Adalia Weber
Supuestamente está tarde me darían el alta del reposo acabando finalmente con tantas reglas estrictas de ambos hermanos.
Aún no se daba con el paradero de mi atacante, los hermanos estaban encargandose de eso pero aún no llegaban a nada. Al parecer desapareció de la faz de la tierra.
—¿No crees que ya deberían dejarme andar sola? Está tarde me darán el alta del reposo—reclamo
—Olvidalo—declara Derek—. Aún no hemos pillado a tu atacante
—Se cuidarme
—Ángel, no es discutible está vez—interviene Blaz—. No vamos arriesgarnos que algo malo te suceda.
—Encuentro algo poco necesario los escoltas, solo ire de mi edificio al bar y ya.
—Preciosa, esto es más peligroso de lo que crees—habla Derek sirviendo un bol de frutas
—¿Por qué?
Los hermanos se dan una mirada significativa y yo llego una fresa a mi boca.
—Es posible que tu atacante este detrás de uno de nuestros tantos enemigos—avisa Blaz y me tense de golpe
—¿Significa que...?
—Tu vida podría correr peligro, por esa razón debemos estar seguros y es mejor que si no estás con nosotros estés con unos escoltas cuidándote la espalda—explica Derek
Llevo un arandano a mi boca mientras que me removía algo incomoda.
Lo que entendía la mafia era todo el peligro que se vivía en esa vida. El solo hecho de estar involucrado con alguien de la mafia significaba que estabas en la mira de cualquier forma.
Los hermanos eran prácticamente los líderes de esta. Sería casi imposible que no tuvieran enemigos en algún lugar. Estaba claro que alguien debía de saber sobre que yo tenía una relación con ellos y que podía ser un punto fácil para atacarlos.
—Estaras bien, no vamos a permitir que otra cosa te suceda—asegura Blaz
—Esta bien—asiento y bebo el jugo de naranja que me tendió Derek.
—Quien quiera hacerte daño tendrá que conocer nuestra ira—me dice Blaz y enrolla su brazo en mis hombros—. No vamos a permitir que te toquen un solo pelo.
Sus labios chocan con los míos y acepto su beso sin problema. Rápidamente reclama mi boca ingresando su lengua a mi garganta volviendo el beso un poco más húmedo.
Un gemido se escapó de mi garganta haciendo que Blaz succione mi labio inferior.
—Coman—nos interrumpe Derek—no les hago el desayuno para que se coman entre ustedes mismo.
—Ella es un buen desayuno—asegura Blaz dejando un pico en mis labios y sonrió de lado.
Agarro una de las tostadas y le hunto mermelada de fresas mientras que Blaz se metía un pedazo de tocino a la boca.
Derek toma asiento y bebé de su café mientras que se preparaba una tostada.
Los tres desayunamos totalmente tranquilos. Definitivamente podía acostumbrarme a esto toda mi vida.
•••••••••••••
—Debo ir a mi apartamento—le aviso a los hermanos
—¿Por?—indaga Derek
—Esta noche vuelvo al burdel, debo ir a prepararme—respondo. Hace solo una hora me dieron el alta del reposo lo que significaba que tenía que volver al trabajo
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Nuestra Reina
Teen FictionLos hermanos Müller, poderosos, intimidantes y ambiciosos. Liderando la Mafia Alemana y todo el legado que había dejado su familia a ellos. Ambos hermanos comparten absolutamente todo y cuando es todo, es porque todo lo comparten. Poder, deseos, n...