𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨.

Capítulo Dos

La inútil que tuvo un día agradable.

Salí corriendo de mi casa, cansada, desaliñada y sin desayunar porque iba tarde a mi trabajo. Es la primera vez que me pasa algo así, después de pasarme varios semáforos y probablemente romper varias leyes de tránsito finalmente llegué.

Nuevamente corrí, con el corazón en la boca hacia la sala de juntas, dónde se supone que me esperaban personas importantes quienes estaban interesadas en patrocinar mis proyectos. Intente entrar pero la voz de mi madre me detuvo, antes de voltear, cerré los ojos y suspiré antes de voltear.

── Hola madre, lo siento ahorita no puedo hablar vuelve más tarde ──Expliqué, lo más amablemente que pude

── ¡Santo cielos!, ¿Que te paso?, ¿te asaltaron?
──Dijo exagerada, al verme.

── Claro que no, no tengo tiempo para explicarte, tengo una junta importante ──Le recordé nuevamente

── No te preocupes por eso, ya me reuní con ellos.
── Me dijo.

──¿En serio? ──Pregunte sin creerlo, ella asintió──¿Quien decidió patrocinarme?, por favor dime qué fue  la empresa Luxus o Betsson

── La empresa Luxus canceló a último momento por otro lado Betsson, era buena opción pero no estaban de acuerdo con la tarifa, así que decidieron salirse.

── Mamá, sabes que no me importa cuanto me paguen, lo importante es que disfruten mi trabajo.

── ¿Me dejas terminar? ──Preguntó, yo solo asentí, involuntariamente.

── Pero inesperadamente, recibí una llamada de tú amiga Samantha, ella pagó por adelantado y en efectivo, así que nos reunimos y hicimos un acuerdo ──Explico relajadamente.

── Mamá, ¡¿te volviste loca?! ──Le grite, ella solo me miró sorprendida.

──¿Porque te pones así?, deberías felicitarme, gracias a mi tienes un buen patrocinador──Dice ofendida.

── No puedo creerlo, de todas las empresas que existen elegiste la de Samantha, ¡Es la ex-novia de Russell! ──Le grite nuevamente.

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Resumen corto.

Samantha era la ex-novia de Russell y es dueña legítima de Ballium, lo único que puedo decirles ahora es que me odia y mucho.

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── Samantha ya es una mujer adulta, decente, madura y está felizmente casada y deja de gritarme
──Dijo ofendida.

── Lo siento...es que no puedo entender que mi propia madre me haga ésto.

── Adeline estás actuando como una niña, ya madura hija.──Habló molesta── Ahora por favor vé arreglarte, te vez horrible pareces una adicta con esas feas ojeras

── Mamá, no me digas eso
── Habló en tono triste.

── Bueno, lo tenía que decir, luces terrible.
── Dijo sacando un pañuelo húmedo de su bolso, intenta limpiar mi rostro pero me niego.

── Yo puedo hacerlo sola, ya soy una mujer adulta
¿No? ──Digo para finalmente alejarme de ella.

Nuevamente hice lo que mi mamá quiere.

Me sentía mal, no solo por sus palabras si no por su acciones. Ella más que nadie sabía lo que Samantha era capaz de hacerme para vengarse de mi, por supuestamente robarle a Russell. ¡Yo no le robe nada!, Russell me eligió a mi y decidió formar su vida conmigo... O eso creó.

Al verme al espejo le dí la razón a mi madre, lucía terrible, mi autoestima se vino abajo.

── No, llores, no llores, no llores
──Me decía a mi misma.

Intento calmar mi respiración para evitar llorar, al oír voces acercarse me escondí en uno de los baños, no quería que me vieran así.

── Vamos, salgamos el viernes
── Dijo susan.

── Me parece perfecto, Susan. ¿Invitamos a las demás chicas? ── Sugirió megan.

── Claro, haremos una noche de chicas.
── Habló Susan.

── Oiga, ¿podemos invitar a Adeline?
── Pregunto Catalina.

── ¿Estás loca?, claro que no, ella está casada.
── Se negó inmediatamente Susan.

── Tienes razón, además no creo que quiera salir con personas como nosotras, ya saben cómo son las personas de su clase ──Comentó maliciosamente Catalina.

── Es verdad, además su madre le prohíbe todo, me da un poco de pena la pobre ──Dijo Megan

── Oí que su madre uso sus conexiones para que ella se casara con él papasito de Russell ──Dijo celosa Susan.

── Es tan inútil que no puede conseguir novios o amigos por su cuenta ── Se burló Megan.

Las tres mujeres comenzaron a reír. Adeline por su cuenta decidió salir y enfrentar a las mujeres, quienes al verla quedaron heladas del susto.

── Es verdad, soy una inútil
── Les dije.

── Señorita Adeline, lo sentimos tanto. No queríamos ofend...── Explicó pero fue interrumpida.

── No hace falta disculparse,porque tienen razón.
¡Mirénme!, soy una mujer adulta que  permite que su madre controle su vida ──Reí con ironía── pero gracias a está inútil tienen un trabajo decente ──Mire a susan. Ella solo bajo la cabeza, ya que recordó su antiguo trabajo de stripper.── Está inútil les dió una oportunidad a las personas que ni siquiera terminaron la secundaria  ──Mire a megan── y por último yo ¡SI! tengo una madre
──Le dije directamente a Catalina, quien comienza a llorar, recordando cuando su madre la abandonó.
── Ahora sí me permiten, está inútil volverá a su lujosa mansión para esperar a su ardiente y exitoso marido, que tengan un buen día Señoritas.

Felizmente salí de ahí, ese enfrentamiento me puso de buen humor. Volví a casa.

¡Claro que puedo volver a casa cuando quiera,soy la jefa!, me quite los estorbosos tacones y me lance a mi enorme y costoso sofá de color rojo vino, hoy no tenía ganas de nada, así que solo me puse a ver las redes sociales y pedí una pizza, solo por hoy romperé mi dieta con helado y mucha comida chatarra. Recordé los costosos chocolates que Russell guardaba en su oficina, no dude y me los comí.

──El jamás lo sabrá ── Hablé maliciosamente, dando bocados al delicioso chocolate.

Nuevamente me lance al sofá para mirar una película de zombies, me encantaba el apocalipsis. Hasta que finalmente me quedé dormida en el sofá