— Imposible — dije sin ser capaz de asimilar la noticia —
— Amelia, se filtró que solo fueron Grealish, Walker y Rashford, no Jude — dijo mi amiga tratando de animarme — Además, yo sé lo mucho que Jude te ama y que nunca te haría algo así
La única razón por la cual me sentía así era porque se habían filtrado varias imágenes de chicas entrando al hotel de la selección inglesa en el cual mi novio Jude se encontraba, yo mientras tanto en Madrid no podía creer que esto fuese real por parte de ellos, aunque supongo que todos irían con unas copitas de más pero esperaba que Jude no.
— Ya sé que me ama pero...
No me dio tiempo a seguir hablando cuando todo mi teléfono comenzó a sonar con notificaciones de Instagram.
— ¿Qué suena? — preguntó Andrea —
Sin nada más que decir al abrir mi móvil me encontré con aproximadamente 80 mensajes que todos incluían la misma foto, una foto de mi novio, Jude, besándose con otra chica.
— No puede ser — sentía como mis lágrimas caían sin por mi rostro —
— ¡¿Qué pasa?! — Andrea me quitó el móvil y se quedó atónita — ¡Pero será sin vergüenza! ¿¡A este tío qué se le pasa por la cabeza?! — preguntó enfadada —
A mi no me salían ni las palabras, ¿cómo se atrevía a hacerme esto después de casi 4 años de relación?
— Es increíble — dije llorando —
— No Amelia, no es increíble, es un tío que no te merece.
En ese momento Andrea vio como me encontraba y se lanzó a abrazarme.
— No te pongas así por favor, es alguien que simplemente es estúpido y no sabe valorar lo que tiene
— Lo odio — dije sin consolación — Es que, ¡¿por qué?! Después de todo lo que hemos pasado, en Alemania, aquí en Madrid... Prometió que siempre estaría para mí y míralo, ¡se va a Inglaterra por parón de selecciones y sorpresa!
Mientras tanto en mi teléfono no paraban de sonar notificaciones.
— ¿Y ahora que vas a hacer?
— No lo sé, llegará dentro de 2 horas a casa
— ¿Crees que sabe que se ha filtrado lo que ha ocurrido?
— No creo, estarán todos en el avión como una rosa, mientras que van en avión no suelen revisar sus teléfonos así que...
Después de una hora de todas las caricias y ánimos que me dio Andrea se marchó ya que Jude no tardaría mucho en venir, seguía sin creérmelo.
Decidí ir a hacer mi maleta, no pensaba quedarme aquí con él, tampoco sabía si cuando entrase por la puerta iba a ser capaz de plantarle cara, era solo ver algo de él y me entraban ganas de llorar de la rabia y tristeza.
— Acabé — dije para mi misma —
Llevé mi maleta al salón y justamente escuché a Jude entrar.
— Mi amor, ¡ya llegué! Estoy súper cansado, alguien va a necesitar mimitos de la mejor, oye, ¿por qué no me has contestado al mensaje que te he puesto? Te avisé que ya estaba aquí en Madrid — lo último lo dijo entrando al salón y cuando me vio con la maleta su tono de voz cambió a uno de confusión — ¿Qué haces con la maleta?
No era capaz ni de mirarle a la cara, sabía que mis lágrimas no se iban a contener.
— Mi amor, ¿todo bien? Me estás asustando