Capitulo 5.

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Los miembros seguían viendo la película de lo más tranquilos; N y Ravi estaban devorando las palomitas, tenían la alfombra completamente sucia y llena de semillitas. Hongbin seguía en el sillón con los brazos cruzados sin perder vista de la película, y Hyuk acostado en el sillón aferrándose a la manta abandonada. N observaba la película pero no escuchaba nada, no estaba prestando atención, su mente estaba en otro lado preguntándose ¿Qué diablos estarán haciendo Leo y Ken? Hace tiempo que no se escabullían de esa forma, que no se encontraban de misteriosos, y el líder no podía evitar sentir curiosidad, no le gustaba ver a Leo solo con alguien más que no fuera él. ¿Acaso Leo ya olvido lo que paso?, ¿Verdaderamente odiaba a N tanto como dijo aquel día? Muchas preguntas comenzaron a caer en cascada y el dolor se hizo evidente, quería lastimarse, quería olvidarse por un momento de quien era.

Saliendo de la habitación con un vaquero y una camiseta de manga larga sencilla, cubrió su cuerpo con el chaquetón y su pelo con el gorro de lana color crema. No le apetecía para nada salir de la casa con el frío de fuera, pero... ¿Solo era el frío? No, él quería esta con Hakyeon...Abrazarle... Besarle...

-¿Leo? -Sonó la voz de Ken junto a la puerta, elegante y masculino como siempre.

-Si, si, voy.

Ken cogió prestada la furgoneta. Seguramente iría a la pizzería mas cercana o cualquiera de estas chorradas ya que tenía un hambre que se moría. A su lado en el coche, Leo se ataba el cinturón, ausente, paralelo a cualquier cosa.

-Leo, estás raro. Llevas unos días muy raro. ¿Quieres que hablemos de algo?

-Yo...-Su voz se quebró poco a poco. No quería decir nada, realmente no quería. Una de sus peores virtudes era tragar todo el solo, independiente. Pero había cosas que le superaban hasta él.

-E-Estas... Llorando, Leo. -Se alarmó Ken moviéndose en el coche para sacar unos pañuelos y acercarlos a sus mejillas llenas de lágrimas.

¿Por qué diablos estaba llorando? Se preguntó. Realmente era algo impensable ver a Leo llorar, simplemente Leo no lloraba. No lo hacía ante nadie, siempre se escondía.

Había colapsado totalmente. Su corazón no podía soportar la carga y el dolor, simplemente no podía.

-E-Ey... ¿Quieres que encarguemos mejor la pizza, mmh? -Dijo apagando el motor, sacando las llaves dispuesto a salir del coche.

Leo no le dejó hacer tal cosa. Tomo del brazo a su menor y lo atrajo dentro del coche, volviéndolo a sentar. Ken entendió perfectamente: Leo no quería entrar sencillamente porque no había dejado de llorar. Suspirando volvió a encender el coche y comenzó a conducir despacio por la carretera de Seúl, buscando una pizzeria abierta a esas horas.

Tomaron dos pizzas familiares de jamón York y queso más dos de barbacoa. De bebida dos cervezas, dos cocacolas y un nesti.

La vuelta a casa fue más silenciosa que la ida, contando con que Leo no paraba de sollozar a cada rato. Se estaba descargando, casi media hora descargándose. Ken sentía que iba a morirse si seguía escuchando al mayor llorar. No soportaba ver esa escena, no ver así a la persona que quería. "Y todo por el gilipollas de N." Pensó.

-Ya hemos llegado, hyung. ¿Estas bien?

-Si... Gracias Ken. -Dijo en un ligero susurro, acariciando la mejilla del menor como agradecimiento. Incapaz de hacer mucho más.

Leo tomó las pizzas y Ken se limitó a coger la bolsa de las bebidas y cerrar el coche.

Abrieron la puerta pasando despacio y llegando a la sala dejaron las cosas cobre una de las mesas cerca de la pared. Los demás miembros ya habían encendido las luces de la sala y estaban limpiando el pequeño desastre que habían causado. Cuando estaban juntos parecía un huracán, arrasaban con todo. Ravi barriendo, N con un trapo limpiando la mesita en la que siempre ponía los pies Hyuk, y Hongbin como vil espectador acomodando su cabello.
-¿Por qué no ayudas Hongbin?, ¡No seas perezoso! -chillo Ravi, barriendo con singular fuerza debajo del sillón. Se podía escuchar los chirridos en el parqué de las fibras de la escoba.
-No me quiero ensuciar la ropa, este rostro y cuerpo no puede exponerse -sacudió los hombros y acomodo su camiseta verificando que no tuviera residuos de comida-. Soy el más atractivo de VIXX y tengo mis privilegios.
-El más atractivo no come postre entonces, ¿Tu qué opinas Ravi? -pregunto con mucha ironía.
-¡No no no!, Hongbin debe cuidarse -soltó el rapero mientras él y N se reían entre sí.

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