AVISO: Esta es la versión vieja de mi primera historia 'El chico que me regaló la luna'. La nueva versión la puedes encontrar en mi perfil, está en proceso.
Si te gusta Morat, este libro es para ti:
Si la vida fuera una película romántica, sin duda...
Holaa! Les aviso que ya está disponible el primer capítulo de la nueva versión, por si quieren ir a leerla, ¡Cuéntenme qué versión les gustó más!
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ADVERTENCIA DE CONTENIDO:
—Este capítulo abarca temas como el 'BODY SHAMING', así que si estás relacionado/a con este tema o alguno parecido, quiero decirte que estuve investigándolo y tratándolo de la mejor manera posible. Sé como se siente.
(Si no sabes lo que es, les dejo una breve explicación: "criticar a una persona en función de su forma, tamaño o apariencia física")
Al final del capítulo les dejé las páginas que utilicé para informarme más sobre el tema, por si les interesa leerlas.
Por cierto, a partir de este cap saldrán algunas escenas y chistes sexuales, pero no es +18
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Heather.
Dicen que las acciones valen más que las palabras.
Y Will es lo suficientemente listo como para tomar mi beso como un sí.
Así que no lo pienso dos veces y atraigo su cuerpo hacia el mío.
—Lo tomaré como un sí.
Se separa de mí un sólo segundo para decirme eso, pero enseguida se acerca más a mí. Siento el colchón en mi espalda, y el cuerpo de Will encima del mío. Lo beso de nuevo y cierro los ojos.
Cuando vuelvo a abrirlos, me encuentro con la mirada intensa de Will. Sus ojos le brillan y tiene la boca entreabierta.
Aprovechando que su camiseta negra le queda floja, la levanto ligeramente, hasta que él se separa un poco y se la quita por completo.
Siento el calor de su pecho cuando se pega a mí, y nuestros labios se unen de nuevo. Mi respiración y la suya se encuentran y mezclan cada vez más. La mano derecha de Will rodea mi espalda, mientras la izquierda trepa a través de la tela delgada de mi pantalón.
Cuando nos separamos, tomo una bocanada de aire y vuelvo a besarlo, sintiendo cómo la ligera risa de Will se ahoga bajo mis labios. Rodeo su cuello con mis brazos, y él coloca ambas manos en mi cintura.
Y por primera vez en mucho tiempo, no puedo pensar en nada más. Sólo en lo bien que se siente estar cerca de él.
Sus labios se separan de los míos y empieza a besarme en la mandíbula, mientras la yema de sus dedos se mueve por mi pecho. No se escucha nada más que nuestras respiraciones y gemidos, ni siquiera sé en qué momento se apagó la televisión. O si simplemente dejado de prestarle atención.
A pesar de estar prácticamente pegados, siento la necesidad de querer más. Le agarro el pelo en un puño y rodeo su cintura con mis piernas. Will jadea e intensifica el beso.
