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Siempre habías soñado con sorprender a Jude de una manera especial. Este año, su cumpleaños coincidía con la Eurocopa 2024, y Jude estaba jugando para el equipo de Inglaterra en Alemania. A pesar de estar a punto de examinarte para un título en la escuela de idiomas, decidiste que nada te detendría para darle a Jude la sorpresa de su vida.

La mañana del 28 de junio, te levantaste antes del amanecer y tomaste un vuelo a Alemania. Cuando llegastes, Trent, un buen amigo y compañero de selección de Jude, te esperaba en el aeropuerto. Trent había sido tu mayor aliado en organizar esta sorpresa.

— ¡Amelia! — exclamó Trent al verte — ¡Qué emoción verte aquí! ¿Cómo estuvo el vuelo?

— ¡Hola, Trent! — dijiste abrazándolo con fuerza — El vuelo estuvo bien, pero estoy agotada

Subisteis a un taxi que os llevó al hotel donde habías reservado una de las mejores habitaciones. Tenía unas vistas impresionantes de la ciudad y un amplio balcón perfecto para una cena íntima. Durante el trayecto, conversasteis sobre cosas triviales, pero la emoción que tenías por ver la reacción de tu novio era palpable.

— Es increíble lo que estás haciendo por Jude — dijo Trent mientras descargaban el equipaje en el hotel — Estoy seguro de que se va a quedar sin palabras

— Espero que sí — respondiste sonriendo nerviosamente —

Trent te ayudó a instalarte en la habitación y luego se despidió de ti para regresar al hotel del equipo, asegurándose que todo estaba bajo control. Esa tarde, te conectaste por videollamada con Jude, donde le felicitaste otra vez, aparte de haber subido historias a ig y haberle escrito ya por Whatsapp. Él te contó con entusiasmo sobre la fiesta sorpresa que sus compañeros le habían organizado.

— ¡Fue genial, amor! Pero... — Jude hizo una pausa, visiblemente emocionado — Solo faltabas tú. Te extraño tanto

Sonreiste, conteniendo tus propias emociones.

— Yo también te extraño, Jude. Pronto estaremos juntos

Después de una hora de conversación, los compañeros de Jude lo interrumpieron para llevarlo a otro lugar. Le dijeron que se pusiera guapo y lo convencieron de que era para una salida nocturna.

Mientras tanto, tú, te preparaste en la habitación del hotel. Te ondulaste el cabello y te pusiste un hermoso vestido azul que habías comprado especialmente para la ocasión. Cuando Jude te mandó una foto de su atuendo, te sentiste aún más nerviosa y emocionada. Estaba listo con una camiseta negra y pantalones a juego, luciendo increíblemente guapo.

Al rato, escuchaste voces en el pasillo y supiste que Jude y sus compañeros estaban llegando. Trent había conseguido una copia de la llave de la habitación, así que entraron sin problemas. Te escondiste en el baño, esperando el momento perfecto.

Jude, visiblemente confundido, miró alrededor de la habitación y vio la mesa elegantemente preparada para dos personas.

— ¿Quién ha preparado esto? ¿Y por qué es para dos? — preguntó Jude —

—Ya lo verás — respondió Saka, uno de sus compañeros de selección, con una sonrisa pícara antes de que todos salieran, dejándolo solo —

Jude te escribió, contándote sobre el extraño lugar en el que lo habían dejado. Sentiste un nudo en la garganta al leer sus mensajes llenos de confusión y pena.

Silenciosamente, abriste la puerta del baño y te acercaste a Jude, que estaba de espaldas, admirando la vista del balcón. Él estaba tomando una foto para enviártela.

— ¿Estás solo? —preguntaste con una risa contenida —

Jude se dio la vuelta bruscamente, sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa enorme se dibujó en su rostro al verte.

— ¡Amelia! ¿Qué haces aquí? — preguntó tu novio acercándose a ti rápidamente y envolviéndote en un abrazo apretado —

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras te besaba.

— Solo quería darte tu sorpresa de cumpleaños — dijiste riendo suavemente mientras secabas las lágrimas de Jude con tus dedos —

Os sentasteis en la mesa y comenzasteis a cenar. Jude no podía dejar de mirarte, como si temiera que fuera un sueño del que despertaría en cualquier momento.

— No puedo creer que estés aquí — dijo Jude, su voz quebrada por la emoción — Eres increíble, Amelia. No sabes lo feliz que me haces

— Todo esto es para ti, Jude — respondiste tomando su mano — Te mereces esto y mucho más, te amo

Jude se quedó en silencio por un momento, asimilando todo. Luego, con una sonrisa temblorosa, te dijo:

— Eres lo mejor que me ha pasado. No podría pedir nada más. Gracias, Amelia, por ser tan maravillosa

Sacaste un pequeño paquete envuelto de tu bolso y se lo entregaste a Jude. Él lo abrió con cuidado y encontró dentro una pulsera de plata grabada con las coordenadas del lugar donde se conocieron por primera vez.

— Esto es... increíble — dijo Jude, mirando la pulsera con lágrimas en los ojos — No sabes cuánto significa para mí

Se inclinó hacia ti y te besó con ternura, sus labios transmitiendo todo el amor y gratitud que sentía. Respondistes al beso con igual intensidad, sintiendo que tu corazón estallaba de felicidad.

— Te amo, Jude — susurraste cuando os separasteis — No puedo esperar a pasar muchos más cumpleaños contigo.

— Y yo te amo a ti — respondió Jude, acariciando tu mejilla — Eres todo para mí. Gracias por hacer de este el mejor cumpleaños de mi vida

Pasasteis el resto de la noche juntos, hablando, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Jude no dejaba de acariciarte, como si quisiera asegurarse de que estaba realmente allí. Tú, por su parte, no podías dejar de sonreír, feliz de haber hecho al británico tan feliz.

Aquella noche, Jude se sintió como la persona más afortunada del mundo. Y todo gracias a ti, la mujer que había hecho lo imposible para estar con él en su día especial.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 || Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora