Capítulo 11

879 100 2
                                    


Renjun esperó a que Jeno dijera algo una vez que estuvieran de vuelta en el carro, pero este permaneció desconcertantemente callado.

—Le dijiste a tu hermano que estábamos saliendo —dijo finalmente.

—Mmhm —respondió Jeno, con un tono desinteresado.

Cuando Jeno no colaboró en ello, Renjun le preguntó: —¿De verdad vas a presentarme a tu padre?

Jeno continuó con la mirada fija hacia adelante.

—Sí.

Renjun miró el lateral de la cara de Jeno, tratando de calibrar lo que pasaba por su cabeza.

—¿Qué le vas a decir?

—La verdad.

Los ojos de Renjun se abrieron de par en par.

—¿La verdad? ¿Vas a decirle a Seo Johnny que te engañé para que me llevaras a tu casa, donde dejé que me persiguieras y follaras en el suelo de tu mazmorra sexual? ¿Y que después de eso, te seguí al bosque donde te filmé desmembrando un cuerpo antes de que me aturdieras, secuestraras y esposaras a un radiador, y luego me chantajearas para que fuera el Dr. Watson de tu Sherlock? O sea... ¿Es eso lo que le vas a contar a tu padre?

Los labios de Jeno se crisparon.

—Quizás no con ese nivel de detalle, no. Pero le voy a contar la situación.

Renjun se echó hacia atrás en el asiento del copiloto.

—Me va a matar.

Jeno suspiró, girándose para mirarlo.

—¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Mi padre no mata a gente inocente. En cambio, me va a matar a mí.

—Y ¿Si decide que no soy inocente? —Renjun contraatacó.

—Entonces te mantendré a salvo —prometió Jeno, encontrándose con la mirada de Renjun de una manera que hizo que su corazón se acelerara pero que también lo puso nervioso porque no miraba al frente a la carretera.

Jeno era un completo y total caos mental. En veinticuatro horas, había puesto toda la vida de Renjun patas arriba.

"¿Qué vida?"

Renjun suspiró. Lo último que necesitaba era la voz sarcástica de Junhui traqueteando en su ya confuso cerebro.

—Ahora no —murmuró.

Jeno levantó una ceja, y dijo con tono divertido: —¿Perdón?

—Nada —dijo Renjun, con las mejillas sonrojadas.

—No, definitivamente dijiste algo. "Ahora no", ¿Qué?

Renjun lo fulminó con la mirada.

—Si sabes lo que dije, ¿Por qué dijiste "perdón"?

Jeno se rio.

—Sé lo que dijiste. Sólo que no sé por qué lo dijiste.

—No importa. No estaba hablando contigo —resopló Renjun.

Jeno estaba sonriendo ahora.

—Bueno, soy el único que está aquí. ¿Con quién estabas hablando?

Con mi hermano muerto.

—Conmigo mismo.

La mirada de Jeno se desvió de la carretera.

—¿Te dijiste a ti mismo "ahora no"? ¿Qué era lo que querías que no tienes tiempo de hacer?

✾𝖕  𝖊  𝖗  𝖙  𝖚  𝖗  𝖇  𝖆  𝖉  𝖔✾  ||ɴᴏʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora