Beso.

137 40 33
                                    

Cuándo acabaron de cenar Ben le preguntó:

-Deseas algo más?

-No, estoy bien, gracias- le contestó ella.

-Muy bien.

Ben pagó la cuenta y agarró la mano de Rey y le susurró:

-Quiero llevarte a un lugar, quieres ir?- preguntó temiendo que dijera que no.

-A un lugar!- exclamó ella asombrada.

-Sí, quieres!- casi le ruega.

Ella se le quedó viendo y luego le dijo:

-Esta bien.

-Bueno, pues vámonos.

Cuándo les trajeron el carro se subieron y esté se dirigió hacia su casa. Rey iba viendo por la ventana lugares que ella no conocía pero le parecían muy hermosos.

Ben volteó a verla, estaba tranquila y relajada aunque se notaba cierto nerviosismo por no saber a dónde iban. Quería besarla y amarla pero temia ir muy rápido con ella, pues al ser diferente ella, el no podía ser cómo era siempre.

Suspiró y siguió manejando hasta que llegaron a un edificio, entró al estacionamiento, se estacionó y apagó el carro y Rey preguntó:

-Donde estamos?

-En mi casa- le contestó.

-En tú casa?- preguntó ella espantada.

-Sí, tranquila, no te preocupes, quiero mostrarte algo que te gustará.

-De acuerdo.

-Vamos- le dijo tomándola de la mano.

Salieron del auto y el volvió a tomarle la mano, entraron a un elevador y cuándo llegaron, salieron y el abrió la puerta y entraron a la casa. Ella vió el lugar; era hermoso pero no había nada femenino, no había nada que diera lugar de que vivía una mujer.

Ella suspiro y le dijo:

-Te puedo hacer una pregunta.

-Claro, la que quieras- le dijo.

-Porque no te has casado?

El suspiro y contestó:

-No lo sé. En realidad no es algo en lo que piense ni me interesa. Me gusta mi estilo de vida, tal vez no he encontrado a la mujer ideal.

-Oh, entiendo, que era lo que me querías mostrar.

-Ah sí, vamos.

La tomó de la mano de nuevo y la llevó a otro elevador, Rey miró confundida todo, cuántos elevadores tenía ése lugar, de pronto vió que llegaron a la planta alta y el le dijo:

-Vamos.

La volvió a agarrar de la mano, subieron unas escaleras y llegaron al techo que tenía un balcón, se recargaron y ella le dijo sorprendida:

-Esta vista es genial.

-Te gusta!

-De ve toda la ciudad, es muy hermoso, gracias.

El sonrió y le dijo:

-Me alegra que te guste.

-Esto es lo que querías enseñarme?- preguntó tímida.

-Sí, era ésto.

-Gracias Ben, es tan bello aquí.

Ben la miró y le dijo:

-Sabes te ves muy hermosa así.

-Gracias- le dijo viéndolo sonrojada.

Ben se acercó a ella y la besó y se dió cuenta de que a pesar de que ella no tenía experiencia el deseaba hacerlo siempre.



Otro capítulo.

Saludos Marí 😉.

Pasiones eternas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora