Capitulo 6.

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Por algún motivo N no podía dejar de sentir como Ken era una de sus mayores amenazas, así como Ravi. Ambos chicos tras su hombre, su amor. A N se le revolvía el estómago y no pudo evitar hacer lo que iba a hacer antes de que Leo saliera por la puerta. Quería impedirle aquella cita, quería encerrar a Leo en su cuarto y no dejarle ir jamás...

-Si pasa algo llámame. -Alcanzó a decir el moreno en una voz casi susurrante mientras miraba con un gesto de dolor a Leo. El más pálido entendió el mensaje a la perfección y como respuesta le sonrió.

Leo no se había olvidado de la noche anterior para nada. Tenía muy claro que amaba a N con todo su ser, pero esa cita era algo que debía hacer. Ken mordiéndose el labio inferior estiró su brazo para tenderle de forma caballerosa la mano a su mayor el cual la tomó con cuidado mirándole con atención, como analizandole. Le dolía la mirada de cariño que lanzaba Ken.

El viaje en el coche duro aproximadamente 45 min. Ken no había querido decir nada sobre el lugar, pues quería que la sorpresa permaneciera y eso solo ponía aun mas nervioso a Leo. Estaba mirando por la ventana distraído mientras tarareaba una canción en inglés aunque los idiomas no eran su fuerte, aun con todo, sonaba bien. Su mano se paseó ahora por el cristal cuando vio una gota de lluvia deslizarse por este. Había comenzado a llover, vaya. Ahora con le luz débil de las farolas podía ver su reflejo pálido, iluminado de vida. De nuevo la conversación de ayer volvió a su mente y solo quería estar en casa, abrazado con N, mientras el le besaba y....

-Ya estamos, hyung.

Leo se sobresaltó con las mejillas rojas contrastando con su piel y le dedico una mirada amplia a Ken, quien se había quedado de piedra mirando ese rostro, demasiado lindo. Ya había aparcado en la entrada y el choffer del lugar le pedía las llaves para llevarlo a su respectiva plaza. Leo dio otro vistazo por la ventana cuando vio un lugar similar a un palacio. Era un hotel de dimensiones magnificas, ahí se manejaba el dinero. Y al parecer los trabajadores conocían muy bien a Ken.

"A cuantas de sus "novias" habrá traído aquí este pícaro."

Pensó mientras salia tranquilamente del coche sin expresión a pesar de estar realmente asombrado con el sitio. El terciopelo de la alfombra le daba ganas de agacharse a acariciarlo como el pelaje de un minino. El lugar era tan luminoso gracias a las luces que entre la noche parecía una estrella en mitad de la nada. Ken comenzaba a avanzar y saludar a el personal, también a gente trajeada de apariencia importante o muy adinerada. Pronto terminaron en una de las mesas reservadas, con velas y unos manjares esperando por ellos.

-

Hongbin daba vueltas por la habitación un tanto nervioso. ¿Cómo le estaría yendo a su hyung? Y lo más importante, ¿Qué carajo estaba haciendo yendo a una cita con Ken? Todo era tan extraño... Hongbin estaba totalmente en contra de que Ken y Leo estuvieran juntos, también en contra de que Ravi tomara el relevo. Leo debía de estar con N... Sí, por el amor de dios.

La puerta de la habitación se abrió despacio. Se había echo de noche muy rápido y para colmo no conseguía dormir. Se giro sobre sus talones mirando con los ojos entrecerrados la silueta tras la puerta. Enseguida reconoció esa manera de tambalearse hacia el interior de la habitación. Era Hyuk, no había duda. Y estaba algo borracho.

-¿Qué te han echo, eh? Eres muy joven para beber.. -Murmuró con un tono de irritación pasando la mano por sus cabellos rizados. - Sabes que no me gusta que bebas, no eres lindo borrach-

-No fui solo esta vez.-Le cortó cuando estuvo frente al contrario, frunciendo el ceño- El l-lider estaba muy mal así que me invitó a acompañarle a unas copas.

-Ya veo.. -Suspiró Hongbin en modo comprensivo. Ya le extrañaba que N hubiera dejado ir así como así a Leo.. Y menos con Ken.- En ese caso.. Iré a buscarle ¿esta bien? Tú quedate durmiendo en mi habitación si quieres.

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