Capítulo 11.

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Carlos mantenía su vista fija sobre Pato, el pequeño se encontraba sentadito en el sofá, manteniendo su espaldita recostada porque muchas veces se iba de lado, tenía su chupón en la boca y no podía dar una imagen más angelical, eso era muy sospechoso para Carlos.

"¿Por qué estás tan obsesionado conmigo?"

El pequeño Verstappen tenía un puñito cerrado sobre su camisa, un poco nervioso por la mirada de Carlos, pues el chico tenía varias razones para sospechar que él no pensaba como un bebé común, aunque quizás solo era un exagerado, Pato seguía siendo un pequeño inocente.

-Carlitos, cuando te dije que miraras a Pato un momento no era tan literal -el tío Charles volvió a aparecer, quien sabe a donde se había ido, aunque el biberon en su mano le daba una pequeña pista

"El tío Carlos es raro, tío Charles, me causa escalofríos"

Charles tomó a Pato para poder sentarse en el sofá y colocarlo en una posición correcta para tomar su alimento, y el pequeño bebé se sentía feliz en los brazos de su tío, recibiendo su atención como siempre debía ser, acercó el biberon a su boquita luego de quitar el chupón y Pato hacía todo el trabajo.

-Es que te digo que ese bebé sabe más de lo que aparenta -acusó el alfa, no era que tuviera algo contra el cachorrito, pero simplemente parecía ser que ese pequeño si sabía muchas cosas y entendía muchas otras.

"¿No me digas? JAJAJAJA"

-Ahg, tú eres él que lo molesta -regañó Charles -Siempre estás acusando al pobre bebé.

Pato quiso sonreir pero si sería sospechoso, así que siguió concentrado en su biberon, como si estuviera ajeno a la platica que la pareja mantenía, se sentía un poco mal por tío Carlos, pues él tenía algo de razón, pero no haría nada al respecto.

-¿Entonces cómo explicas que te marca con su aroma?

"No hay explicación tío Carlos, te estoy declarando la guerra"

Charles se rio por lo dicho por su compañero y volvió su vista al bebé, que tenía su pequeña manito sobre la suya en el biberon, era exactamente como los bebés lucían, no entendía la insistencia de su alfa en ciertas ocasiones, Pato solo era un tierno cachorrito que lo quería mucho.

-No me digas que esto es por celos Carlos-se burló el omega, es que no podía ser tan estúpido.

-¡No es eso! -se defendió -es que él parece que me odia Angel, y te quiere mucho a ti.

"Ay, no te odio viejo, no te agüites"

Charles le sonrió por sus palabras y recostó su cabeza en el hombro del alfa, mientras el bebé seguía comiendo, el alfa lo observó un rato y sin pensarlo mucho dejó un beso en su frente, bueno quizás si estaba exagerando con el tema de Pato, tal vez solo era su imaginación.

"¿Y yo estoy pintado o que?"

-Él te quiere, solo que no es un bebé fácil -animó el omega, tenía la sospecha de que en el fondo Carlos solo necesitaba que el bebé se encariñara más con él.

El alfa no respondió, solo dejándose llevar por el ambiente familiar que parecía haberse creado, uno que le hizo anhelar su propia família en un futuro.

-Oye, saliendo de tema, ¿Crees que Mick ya haya dado a luz? -preguntó curioso el menor, separandose de su novio

-Mnm no lo sé, si Checo no ha llamado...-respondió el alfa.

Claro, la razón por la que Pato se encontraba ese día junto a sus tíos, era porque Sergio tuvo que llevar al hospital a Mick, que se encontraba ese día en la casa de los Sainz, y eso solo significaba una cosa, su esclavito estaba llegando y él estaba muy contento.

Unos minutos después el cachorrito terminó de comer, había quedado tan lleno que en serio solo quería eructar y dormir como un angelito.

-Ten, dale palmaditas en la espalda, yo iré al baño -el omega le pasó con cuidado al pequeño, sentía que si lo apretaba vomitaria de tanto que había comido.

El alfa tomó al pequeño adormilado, y lo recostó en su hombro, luego de haber colocado un pañito en él por si acaso, y con suavidad comenzó a palmear su espaldita, escuchando dulces y adormilados balbuceos del menor, después de varias repeticiones, por fin pudo oir el esperado eructo.

En ese momento lo acomodó de un de un modo diferente, acostandolo en sus brazos meciendolo, viendo sus pequeñas y adorables facciones, como sus ojitos se cerraban poco a poco.

-En serio es adorable -dijo el alfa, dando un toquesito en su nariz, con lo que no contaba era que él tomaría su dedo en su pequeña manita, transmitiendole un ameno sentimiento al mayor.

Tal vez el pequeño Pato no era tan malo como pensaba.

Y claro, queda demostrado que todos lo amaban, Pato el amo de todos.

Baby thoughts [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora