𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞

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Mientras el recreo llegaba a su fin, todos los alumnos comenzaron a regresar a sus clases. Daniel y Hiroshi se acercaron a Jun con curiosidad en los ojos.

Daniel: Oye, Jun, ¿por qué sigues sonrojado? ¿Te encuentras bien?

Hiroshi: Sí, ¿qué pasó? ¿Te sientes mal?

Jun se puso un poco nervioso ante sus preguntas, pues en ese momento se dio cuenta de que había algo que no podía controlar. Estaba empezando a sentir algo especial por Robert, y no sabía cómo manejarlo. A pesar de la amabilidad y la cercanía de Robert ayer y hoy, Jun sabía que no podía permitir que esos sentimientos florecieran, no podía arriesgar lo que había construido en su nueva escuela. Por lo tanto, decidió no decir nada a sus amigos sobre lo que estaba experimentando y, en silencio, se dispuso a tratar de evitar que Robert lo abrazara demasiado, temiendo que sus sentimientos se profundizaran más y cambiasen su situación en la escuela.

Jun: Todo está bien chicos, debe seguir siendo por el calor -se sienta- es abrazador

Hiroshi: Puede ser -toma asiento-

Daniel: -se sienta- Que cansancio ahora toca Mate, porque -dice fingiendo estar triste-

Jun: Bueno Matemáticas no es tan difícil si prestas atención

Daniel: Yo le presto bastante atención pero aún así no logro entender todo ahhhh -se queja-

Jun: Jeje

Hiroshi: Daniel siempre ha sido malo en mate, por eso lo odia Jaja

Jun: Ah, entiendo

Daniel: No vale que digas eso! Yo no eh dicho nada de ti -hace un puchero-

Hiroshi: Tampoco podrías decirme mucho Jaja

Daniel: Tsk, es cierto

El profesor ingresa al aula de clase y con algo de fuerza pone sus libros sobre la mesa, saluda a sus alumnos y comienza a dar la clase del día.

El tiempo siguió avanzando en la escuela, con diversas clases, profesores y actividades. En una ocasión, durante una de las clases, una profesora agrupo a Jun junto con Robert. La tarea era crear un mensaje para la sociedad, y Robert, siempre amable, permitió que Jun eligiera el tema.

Jun, a pesar de no poder esconder su felicidad por trabajar con Robert, luchaba por evitar mirarlo a los ojos. Sabía que si lo hacía, podría perderse aún más en esos sentimientos que estaba tratando de evitar. Que por si no sabian Robert era un chico medianamente alto de aproximadamente 1.56cm de estatura. Tiene cabello castaño claro que cae desordenadamente sobre su frente. Sus ojos son de un tono avellana que brilla con amabilidad. Y al ser atlético, suele vestir con ropa deportiva del colegio, ya que es parte del club de soccer .Juntos crearon un mensaje poderoso acerca de la aceptación social, mostrando su apoyo a la diversidad y la igualdad, sin importar las diferencias. Jun sentía que, de alguna manera, este proyecto les unía de una manera especial, aunque tratara de mantener cierta distancia emocional.

Después de terminar la presentación de su proyecto en equipo, Robert le dio a Jun otro beso en la mejilla mientras estaban sentados juntos. Jun se sonrojó intensamente y, sintiendo que su corazón latía a toda velocidad, solicitó un breve receso para ir al baño. La profesora aceptó su solicitud y lo dejó salir.

Caminando hacia el baño, Jun no podía evitar pensar en los sentimientos que había estado reprimiendo. A pesar de sus esfuerzos por no enamorarse, se dio cuenta de que se había encariñado con Robert, cautivado por su amabilidad y su personalidad alegre. Ahora, no podía mirar a Robert con los mismos ojos de amistad con los que había comenzado. Aunque había aceptado sus sentimientos, temía revelarlos a Robert. No quería arriesgar la amistad que habían formado en su nueva escuela.

¿𝑺𝒐𝒍𝒐 𝑨𝒎𝒊𝒈𝒐𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora