Tengo Cien Pasos para Ir (Esta noche Lo Haré Noventa y Nueve)

Capítulo 6

Descargo de responsabilidad: no posee

Cuando Harry y Ginny regresaron al castillo de McGonagall, Neville los estaba esperando en la biblioteca. Había sacado algunos libros escolares y estaba trabajando en su tarea de verano de Transfiguración, pero la dejó a un lado con entusiasmo cuando la pareja entró.

"Todo bien?" preguntó, tomando nota de sus expresiones. Parecían furiosos, pero tratando de ocultarlo.

Harry respiró hondo y se obligó a relajarse. "Sí, ha sido un largo día, y es sólo mediodía. Sharptooth dice que el Consejo aprobó la solicitud para hacer una falsificación de la Espada de Gryffindor. Nos avisará cuando esté hecho."

Neville asintió. "Eso es bueno. Mientras tanto," extendió la bolsa que contenía la taza de Hufflepuff, "aquí está esto. Sé que tienes un lugar seguro para estos."

Harry tomó la caja. "Gracias, Nev. ¿Quieres comer algo? Entonces podría unirme a ti. La tía Minerva me mataría si supiera que ni siquiera he comenzado la tarea de Transfiguración."

Ginny se rió entre dientes, y el trío bajó a la cocina.

Durante el almuerzo, Neville les dijo que todavía estaba buscando información sobre la familia Gaunt para ver si podían reducir una ubicación en la cabaña. Todos estaban frustrados porque solo habían estado buscando una vez, pero entendieron por qué Sirius y Minerva estaban siendo cautelosos. Además, realmente no fue muy productivo simplemente salir y recorrer el campo con la posibilidad de que tropezaran con el lugar correcto.

Cuando Neville y Ginny tuvieron que irse a casa a cenar, los dos que pronto serán séptimos años habían terminado su trabajo de Transfiguración e hicieron un comienzo decente en Pociones – el último tema que Harry tuvo que completar para su tarea de verano, y segundo para durar para Neville, que todavía necesitaba terminar su trabajo de Charms.

Con todo, y a pesar de la montaña rusa emocional en la que había estado esa mañana, Harry sintió que había sido un día muy productivo.

XXX

A medida que agosto continuaba pasando, Harry se sorprendió al darse cuenta de que esta era la última vez que establecería su horario para la salida del Expreso de Hogwarts. ¿Fue realmente su último año de escuela?

Sí, Ginny respondió a sus pensamientos, mirando desde el libro que había estado leyendo.

Harry miró y puso los ojos en blanco. "Fue retórico, Gin."

Ginny sonrió. "Lo sé, solo pensé que respondería de todos modos."

Harry suspiró. "Simplemente parece tan surrealista. Recuerdo mi primer viaje en el Express. Estaba aterrorizado. ¿Y ahora? Estoy en el equipo de Quidditch, Head Boy, más amigos que nunca antes Hogwarts. Y la esposa más increíble de la historia."

Ginny sonrió y se inclinó para darle un beso. "Tú también eres bastante increíble, Harry. Y sé cómo te sientes. Mi séptimo año va a ser tan solitario. Por qué tuve que hacer amigos con tanta gente mayor que yo?"

Harry la puso a su lado. "Todavía estaremos allí. Visitaremos todos los fines de semana de Hogsmeade, y nos verás en vacaciones."

"Lo sé", respondió Ginny. "Pero no será lo mismo."

Harry no dijo nada, porque sabía que ella tenía razón.

Los siguientes días vieron aún más ataques de Mortífagos, aunque afortunadamente, el dispositivo de escucha que Snape finalmente había logrado plantar en el comedor de la Mansión Malfoy les había dado suficiente advertencia, así que pudieron evitar víctimas. El dispositivo había estado funcionando bien durante el par de semanas desde que se había plantado, y habían logrado frustrar varios de los planes de Voldemort. Desafortunadamente, Snape les había informado que el Señor Oscuro se estaba volviendo sospechoso, por lo que necesitaban tener precaución.