Pasiones eternas.

Siempre seré tuya.

Advertencia sexo explícito.

Al salir de bañarse Rey encontró una caja en la cama, la abrió y vió que era un vestido negro con dorado; muy elegante, vió que había otra bolsa más pequeña y la abrió, encontró lencería negra y medias negras hasta el muslo; se echó crema, se puso la lencería, buscó entré está un liguero y se lo acomodó. Ella no era atrevida pero pensó que a Ben le gustaría, después se vistió y estaba poniéndose los zapatos cuándo Ben tocó, entró y dijo admirandola:

-Guah, sabía que te verías bien, pero te ves fabulosa.

-Gracias Ben- dijo sonrojándose.

-Nos vamos.

-Claro- dijo mientras tomaba su bolso.

Salieron y Rey le preguntó:

-Es muy lejos del hotel?

-Algo, está cerca del teatro y éso es lo mejor- le respondió.

Llegaron al restaurante, se veía que era uno de los más elegantes de la zona, entraron y se sentaron ya que Ben había hecho la reservación en la tarde. El mesero les dió las cartas dejando unos aperitivos y una botella de vino; mientras Ben le traducía a Rey los platillos y entonces eligieron lo que iban a cenar.

El mesero tomó sus pedidos y se fue. Ellos empezaron a platicar. Rey le dijo que cuándo volvieran vería a Kydel e iría a la junta que esté había arreglado. Cenaron muy amenamente y cuándo acabaron se dirigieron al teatro. Los balcones eran los mejores lugares y Rey dijo:

-Esto es genial, la vista es increíble.

-Lo sé, son los mejores; por éso compré éstos boletos.

-Qué bien.

Ben se sentía contento. Le agradaba que a ella le pareciera todo bien. Disfrutaron de la ópera y después la limosna los llevó al hotel.

Llegaron y Ben le dijo que haría unas llamadas que ahorita la alcanzaba. Rey solo asíntio y entró al cuarto.

Rey se quitó los zapatos y Ben entró quitándose la corbata y el saco y dijo:

-Quiero hacer algo, pero no sé si tú quieras.

-Qué es?- le preguntó.

Se puso atrás de ella. Estaban recargados de la cama. La acostó boca abajo, se puso al lado y susurró:

-Si quieres que pare, dime.

Ella asíntio y el le dió una nalgada. Rey jadeo sorprendida y Ben le dijo al oído:

-Quieres que siga.

-Sí.

-Muy bien.

Volvió a darle otra nalgada y luego otra. Así siguió. Rey gemía cada vez más fuerte. Ben la volteó y la besó de manera intensa. Se levantó y empezó a desnudarse. Después agarró a Rey, la levantó y le quitó el vestido. Abrió los ojos sorprendido y excitado mientras le decía:

-Estas divina.

-Ben...

El susurró lo excitó más de lo que ya estaba. Ben la agarró de la cintura y la volteó diciéndole:

-Eres preciosa, no sabes cuánto te deseo.

Ella gimió y el la colocó de nuevo boca abajo y le quitó el ligero mientras la acariciaba y besaba sus muslos y piernas. Rey se agarraba de las sábanas mientras gritaba y el la volteó y le sacó las bragas mientras le decía:

-Ya quiero probarte.

-Ben...

El empezó a lamer su centro y ella gritaba mientras se movía. Ben siguió y siguió hasta que ella tuvo su orgasmo. Ben la besó y le dijo:

-Eres una delicia.

Rey gimió y Ben la llevó a la cama dónde la acostó y se puso sobre ella mientras le quitaba el brasier y empezaba a besar su cuello. Después se dirigió a sus senos y empezó a morderlos y a succionarlos. Ella gritó y él se quitó el boxer y entró en ella. Rey gimió y acomodó sus piernas en la cintura de Ben. Esté empezó a moverse cada vez más rápido. Ella gritaba y entonces el le dijo con voz ronca:

-Eres mía, dilo.

Rey ni siquiera podía hablar ya que Ben se movía cada vez más rápido y empujaba la cama. Ben lo volvió a repetir:

-Dilo!

Entonces ella sintió cómo llegaba al orgasmo y gritaba agarrándose de las sábanas. Ben se movió más rápido para llegar al suyo. Cayó sobre Rey y está dijo:

-Siempre seré tuya.

El sonrió y la besó mientras la acomodaba para dormir. Se sentía feliz, tal vez algún día podía confesarle sus sentimientos y esperaba que ella también lo hiciera.

Otro capítulo.

Saludos Marí 😉.