Capitulo 3.

450 36 1
                                    

Iba a llorar, Leo iba a llorar ahí mismo si no salía de la habitación. Iba a romper a llorar.

-Repítelo, Takie. Y esta vez mírame a los ojos.

El nombrado tragando saliva fuertemente cogió el poco aire que podía y miró los ojos del mayor conteniendo esas lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento. Si iba a repetir aquello, tenía que ser lo más frío posible y mantener sobre todo la calma.

Pero no podía hacerlo.

-No lo repetiré de nuevo, lo escuchaste bien.

-Lo que imaginaba... No puedes mentir dos veces.

-No me lo hagas mas difícil, hyung, por favor. -Se mordió con fuerza los labios tratando de mantener esa mirada como podía. Cerró por un momento los ojos y observó la cara de espanto de su mayor, mirándole fijamente, aterrado.

Tan solo haber hecho llorar a Leo hacia que el líder quisiera meterse bajo tierra y no salir jamás.

-Taekie...Estas llorando.. -Murmuró deslizando los pulgares por bajo sus ojos con delicadeza, secando esas lagrimas como podía.

Taekwoon estaba más que avergonzado por no haber podido echar sus emociones a un lado y haber roto a llorar así. En estas circunstancias sería casi imposible que el mayor le dejara. Incluso para él era imposible querer separarse de él de esa manera.

-Taekie... Me gustas.

-C-Cállate...Por favor cállate... -Sollozó comenzando a llorar algo fuerte, sin poder contener aquello por mucho más. Zarandeándose para soltarse de los agarres del mayor sin mucho éxito. Nadie podía verle llorar, ni siquiera su madre.

-Taekwoon, me gustas. -Repitió una y otra vez en susurros abrazándole con fuerza, ignorando cada puñetazo y golpe que recibía en el abdomen, soportando esa pataleta hasta incluso caer al suelo.

Leo se rindió de luchar contra él. No iba a huir.

-No eres gay, hyung. Simplemente quieres probar que se siente al hacerlo con un chico, como muchos otros antes que tú también quisieron y viceversa. Tú debes tener una familia...Una hermosa esposa que te de lindas niñas...Tú y yo no tenemos futuro, Hak.

Como pocas veces se conseguía, Leo había sacado parte de sus pensamientos y comidas de olla al exterior, expresando un rostro bastante doloroso asi como aterrado.

-¿Dónde esta eso escrito? Mi futuro lo decido yo. Soy suficientemente mayor como para saber que me conviene. Deja de infravalorarte de una jodida vez. ¿Te crees que no me entero que te pegas noches enteras aquí ensayando hasta caer desmayado de cansancio? Taekie, parece mentira que no me conozcas ya de sobra.

-No lo entiendes...

-No, el que no lo quiere entender eres tú. Por alguna extraña razón tienes un miedo atroz a algo que no logro comprender.

Taekwoon mantuvo silencio por unos escasos minutos, terminando abrazado por alguna extraña postura a su hyung.

-¿A que tengo miedo?... A ti. A que te decepciones de mí, a ser insuficiente, a que me destruyas...A ti.

Hakyeon tardando en procesar aquello soltó al menor poco a poco hasta separarse y caminar hacia la puerta.

-No haré nada, esperaré a que tú lo hagas...Por favor, te lo suplico Leo. No tardes en hacer algo...No tardes.

-¿Qué pasará si no soy capaz?

-El que acabará destrozado, seré yo.

Wosik no paraba de dar saltos sobre la cama de al lado como un mono. Taekwoon no podía cantar y afinar si absolutamente toda su cama estaba moviéndose de lado a lado. Su escasa paciencia se comenzaba a agotar y eso no era lo peor. Últimamente se veía mas ausente de lo normal, pensando en la conversación de hace unos días, sintiendo las ganas de abrazar a su mayor...Sintiendo que se estaba volviendo loco por alguna razón. Sintiendo. La terapia de choque que estaba usando Hakyeon contra él estaba funcionando de una manera salvaje. Taekwoon se moría de ganas por poder rozar aunque fuera al líder, por dejarse besar otra vez por él...Ahora, Hakyeon, aun siendo vocalmente igual de cariñoso de siempre, ni siquiera le ponía la mano en el hombro o algo por el estilo. Nada. Algo dentro de él le decía que esto más que nada era una tortura. Pero...En un principio Taekwoon así lo quiso...No, en verdad él no quería nada de eso.

ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora