Seis de la mañana y como cada mañana se levantó, se vistió, salió a correr y, al regresar, en vez de ir directamente a bañarse, en la sala del departamento de dos pisos se detuvo, secándose el sudor con una toalla, mirando a la derecha. Por debajo del umbral de la puerta del cuarto de invitados divisó una franja de luz cálida, creyendo ver una sombra atravesándose en la luminosa línea.
Felix se había despertado.
Avanzando al baño, dispuesto a darse una larga ducha, se volvió a detener al escuchar, velado por la madera y el muro, al omega entonando una canción de un grupo antiguo, ya separado.
Su voz, yendo de las notas claras y agudas, a las gruesas y potentes, en un perfecto manejo de su tesitura que, de haberlo oído casualmente en algún otro lugar, habría hecho que se planteara reclutarlo para el programa de idols de SKZ inc.
Con una sonrisa hinchada y sin percatarse de ella, Bangchan subió las escaleras de dos en dos, tarareando bajo el chorro de agua la canción que cantaba su esposo:
—Las emociones que llenan este cuarto oscuro, se desbordan desde la ventana del corazón~*
Fresco, con un traje Armani de tres piezas embonado a la perfección en su persona, tomó el celular, comprometido a revocar las excusas que le evitaran enviar un mensaje a sus padres. Inspiró profundo, escribiendo no sólo un "buenos días", también preparando la invitación que más tarde, en cuanto el wedding planner confirmara los datos, les haría.
Releyendo el mensaje, el índice tembloroso apuntando errático a la flecha de "enviar", se sobresaltó con el sonido de la licuadora, notando el aroma dulce y salado del desayuno.
Echó una mirada a la hora.
Llevaba quince minutos parado frente a la puerta, con el celular en la mano y la indecisión clavando sus pies a las losetas, en tanto Felix se encargaba de la que era su labor de anfitrión: ¡cocinar!
Colocando por encima de la duda, la culpa, presionó el "enviar" y se dirigió a la cocina, encontrando al omega lavando fresas, moras y manzanas.
Girando el torso unos grados, al escucharlo llegar, con una uva en la boca que empujó concluyendo la intención inicial de comerla, las mejillas de Felix subieron en un radiante gesto que hundió el estómago del alfa, agarrándolo desprevenido.
—Buenos días —saludó Felix—. Estoy haciendo el desayuno. Espero que no sea un problema —el omega reparó hasta entonces en la posibilidad de que lo fuera.
Haciendo una negativa con la cabeza, Bangchan sacudió el estupor de verlo temprano por la mañana luciendo la belleza propia de los omegas dominantes, unido al aroma a jardín primaveral revolviendo su inestabilidad matutina.
—Esta ya es tu casa —se acercó a un frasco de cerámica, sacando unas hojitas de hierbas inhibidoras, mordisqueándolas.
Viendo repentinamente al frente, colando las fresas, Felix le dio privacidad.
La reacción ante una práctica bastante común, y que creía importante mantener, siendo que estarían viviendo bajo el mismo techo, ruborizó al vicepresidente.
Aun apenado, tratando de disipar el ambiente incomodo, Bangchan se acercó, corroborando el menú que la agudeza de su olfato sospechaba. Un menú con toques europeos.
En la waflera se cocían unos wafles de pasta liviana, estilo belga, y en la estufa, el huevo con jamón serrano humeaba.
—¿Preferías un desayuno coreano? —la preocupación de Felix fue tierna.
—Por su olor, no —le dedicó una sonrisa, haciéndole saber que estaba bien—. ¿Te ayudo a picar la fruta?
Un poco dudoso, el hijo del señor Lee le cedió el puesto delante del bol.
ESTÁS LEYENDO
Hasta Que El Divorcio Nos Separe
Hayran KurguCHANLIX: Bangchan x Felix [Stray Kids / Boys Love] Bangchan es un alfa dominante nacido de betas, y Felix es un omega dominante nacido en cuna de oro, orígenes distintos que no se habrían cruzado, de no ser por el indeseado compromiso matrimonial al...