Prólogo

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Para la Abigail real.

Querida A:

Han pasado diez años desde la última vez que nos vimos. Yo estaba por subirme al avión y tú tenías los ojos inundados de lágrimas. Perdón. Por irme. Por dejarte ahí. Pero sabes que era algo que no podía evitar. Nuestros caminos tenían que separarse, amor. Así tenía que ser.

Creo que nunca dejé de amarte, nunca pude, pero tu fantasma se ha ido. Tú ya no eres quien conocí en clases de literatura, ya no eres la chica que me cantaba para dormir, tú sabes que ya no eres ella. Yo también cambié. Aunque hay cosas que nunca van a cambiar.

Es imposible zafarse de ti, con tu rostro y voz por todos lados. Hasta ellos saben de nosotras y me lo recuerdan todos los días.

Te quiero para siempre.

-Allysa

Entre café y otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora