Royalty / SPROIER - SPIDERBEAR

Five

- Entonces... - empieza a hablar la rubia princesa - ¿Tú eres el sucio omega que se casará con mi hermano?

La sala del consejo se queda en completo silencio cuando la princesa dice eso. Roier abre los ojos sorprendido y no pasan más de cinco segundos para que Rubius llegue y reprenda a su hija.

- ¡Ari de Luque! - exclama.

- ¿Qué? No estoy diciendo nada que no sea verdad - reprocha la chica.

Mira a Roier de arriba a abajo con una mueca de desagrado - No ocultemos el sol con un dedo, este...príncipe omega viene de Quesadilla. Estoy segura de que a su edad ya lo traban como prostituta.

Spreen le gruñe a su hermana y rey Vegetta le da una bofetada que hace en eco en toda la habitación. Rubius ve a su hija con decepción, Missa se mantiene al margen junto a los miembros del consejo, mientras Roier siente un nudo en la boca del estomago.

- Esa forma de expresarse no es propio de una princesa - dice el rey de manera muy seria - El príncipe Roier está aquí de buena manera para cumplir su deber con Quesadilla y con Tryhard, él no está aquí para pelear con nadie y mucho menos para recibir malos tratos. Es inaceptable que tú, Ari, seas la primera en tener un comportamiento tan vil. Ahora, dejarás esa actitud de superioridad y te disculparás.

La princesa tiene los ojos cristalizados y un mano en su mejilla golpeada, pero aún hay determinación en su mirada y se mantiene callada.

Spreen da un paso para encarar a la chica, sus feromonas de enojo llenando la estancia - Discúlpate ¡ahora! - el príncipe usa su voz de comando y Roier toma todo de sí para no caer de rodillas ante la orden.

Y aunque la princesa también sea alfa, es evidente que Spreen, al ser mayor, tiene un rango de poder más alto.

La princesa toma un respiro tembloroso y dirige sus cafes ojos a Roier - Lo lamento, alteza. Mis palabras no fueron adecuadas, así que ruego su perdón.

- Está bien - contesta el omega dedicándole una sonrisa a su futura cuñada - Acepto sus disculpas, princesa.

El rey se aclara la garganta y dice - Disculpe esta escena, príncipe Roier, le aseguro que mi hija nunca había mostrado tal actitud. Reciba mis disculpas también.

- Está bien, majestad. Yo comprendo.

El rey asiente y con un ademán invita a todos para que salgan de la sala del consejo. Rubius toma a Ari del brazo y la saca con rapidez de la estancia, Philza salé con Missa de la mano y Spreen le extiende su brazo a Roier para que salgan juntos.

- Esa niña - murmura entre dientes el alfa - Lamento lo que dijo, principito.

- Está bien - repite Roier apretando un poco el brazo del príncipe para transmitirle calma - Estoy seguro de que no fue su intención, los niños hablan por hablar.

-El tema es que Ari ya no es una pibita. Tiene catorce años, pienso que está en una edad para saber lo que dice.

- No estés molesto, Osito...¿puedo decirte Osito?

El alfa sonríe y conecta su violeta mirar con los bellos y vivos ojos del omega - Claro que sí, vos me podés llamar como quieras.

- Entonces, Osito, no estés molesto - pide sonriendo - Ya pasó y yo no guardo rencores, espero que tú tampoco.

Spreen soltó un suspiro pero terminó por asentir con una sonrisa - Está bien, todo lo que pasó fue un quilombo y lo vamos a olvidarlo.

Roier asiente y se levanta en sus puntas para dejar un beso en mejilla del alfa.