Extra 4.

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-¿Ya se fue Pato? -la voz grave del alfa tomó por sorpresa al omega que estaba en la cocina, se exaltó un poco y el mayor se burló de su reacción, dejando fluir aquella risa tan característica de él.

Checo lo miró serio unos segundos debido al susto, pero no aguantó demasiado antes de unirse a la risa de su esposo, era tan contagiosa; volvió su mirada hacia el envase de yogurt de fresa que se encontraba vaciando en un biberón, con bonitos dibujitos infantiles, y asas color verde manzana.

-Sí, hace unos cinco minutos -respondió, de inmediato escuchó un gruñido bajo proveniente del mayor y rodo sus ojos. -¿Otra vez con eso?

-Claro que si, no me agrada la idea de que pase la noche fuera de casa.

El omega le colocó la tapa al biberón y se volteó a su esposo, encarandolo con sus brazos cruzados, Max acababa de salir del baño y sus cabellos aún se encontraban mojados, se miraba inquieto mordiendo la punta de su dedo pulgar, lo cual lo hizo suspirar.

-Se va a quedar con Chiara, Charles los irá a buscar, sinceramente yo prefiero eso, a que se vengan a altas horas de la madrugada hasta aquí, ya sabes que es un poco lejos explicó por enésima vez a su esposo.

Ese día su hijo había ido a una fiesta de uno de sus compañeros y debido a que la hija de su querido amigo también estaría presente le habían planteado la idea de quedarse en la casa de la menor, que quedaba más cerca del local en donde estarían los chicos, charles mismo lo llamó para confirmar y no le pareció una mala idea, pero con Max era otra historia.

Su esposo nuevamente gruñó e imitó su posición, cruzándose de brazos también.

-Te recuerdo que ella es una alfa.

-Son amigos Max.-rodó nuevamente los ojos, a veces entendía al alfa, pero en otras ocasiones simplemente no podía, no podian retener a su hijo en esas cuatro paredes solo porque al alfa le molestaba la idea.-No seas tan dramático.

-También fuí jóven, ¿Recuerdas que cuando tu papá llamaba yo le decía que te llevaría hasta tu departamento? ¡Sabes muy bien que eso no pasaba en muchas ocasiones!

Sus mejillas se tiñeron de rojo en ese momento y sin pensarlo y por inercia le dio un golpecito al contrario, eso le causó gracia al mayor, no entendia porque a veces se avergonzaba de algo como eso, tan común.

Recordó brevemente muchos episodios de sus vidas cuando más jóvenes y una sonrisita cómplice se formó en su rostro.

-¡Ya! No estamos hablando de eso.-Protestó el omega.-Y en dado caso Pato ya es mayor de edad, no puedes simplemente retenerlo o impedir que experimente, lo que debe saber ya se lo he explicado claramente; deja de ser tan aguafiestas.

-Pero-

Antes de que Max dijera alguna otra palabra quejándose, Checo sintió como tiraban de su pantalón desde abajo, desviando rápidamente su atención al pequeño ser que estaba allí, sonriente en búsqueda de su papá.

-Amor-lo llamó el pequeño niño.

Le fue inevitable no sonreír, agachándose para tomarlo en brazos.

-Hey, ¿Pasó algo, bebé? -preguntó con cariño.

Max no cambiaba su ceño fruncido pero ahora también prestaba atención al pequeño.

-Ollie-comenzó a decirle, Checo le dió una rápida mirada al alfa y ambos salieron rápidamente de la cocina, dirigiéndose hacia la sala para averiguar que sucedia.

Cuando llegaron se encontraron con la imagen del otro pequeño saltando sobre el sofá, con el pañal tirado a un lado, Checo suspiró dejando al niño que cargaba para tomar al otro, quién reía escandalosamente como si estuviera demasiado divertido lo que estaba haciendo.

Baby thoughts [CHESTAPPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora