Capítulo 17

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Renjun estaba borracho. No, Renjun estaba muy borracho. La habitación se inclinaba y la cabeza le estaba dando vueltas. La clase de borracho al estilo de "¿Por qué se está moviendo la cama?". Todo era culpa de Jeno, quién le dio el vodka. El vodka de apoyo emocional. Así se llamaba. Alguien incluso lo había escrito en la etiqueta con un Sharpie. "Vodka de apoyo emocional de Chenle. No tocar". Pero él lo había tocado. Mucho.

Lo siento, Chenle.

Pero planteaba preguntas. ¿Venía Chenle al apartamento de los gemelos con la suficiente frecuencia como para guardar una reserva de alcohol de emergencia? ¿Guardaba Chenle vodka en todos los lugares? ¿Chenle era un alcohólico o simplemente se alteraba con facilidad?

Renjun no era exactamente alguien que señalara con el dedo, sobre todo cuando era precisamente eso lo que estaba haciendo actualmente. Señalando con el dedo a Jeno quién lo observaba, claramente divertido y aburridamente sobrio.

—¿Por qué te gusta perseguirme antes de follarme? —preguntó Renjun, notando la forma en que su boca luchaba para formar palabras—. ¿Es, como, una cosa de asesinos seriales?

—¿Alguien te ha dicho alguna vez que eres bastante hablador cuando estás borracho? —preguntó Jeno.

—¿Alguien te ha dicho alguna vez que estás invadiendo... nop... evadiendo la pregunta? —él respondió.

Jeno le sonrió desde donde yacía en el sofá con Renjun a horcajadas sobre sus caderas.

—No estoy "invadiendo" la pregunta, su señoría. Simplemente no sé cómo explicarlo. Es lo más cerca que puedo estar de matar, sin tener que hacerlo. Hay un subidón de adrenalina. El mismo tipo de euforia que siento cuando tengo la vida de alguien entre mis manos. Cuando los hago sufrir.

—¿Es por eso que te gusta perseguirme? —preguntó Renjun, sin saber por qué necesitaba tanto la respuesta de Jeno—. ¿Quieres hacerme sufrir?

Jeno apartó un rizo errante de la frente de Renjun, luego empujó sus anteojos por encima del puente de su nariz, sonriendo cuando se deslizaron nuevamente hacia abajo debido a la cabeza inclinada de Renjun.

—No, me gusta perseguirte porque eres mío, y hay una necesidad animal dentro de mí de acechar y reclamar lo que me pertenece. Me gusta saber que no puedes superarme, que eres físicamente más débil que yo. Que me necesitas. Que estamos tan conectados que, no importa cuán lejos o rápido corras, siempre te encontraré y te recordaré a quién perteneces.

Todo el cuerpo de Renjun se ruborizó por el calor, su pene se endureció ante la promesa en las palabras de Jeno.

—Eso es muy dulce —dijo Renjun, tratando de dar golpecitos en la nariz de Jeno, pero empujándolo en la mejilla.

Jeno se rio por lo bajo, pero Renjun frunció el ceño, intentándolo y fallando de nuevo—. No te rías de mí. Eso si no es dulce. Sé dulce.

—Eres un borracho muy lindo —dijo Jeno, alcanzándole la cara—. Un borracho muy lindo que no tiene capacidad para medir lo que es dulce y lo que está al límite de un comportamiento abusivo.

Jeno era el lindo. No, no lindo. Esa fue una palabra muy débil. Jeno era... sensual. No había otra palabra para ello. Era un supermodelo, una trampa para los sedientos, una celebridad en la lista. Y él deseaba a Renjun. Quería que todos supieran que Renjun le pertenecía. Es que no tenía sentido. La propia familia de Renjun no lo había querido. ¿Cómo es que Seo Jeno sí lo hacía?

Tal vez sería una especie de matrimonio por conveniencia. Tal vez Jeno estaba tomando partido por el equipo ya que Renjun conocía su secreto, y su papi quería que se mantuviera cerca de ellos. El hecho de que casarlo dentro de la familia fuera más agradable para Johnny que matarlo, era un consuelo frío. Hizo todo lo posible para esconder todas sus inseguridades en el fondo, donde no podía pensar demasiado en ellas, pero el vodka las estaba dejando al descubierto.

✾𝖕  𝖊  𝖗  𝖙  𝖚  𝖗  𝖇  𝖆  𝖉  𝖔✾  ||ɴᴏʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora