Capítulo 4

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R. G

El fino traje gris-celeste que Arrnie mandó a confeccionar hace que mis ojos tomen un ligero tono verde que sumado a la barba me dan una apariencia diferente, algo más maduro y serio, todo de acuerdo a mi edad.

Es mi regreso oficial a la élite de Manhattan y según mi mejor amigo, tiene que serlo a lo grande, casi tan lujoso que la celebración que hicieron en Mónaco.

El cronograma de hoy comienza con la alfombra roja que da acceso al recinto con prensa seleccionada, (reporteros manipulables), daré una entrevista, se hará el lanzamiento oficial del prototipo y una vez que hayan desalojado las cámaras, comenzará la celebración por mi regreso.
Arrnie no escatimó en gastos e invitados, por lo que la persona menos influyente en la lista es el presidente del condado.

-¡Tío nener!- Chilla una pequeña voz delgada...

-¡Nener! - A ella se suman dos voces más.

Pronto, los pequeños cuerpecitos de tres niños saltan encima de mí. Mis sobrinos...

-Te extrañe. - Ruby deposita un beso en mi mejilla.

-Lleva semanas pidiendo que la lleváramos a Mónaco. - Aparece Beck por el umbral de la puerta. - Aunque yo también te extrañé, cuñado.

Ruedo los ojos.

-Mami no vendrá. - la mirada de mi sobrina está sobre mí al igual que su cuerpo.

Ella es la hija que desearía tener.

-Está embarazada. - Ese es Robin.

-¿Embarazada? - Expreso confundido..

-Se suponía que era sorpresa. - Bufa Beckham. -Pero es real. Rowan está en el último mes y no nos habíamos percatado puesto a que su abdomen no creció, de hecho solo se le nota una pequeña curvatura mínima.

-Ese hijo de puta lo volvió a hacer. - bromea arrnie alardeando sobre como Beckham volvió a embarazar a mi hermana y me harán tío por cuarta vez.

-No le digan que saben, ella quiere hacer una entrada triunfal con Renata.

-Deberías volver a hacerte la puta vasectomía. - me quejo.

-Tu, deberías tener un hijo y no te lo estoy echando en cara. - Lo fulmino y Arrnie carraspea.

-Cambiando de tema...- Interrumpe él y lo agradezco.- Es hora de irnos a que el mundo sepa que el dueño de medio universo ha regresado.

-Dios no ha vuelto.- Se entromete Beckham y si no fuese porque Ruby está sobre mi regazo, ya lo habría golpeado por imbécil.

-¿Qué haces aquí si no te invité?

-Yo me invite solo, cuñadito precioso. - Me lanza un beso.

-Tio nener, quiero una heladería y mi papa no quiere comprármela.- Fulmino a Beck, ni siquiera eso sabe hacer bien.

-Arrnie, cómprale una heladería a Ruby.

-No malcríes a mi hija. - Beck me apunta con su estúpido dedo plano.

-No seas tacaño y cómprale una nevería a la niña.

-Sí, cómprale una nevería a la sobrina de rainer. - se entromete Arrnie.

-No le compraré una heladería y tú tampoco. -Me señala y ruedo los ojos.

Ese estúpido cree que voy a acatar su palabra.

-como sea. - Farfullo evitando alargar la conversación. - Vamos y tú. - Acaricio la pequeña nariz de mi pequeña. - Desfilarás conmigo.

-¡Claro que sí! ¡Sí! - Chilla mientras me abraza por el cuello.

sin restricciones (#2 bilogia Greenwood) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora