AQUÍ NOS CONOCIMOS Y AQUÍ TERMINAMOS

PARTE VIII

HWASA

Un par de años más pasaron, no la veía, no quería romperme más el corazón al mirarla y sí, no puedo sacarla de mi corazón hasta el día de hoy.

Seguía recibiendo flores y dulces con mensajes, no podía descubrir quien era la persona que mandaba todos los detalles y mi guardia no me daba una descripción de la persona por políticas de privacidad. Por eso en estos momentos me encuentro cerca de la entrada para pedirle al repartidor la información del famoso detallista porque las flores las pongo en el florero, pero me dan ganas de botarlas si fuera de patán y medio que no me suman ni restan.

- Esa silueta...

Al bajar del auto tomo a la repartidora y no me esperé ver el rostro de la mujer que amo.

- ¿Qué haces aquí?

- Trabajando.

- ¿Tú estás mandando todo esto?

- Tengo que irme rápido al trabajo.

- Si respondieras un sí o no te irías rápido. - la sostengo más fuerte, no quiero que huya.

- Es anónimo el pedido.

- Entonces no eres tú. - la suelto. - Tendré que dejar de recibir entonces esos detalles o echarlos a la basura porque es pura mierda ¿No?

Quería llorar, pero lo aguantaba, no podía caer cuando muchos nos están mirando.

- No traigas nada aquí, no recibo pura mierda.

Me dirijo a la oficina luego de haber dicho aquello y me pongo a llorar, ni siquiera gritó mi nombre para detenerme y hablar conmigo, nada, no hubo nada.

Soy la única que sufre aquí, está dictado, tengo que olvidarla para siempre y estar con una persona que realmente me ame, no puede estar esperando una respuesta que jamás va a llegar.

WHEEIN

Me devolvieron justo lo que le había dejado, no me había esperado verla, ella ha estado esperando para saber quién es la persona que le manda esos pequeños detalles, ni siquiera tuve el valor de decirle que la que manda esos pobres regalos soy yo, no le pedí que esperara a que yo logre obtener más dinero para comprarle un conjunto de joyas de buena calidad, nada, soy una cobarde.

- ¿Por qué lo trajiste?

- Me descubrió y me acobardé. - confieso. - Ella no quiere nada que yo le mande, soy una idiota. - sonreí sin ánimo.

- Debiste decirle que aun la amas. - me abraza. - Lo siento pequeña.

No aguanto y rompo en llanto, me odio, odio ser lo que soy, Dios me dejó en el olvido por completo, él sabe cuánto la amo, sabe que busco también ese tipo de amor porque quiero tener a alguien a mi lado, alguien que me haga feliz, que me de la felicidad que no tuve cuando era una niña huérfana.

Mis dos mejores amigas son como hermanas para mí, pero el amor que siento por ellas es diferente al que siento por HwaSa, un amor que soñé con demostrarle, pero me odia, no me quiere cerca, eso duele.

NARRADORA

Lo que WheeIn no sabe es que esto no es nada comparado a lo que se le viene después.