5. Complicado

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¿Era su primer beso? No.

¿Era la primera vez que dudaba que hubiera besado a alguien? Sí, una duda que no sólo creyó imposible tener, sino que jamás imaginó vivir, y que experimentó al sentir un vacío en su boca al ser alejado. La racionalidad, en vez de regresar a él, continuó pérdida en un espacio desconocido del universo, el suelo bajo sus pies prolongándose con una consistencia inmaterial, y el aire en sus pulmones siendo una mera ilusión dispersando en un suspiro sus pensamientos. Vilanos de un diente de león flotando en la realidad desdibujada a su alrededor.

El alfa llamado Kim Seungmin mostró una sonrisa de aprobación, con la cual quiso engancharlo de vuelta al presente, alargando la mano al tiempo que se volvía a presentar.

Bangchan no respondió, la voz del recién llegado lejana para su consciencia, hasta que el instinto empujó su cuerpo, al hacer Felix el amago de tomarle el saludo al que tardó en reaccionar, interponiéndose entre el wedding planner y el omega.

Apretando la mano del alfa, notó lo grosero que fue:

-Lo siento -se aclaró la garganta, soltándolo-. Sea bienvenido.

-¿El señor Felix? -Seungmin le restó importancia al suceso.

-No -negó de inmediato el vicepresidente-. Yo soy el esposo... El alfa...

Han se acercó, descansando una mano en su hombro, haciéndolo retroceder e impidiendo que prosiguiera poniéndose en ridículo:

-Buenas noches, soy el secretario del señor Christopher Bang, vicepresidente de SKZ inc. -le entregó una tarjeta de presentación-, quien también es esposo del joven amo Felix Lee, hijo del presidente del conglomerado -realizó una reverencia-. Será un placer trabajar juntos.

Uniendo en el aire la información recién recibida, Seungmin abrió la boca, soltó un "ah", dándose por entendido y, luego, con porte profesional, se dejó conducir al interior del departamento por Felix y Han. Changbin quedándose a consolar al atormentado Bangchan.

-Recuérdame decirle que a la próxima me avise lo que va a hacer -le pidió a su amigo, las orejas rojas y el rostro cubierto por sus manos, a duras penas sobreponiéndose al beso.

El marcado alfa hizo un gesto que fue un mudo: "sabemos que será inútil", con el que no le quedó más que coincidir. Felix era de naturaleza impredecible. Una cualidad que, antes de recuperar su compostura, Bangchan tuvo el presentimiento que complicaría su "misión".

Ignorando el resto de la corazonada resonando en su ser, advirtiéndole que "complicar" era un adjetivo corto, alcanzó al omega, disponiéndose a cumplir su rol.

-¿Tienen un tema en mente? -preguntó Seungmin, aceptando el sillón individual, Changbin y Han amontonándose en el de dos plazas, y los recién casados en el grande.

Los aludidos se miraron, Felix apresurándose a tomarlo del brazo.

-No sé. No hemos pensado en eso, ¿cierto, lobito?

El apodo hizo que Han se tragara una risa, mal disimulándola con una tos.

-Disculpen -se aclaró la garganta.

Con el rojo pasando a sus mejillas, Bangchan apoyó la negativa de Felix.

-Cierto -se masajeó el cuello con la mano libre-. Todo ha sido muy repentino.

-Bien -anotó Seungmin en una libreta que traía-, no hay problema. Pueden tomarse un tiempo para pensar el tema. No obstante, es importante que lo definan pronto -revisó sus anotaciones previas y saltó al siguiente punto- ¿Qué les parece si vemos el número aproximado de invitados?

Hasta Que El Divorcio Nos SepareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora