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27/05/23

No tenía palabras para expresar el dolor que sentía al ver aquella imagen. Todos los jugadores del Borussia Dortmund tirados en el suelo, algunos llorando o otros simplemente tristes, y la única razón es que se les había escapado la Bundesliga, aquella liga que llevan años queriendo ganar, otra vez la habían perdido, pero lo peor para mi no fue eso, si no saber que era el último partido de mi novio en el Dortmund, el Real Madrid lo había fichado y dentro de unas semanas nos iríamos a vivir a Madrid, ambos nos alegramos por aquella noticia y me duele que su último partido haya acabado así.

— Mi amor — dije triste al ver a Jude tirado en el suelo llorando sin consolación, tapándose con su camiseta para intentar que la gente no vea su rostro —

— ¿Enserio no podemos bajar? — preguntó Lucía —

Ella es mi mejor amiga que viene de mi país natal, España, Jude y yo nos conocimos gracias a que a Lucía y a mí, junto con dos amigos más, nos mandaron de intercambio a Alemania y por casualidades de la vida lo conocí a él.
Ahora Lucía se encontraba en Alemania por un Erasmus de la universidad.

— Ni idea, voy a preguntarle a Scarlett, pero lo único que deseo ahora mismo es darle un abrazarlo

— Te entiendo

— Sacarlett — la llamé —

— Dime — respondió en Alemán —

Ella era la pareja de Reus y la verdad es que nos llevamos muy bien ambas gracias al fútbol.

— ¿Tú sabes si podemos bajar?

— Me parece que podemos cuando los jugadores del equipo contrario abandonen el estadio

— Vale, gracias

Y sin nada más que decir me fui a esperar a que los jugadores del Mainz 05 abandonasen el campo.

Después de al menos 15 minutos y haber estado viendo a Jude en un aspecto que odiaba, los jugadores del equipo contrario abandonaron el terreno de juego y podíamos bajar.

— Por aquí — nos indicó un guardia —

Al bajar al campo vi a todos sus compañeros excepto a Jude.

— No lo veo — le dije preocupada a Lucía —

— Ni yo

— Voy a buscarlo

— !¿Que?! ¡No, no me dejes sola Amelia!

Pero antes de que pudiera seguir hablando yo ya salí corriendo para buscarlo.

Después de varios segundos lo encontré en el suelo con su camiseta cubriendo su rostro, en la misma posición que estaba hace 15 minutos.
Al acercarme a él pude notar su llanto en silencio.

— Mi amor... — dije agachándome para ponerme a su altura —

En ese momento se quitó la camiseta de la cara y pude ver sus ojos rojos y sin nada más que decir me lancé a abrazarle, nada más hacerlo ahora si que rompió en llanto.

— No lo he conseguido — dijo sin consolación pero aún abrazándome —

— Jude

— No Amelia no, te lo prometí y yo... — del llanto no podía respirar —

— Cielo, necesito que te relajes

— Te he defraudado

Oír a Jude decir esas palabras la verdad es que se sintió como si me hubiesen tirado un balde de agua fría sobre todo mi cuerpo.

— Estás de broma, ¿verdad?

No obtuve repuesta por su parte, lo único que hacía era seguir llorando en mi hombro.

— Jude, mírame

Vi como levantaba su vista para poder mirarme a los ojos.

— Mi amor, tú nunca me has defraudado, al contrario, quiero que sepas y te aseguro que soy la persona que más orgullosa está de ti por todo lo que has conseguido a tu corta edad, te lo digo hoy y te lo diré siempre que eres el mejor ejemplo a seguir para muchos niños, eres el mejor y te amo con todo mi ser y pase lo que pase yo siempre estaré a tu lado para apoyarte y animarte todas las veces que sea necesario porque te quiero

Al decir todas estas palabras por mi boca vi como su llanto se calmaba y como salía una pequeña sonrisa de su rostro.

— No se que haría sin ti, bendita la hora en la que viniste de intercambio a Alemania

— El destino — dije riendo —

— Te amo, amor

Seguido de eso me besó, cuando nos separamos lo vi mucho más tranquilo cosa que me alegró muchísimo.

— Te amo mucho y jamás me cansaré de decírtelo — dijo mirándome aún con sus ojos llorosos —

— Basta, que ahora lloro yo pero de emoción

Jude iba a hablar pero literalmente le interrumpí porque me acordé que me había olvidado de Lucía.

— Oh dios mío

— ¿Qué pasa? — preguntó sin entender nada —

— ¡Que me he olvidado de Lucía!

Jude solo estalló de la risa.

— Ay no, la voy a llamar — dije preocupada —

Enseguida saqué mi teléfono y le marqué

— ¿Sí? — me contestó —

— ¡Lucía, dios! Los siento mucho, ¿donde estás?

— No te preocupes de verdad, estoy bien — dijo riendo — Estoy afuera del estadio con Scarlett y Reus, los dos ya salieron, oye yo me cojo un taxi y me voy para el apartamento

— ¿Qué? Pero...

— Quédate con Jude, te necesita — me dijo sin dejarme terminar la frase —

— Eso haré — dije sonriendo — Ya te voy contando

— Vale, descansad

— Muchísimas gracias, te quiero

Colgué el teléfono y vi a Jude sonriéndome mirando todo el estadio.

— No sabes cuanto extrañaré esto, son muchos años aquí

— Te entiendo, pero hazme caso que yo también lo extrañaré

En ese momento pasó su brazo por encima de mi hombro.

— Bueno, ya que cierro esta etapa en el Dortmund me gustaría despedirme de mi afición y en compañía de la mejor persona, ¿aceptas? — dijo mirándome con ese brillito en sus ojos —

— Acepto — dije sonriendo —

Y sin nada más que decir fuimos los dos juntos caminando por todo el estadio para que Jude se despidiera de la afición que siempre lo apoyó durante todos estos años en Alemania, pero ambos sabíamos que ahora empezaba una nueva etapa con el Real Madrid en España, que tanto él como yo sabíamos que lo iba a disfrutar como nadie.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 || Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora