R. G
—¿Eres a caso un imbécil? — es la puñetera pregunta con la que Rebecca me recibe en el penthouse. —¡Llevo horas marcándote al móvil! Arrnie estuvo aquí.
Una de mis cejas se eleva.
—¿Arrnie?, se supone que está en California, hay una junta programada para esta semana. — la hago a un lado y sigo mi camino al sofá. Estoy estúpidamente cansado y esa es una mala señal, puesto a que mi mal humor sale a relucir en dicha ocasión.
—Pues mintió. — Se cruza se brazos, está molesta, su rostro tiene un tono rojizo y su labio tiembla debido a la fuerza ejercida al frotarlo. — Aslan no lo dejó pasar. Fue él quien me dijo que podía esconderme en la pequeña terraza que tienes en la azotea.
—Espero que le hayas agradecido, Aslan no es de hacer cosas por personas a las que no le interesan. — Rueda los ojos.
—Soy una malcriada, mas no una mal educada. — ella toma asiento frente a mí.
La detallo, está utilizando una pijama de conejillos y unas botas para alfombra. Hay cosas que jamás cambian, pues siempre le ha gustado dormir con conjuntos completos y mantener sus pies calientes.
—Ya hablaré con Arrnie más tarde, supongo que tenemos cosas que arreglar. —Suspiro y tiro mi cabeza hacia atrás. —¿No extrañas como era la vida antes?
La escucho bufar, y aunque no puedo verla por tener la mirada en el techo, sé que debe estar igual de nostálgica. Ya no somos lo que éramos antes.
—Habría hecho todo diferente. — Suspira y lleva un cojín debajo de su mentón.
—¿Comenzando con cambiar lo bully que fuiste en la adolescencia? —bromeo y Siento el cojín darme en el abdomen, por ello suelto una carcajada.
—Ambos lo fuimos.— Dejo de reír. — Éramos la maldita realeza del instituto.
—Solías compararte a ti misma con ese personaje de la serie que amaba Rowan..
—Gossip Girl. — suspira. — Lo recuerdo, yo era Blair; tú, Chuck y Arrnie, Dan.
Río..
—Lo detestabas. — la observo, está sonriendo.
—Era la Regina George del instituto, y Arrnie era Arrnie, en un momento en el que las lecciones que nos daban nuestros padres consistían en despreciar a la clase baja y tratarla como esclava. —Río mostrándole mis dientes.
Las cosas hoy en día han cambiado o al menos lo han hecho para mí, puesto a que por más privilegios que Kylliam pueda obtener gracias a mi fortuna, jamás dejaría que él se convirtiera en un imbécil quien trata menos a los demás solo por su estatus, una cosa es darse a respetar y poner límites y otra muy diferente es ser un estúpido como yo lo he sido.
—¿Rain?
—¿Mmhju? —Murmuro hacia ella.
—¿Liv estará bien? —Suspiro.
—Lo estará una vez que siga su tratamiento. —Asiente.
—¿Puedo hacerte una pregunta? — La veo juguetear con sus manos, esa es una señal de que no será algo fácil de digerir.
—¿por qué te rendiste con respecto a tu relación? —ella se levanta y toma asiento a mi lado. — Yo mejor que nadie sé que necesitabas sanar; sin embargo, ¿crees que valió la pena todo? Perdiste a una mujer fabulosa así como la oportunidad de criar a tu hijo.
Quisiera darle una buena respuesta, no obstante no la tengo; sé que me rendí cuando no tenía que hacerlo y lo sigo haciendo a pesar de que en el fondo no deseo hacerlo, mas no puedo hacer nada, ella va a casarse, han formado una familia ahora y sería estúpidamente egoísta arrebatarle su estabilidad por un capricho mío. Tal vez estoy arrepentido, o tal vez quisiera ser yo quien este ahora en el hospital en lugar del imbécil de Nick, pero no puedo hacer nada.
— A veces solo tomamos decisiones equivocadas y no nos queda más que vivir con las consecuencias. — Niega.
—El Rainer que conozco jamás se habría dado por vencido, habría recuperado a la mujer que ama.
—Ese Rainer causó mucho daño, no es una versión que me enorgullezca recordar.
—Tu lealtad siempre fue a tu familia, eso fue lo que te enseñaron, así que no tienes porque avergonzarte de seguir comportándote como te educaron— Coloco mi antebrazo en mis ojos para así no poder observar mi alrededor. — No dañaste a nadie que amaras.
—Pero sí a la que más amaba.
—¿Puedes perdonarte de una vez por todas? No te sientas culpable si crees que fue la decisión correcta, ya pasó, no puedes hacer nada, lo único que puedes hacer ahora es luchar por lo que sientes. — Sus ojos brillan, está a nada de soltar la primer lagrima. —Ella merece un gran hombre, porque no olvides que a pesar de estar lejos tú jamás dejaste a Olivia, así que si tienes o te queda alguna duda sobre si estás siendo egoísta por arruinar su dichosa felicidad, recuerda que también tienes derecho a ser feliz y si ella no quiere serlo a tu lado, al menos te quedará la satisfacción de saber que hiciste hasta lo imposible por ella.
Me quedo en silencio, no hay nada más que pueda decirle, sé que tiene la razón, mas no puedo hacerlo, hay algo que no me deja.
Mi teléfono vibra en el bolsillo, lo saco como excusa para ignorar a Rebecca y su charla motivacional. Leo en la pantalla un mensaje de Levi, que al desbloquearlo me lleva a un link con una carpeta llena de archivos, el primero son fotos, fotos que me dejan perplejo, el siguiente archivo es un documento redactado con fechas sobre un par de encuentros, el siguiente es un álbum de fotografías y el último es el que me deja reflexionando si no estoy siendo víctima de la inteligencia artificial o el Photoshop; es una recopilación de fotografías de dos personas bastante reconocidas.
Era algo de lo que sospechaba, mas sin embargo, cuando mandé a Levi a investigar, no imaginé que iba a encontrar tantas pruebas y tan rápido. Nuestro equipo de investigación cada vez hace mejor su trabajo.
—¡¿Me escuchas?! — Ella me golpea en la cabeza haciéndome volver a la realidad. — ¿Por qué sonríes como un imbécil? Estábamos hablando de algo serio.
—Recibí un mensaje.
—Felicidades, acabas de descubrir la tecnología. — Me quedo callado para posteriormente saltar encima de Rebecca. —¡¿qué te sucede?! ¡RAINER GREENWOOD! ¡MI BRAZO! ¡MI MALDITO BRAZO! — no le presto atención, sigo encima de ella. —¡RAINER, EL BEBÉ!
Mierda.
Me hago a un lado y me tiro sobre el sofá nuevamente esperando no haber aplastado a mi futuro ahijado.
—¿Quién era la del mensaje? Estás muy cambiado. — me acerco y le coloco la capucha de su pijama esperando a que ello la moleste. —Mierda, compórtate, Greenwood.
Río y me levanto rápidamente tras volver a colocarle la capucha.
—¿Becs?— Ella me observa mal. — Ve a cambiarte, planearemos tu escape y cómo voy a recuperar a Olivia.
Su mirada cambia de enfado a felicidad en cuestión de segundos, ni si quiera tengo que decirlo dos veces, ella se levanta y corre escaleras arriba como si hacer preguntas pudiera hacer qué me arrepienta. Su reacción me hace sonreír aún más
Tengo una oportunidad y no puedo desaprovecharla, es ahora o nunca y como lo dije una vez: "si vas a hacerlo, hazlo a lo grande o nunca lo hagas". Apostare por Olivia y si fallo, al menos tendré la satisfacción de saber que no me rendí.
Rainer Greenwood no es un cobarde.
Ya no más.
Y que se vaya a la mierda Richard Greenwood.
......
Sigan deslizando. Es un pequeño regalito de 3 capítulos. Lol.
Besos.
-thifany.
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sin restricciones (#2 bilogia Greenwood)
RomanceCinco años han pasado desde el día en que lo cambio todo y aunque en ese momento no se veía una luz al final del camino, para Olivia, la vida no podría ir mejor. Tiene todo lo que deseó y más. ¿Qué pasa cuando las piezas se mueven en tu contra y aq...