Un cafe, por favor #guapoduo

Capitulo 8

La alarma sonó, despertando al moreno de su sueño.

Roier abrió los ojos pesadamente, sentía un gran dolor de cabeza. Se sentó en cama tratando de ubicar dónde se encontraba, no recordaba mucho de la noche anterior, supuso que se había pasado de copas. Apoyó su mano en la cama pero al hacerlo un quejido se oyó, miró a su izquierda, se sorprendió por la presencia de un castaño.

Se escabullo por la cama con cuidado para no despertar a Cellbit. Fue en vano, al momento de tocar el piso se enredó en un cable y cayó provocando un gran estruendo en la habitación. Cellbit se despertó y rápido buscó al moreno cuando noto que no se encontraba a su lado.

– Verga – Susurro Roier aun en el piso.

Cellbit miró donde se encontraba Roier y se levantó de la cama para ayudarlo.

Roier noto las intenciones de Cellbit y rápidamente se paró.

– ¿Qué haces acá? – Preguntó Roier.

– Tu… Me pediste que me quedara –

– A chinga – Se sorprendió Roier – No me
acuerdo –

Se mantuvieron un rato en silencio.

Roier trataba de recordar si ayer había cruzado los límites con el Cellbit.

– Ayer no pasó nada entre.. Nosotros – Cellbit hizo un gesto apuntando a Roier y después a el.

– Bien – Roier se cruzó de brazos – Yo.. Me tengo que bañar – El moreno se giró rumbo al baño pero una mano lo detuvo.

– Tenemos una conversación pendiente – Dijo Cellbit.

– ¿Si? No me acuerdo – Roier bien sabía cuál era esa conversación. Después de todo él la había pospuesto. Noto que su mano seguía enlazada a la del castaño y se soltó del agarre.

Cellbit mostró una mueca de dolor al gesto del moreno.

– Yo puedo recordarte – Cellbit se acercó a Roier.

– A poco – Una risa nerviosa salió de los labios del moreno.

– No es un chiste Roier ¿Acaso no lo notas? – Cellbit dio otro paso.

– ¿Notar q-que? – Tartamudeo el moreno. Dio un paso atrás.

– Atracción – Cellbit dio más pasos quedando a centímetros de Roier

– Cellbit.. –

– ¿A qué le tienes miedo? – Interrumpió Cellbit – Me gustas Roier, podemos superar ese medio juntos – Cellbit tomó las manos del moreno.

Roier quitó el agarre.

– Tengo que ir a trabajar – No pudo pronunciar otras palabras. Su corazón latia por decir más cosas pero su cerebro no se lo permitió.

Se escuchó un crujido en el corazón del castaño. Cellbit lo miró desconcertado. Paso por su lado sin dirigirle la mirada. Abrió la puerta del dormitorio.

– Antes de irme, te diré esto – Los dos se daban la espalda – Quiero que pienses. No, quiero que imagines lo maravilloso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien – Cellbit dio una última mirada a Roier, está a seguía de espaldas – Yo daría todo para que salga bien.. – susurro – Mi corazón te estará esperando pero.. no sé por cuánto tiempo – agregó.

Roier sintió como la puerta a sus espaldas se cerraba. Se había aguantado las ganas de llorar todo el tiempo que Cellbit hablo.

Cuando las pequeñas lágrimas caían por su mejilla también lo hacía él, tocaba su pecho con desesperación, le dolía, le dolía tanto. Trato de dar un bocado de aire pero se ahogó. Trató de pararse y tomar su teléfono pero sus piernas no le respondían. Trato de gritar pero ni eso pudo.