Capítulo 1

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En una tarde como otra empezé a hablar con Leo, uno de los chicos mas guapos de mi curso. Era alto, con unos ojos marrones profundos y con el pelo rubio oscuro. No era el típico popular pero yo lo encontraba muy atractivo. Con él siempre estaba su mejor amigo, Andreu que también era muy atractivo aunque no tanto como Leo. 

Yo hablaba con Jana, mi monitora de comedor, ya que todos mis problemas se los contaba, ella simplemente escuchaba y intentaba aconsejarme como podía para que yo siguiera adelante con mi vida. Ella era guapa, muy guapa, tenia el pelo castaño con algunas mechas de un color mas claro, que en mi opinión eran teñidos aunque dijera que eran naturales. Los ojos los tenia de una mezcla entre un color miel y verde. Pero a parte de su físico ella era una bella persona por dentro, cariñosa, atenta y cualquiera diría que era psicóloga, ya que daba los mejores consejos del mundo y los mejores consejos que una necesitaría oír. Y, estaba hablando con ella, no se muy bien de que, y vinieron Leo y Andreu y me preguntaron de que hablábamos. 

— De que habláis? — dijo Leo.

— De nada que te importe lo suficiente para saberlo — en esa época yo era la típica guapa pero borde, o eso era lo que me decían — así que ya te puedes ir.

— Vale, vale, calma, era una simple pregunta, no hace falta ser tan borde — me puso cara de "todas las chicas me rechazan". Me dio pena y le dije:

— Tienes razón, es verdad, lo siento — yo dije, no se como se me ocurrió! Pedirle perdón a un chico que lo único que intentaba era saber sobre si estaba soltera, porque se le notaba de una hora lejos que era lo que quería. No se porque lo hice, pero me puso buena cara y se fue. Pobre chico pensé; se piensa que puede llegar a gustarme porque era medio popular. 

Era un chico de la clase del lado, 3ºC, aunque su mejor amigo, Andreu, iba a mi clase. En ese momento Jana me dijo que le gustaba a los dos, porque sino hubiera venido solo Leo. Me hizo que le diera vueltas en mi cabeza. Como le podia gustar a dos de los chicos mas guapos del curso. Si era yo, la guapaborde que todo el mundo le daba miedo hablarme porque tenían miedo al rechazo. Se acabó la hora de patio y me fui a clase. Era casi el fin de curso y ya pasaríamos a cuarto de la ESO, no me podía enamorar, en el verano puede pasar de todo y por eso tienes que estar soltera. Y debía dejar de pensar en lo que me había dicho Jana, no se sabe si es verdad, era mejor no hacerme ilusiones. Al llegar arriba me encontré a Andreu alrededor de mi mesa, como si me estuviera esperando.

— Que haces aquí? — le pregunté.

— Nada — ¿nada? No te pones en la mesa de las personas ajenas si no quieres NADA — ¿porque?— ¿de verdad me lo pregunta? Quería que pensara que no sabía que esta es mi mesa. ¿Se pensaba que era tonta?

— Porque es mi mesa — dije seca.

— Ah, no lo sabia  — como que no lo sabia, si lo sabia y ademas de sobra i hacia como si nada.

Se levantó y se fue. Que morro, primero intentan averiguar si estoy soltera y luego uno se  sientan en mi sitio. No puede ser. Estos dos tenían algo en mente en lo que yo estaba implicada. ¡Pero no! ¡No! ¡No! ¡Y no! Además que no estoy preparada para tener algo. 

Aquella tarde al llegar a casa, recibí un mensaje de un número oculto, miré en la foto de perfil y... !era Leo! No me lo podia creer, me había mandado un mensaje, y dos, y tres... El objetivo de este chico era volverme loca ¿no? Miré y decía: 

"hola, soy Leo de 3ºC"

"eres Andrea supongo..."

"¿como estas?"

¿Quien le había dado mi numero? De verdad que con solo un día este chico ya me había hecho dudar lo suficiente. ¿Que tenia que hacer? No lo sabia. Pero el destino si. Iba a pasar lo que tenia que pasar. 

Días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora