Capítulo 4: "No la juzgues"

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Hoy es viernes, el último día de mi primera semana.

Alynn volvió a insistir con la fiesta de vuelta de vacaciones de invierno. Le dije que sí, porque sabía que iba a insistir si decía que no.

Estoy con ella esperando que mi entrenamiento empiece, ya tengo puesto mi uniforme y ella me ayuda con mi coleta.

—Creí que la nueva de 5to año era tu novia.

—¿Por qué todos creen eso? ¿A caso no es obvio que somos hermanas?

—No... —Comienza a cepillar mi cabello.

—¿Cómo que no?

—Bueno, ella no es pelirroja.

—No, pero igual nos parecemos un poco.

—Si prestas atención, sí. Yo no presté atención.

—Abigail tampoco, al parecer.

—¿Ella también lo creyó?

—Sí. Es una tonta.

—No seas tan dura con ella, es mi amiga.

—De cierto modo, se lo merece. Es tan antipática y siempre está tan a la defensiva. Le caigo mal y no sé qué hice para que eso pase.

—Tienes que darle tiempo. Su vida no ha sido del todo fácil, no la ha pasado bien.

—¿Lo dices por Adrian?

—¿Lo conociste? —Asiento—. Es muy dulce, ¿no? —me pregunta y amarra mi cabello—. Listo —me dice y se siente a mi lado.

—No lo sé, Abigail no me dejó hablar con él.

—Es que lo cuida, eso es todo.

—¿Desde cuándo la conoces?

—Desde que llegó, hace como un año y medio. Mi mamá era su psicóloga, por eso la conocí. Una vez, estaba esperando a mamá en la sala de espera, ibamos a ir al centro comercial y me dijo que la esperara, en eso estaba cuando llegó una chica embarazada —me cuenta—. Sabía que era algo joven para estar embarazada, se veía cansada y triste, cruzamos un par de palabras, me contó que le daban educación en casa y que era de Florida, hablamos un poco más, pero mamá salió a buscarla, se despidió de mí y entró. Cuando salió después, junto a mi mamá, se veía un poco mejor, compartimos contacto y después salimos un par de veces. En poco tiempo se transformó en una muy buena amiga. Adrian nació en vacaciones, así que entró algo tarde a la escuela. Mamá habló con la suya, le dijo que lo mejor para ella, era que fuera a esta porque al menos estaba yo, o eso fue lo que me contó Abigail. No la juzgues, T/N. Conócela, porque te sorprenderás lo increíble que ella puede ser.

No puedo evitar sentirme algo mal por Abigail.

—No sé qué decir. Ella no luce como alguien que la ha pasado mal.

—No, porque ella no es de ese tipo de persona.

—Ahora lo sé.

Suena mi teléfono, es Andrea.

Suena mi teléfono, es Andrea

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