta me sorprende—Puede que me lo merezca pero...

Amor a primera mentira [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora