Respuestas.

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Después de comer fueron a un parque a petición de Rey, se sentaron en el pasto y ella le preguntó:

-Jamas habías ido a un lugar así?

-No, nunca, no me gustan los lugares dónde hay mucha gente, especialmente niños.

-Y entonces, porque vas?- ella estaba confundida por su comportamiento.

-Es deliciosa la comida.

-Ya veo.

Se quedaron callados un buen rato hasta que el teléfono de Rey empezó a sonar, ella contestó:

-Bueno, hola papá. Cómo estás?- le preguntó.

-Estoy bien. Sucede algo, el mensaje era muy raro.

-Estoy bien. Crees que pueda ir a verte, necesito hablar contigo.

-Claro, está todo bien.

-Sí, luego te lo explicó, te veo en un rato.

-Bueno, adiós.

-Adiós papá.

Ella suspiro, se levantó y le dijo a Ben:

-Bueno, debo irme, mañana hay trabajo y además voy a ir a ver a mi papá, te llamó luego.

-Espera Rey, no te vayas.

-Te llamaré, lo juro.

-Crei que pasaríamos el día juntos.

-Lo siento, tengo mucho que hacer y está semana me toca abrir a mi y además visitar a mi padre, perdón.

Ella se fue y vió un taxi y lo llamó, cuándo se iba a subir volteó a ver a Ben y le dijo que lo llamaría pero él no le hizo caso.

Esté se quedó maldiciendo pues jamás lo habían dejado, tal vez debería seguir saliendo con mujeres de una sola noche. No haber intentado algo diferente. Con frustración y molestia se fue a su casa.

Rey llegó a su casa, entró y llamó a Kydel dándose cuenta de que no estaba. Fue a su cuarto y se cambió; agarró su bolso y un suéter y salió. Fue hacia su carro, entró y lo encendió y se fue.

Cuándo llegó apagó el carro. Se quedó pensando que no podía ser que su padre le hubiera dado el teléfono de ella a su madre pues también lo abandonó a él.

Suspiró y salió del auto, su padre abrió la puerta y le dijo:

-Qué haces en el auto, porque no entrabas.

-Lo siento, sólo pensaba.

-Esta bien, pasá!

Cuándo se sentó en el sillón él le preguntó:

-Qué sucede hija, se que algo pasá?

-Me habló mamá!

-Qué- estaba en shock.

-Papá, tranquilo, no se qué quería, le colgué.

-Me parece bien.

Su padre suspiro y le preguntó:

-Te quedas a comer o ya lo hiciste?

-Lo siento papá, ya comí, debo irme. Mañana trabajo. Puedo preguntar algo.

-Claro, lo que quieras.

-Tu le diste mi número?

-Claro que no. A lo mejor habló con uno de tus amigos.

-Sí, puede ser, te veo luego, te quiero.

Rey se despidió con un beso en la mejilla y salió dirigiéndose a su casa. Cuándo llegó empujó las cajas de mudanza de Kydel y está la llamó; fue a la cocina mientras le decía:

-Hola, ya llegaste.

-Sí, fuí a ver a mi papá.

-Pense que estarías con Ben.

-Ben, deberás; debo llamarle.

-Qué pasó!

Ella se quedó callada un momento y luego le dijo:

-Oye, te puedo hacer una pregunta.

-Claro.

-Hablo por teléfono alguien extraño?

-Como, alguien que no conocemos!

-Exacto.

-Bueno, es que...

-Kydel- exclamó muy molesta.

-No te enojes. No contesté. Es que habló una mujer que te hablaba a tí cariñosamente y dijo que era tu mamá. Sabes que los que hablan se queda guardado nuestro teléfono en el suyo.

-Lo siento, tienes razón.

Rey se quedó pensando. Así era cómo obtuvo su número. Lo que no entendía es cómo consiguió el número y cómo supo que vivía ahí. Éso tendría que averiguarlo.


Otro capítulo.

Saludos Marí 😉.

Pasiones eternas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora