Capítulo 9: "primer capítulo"

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Al otro día después de clases, busco a Abigail por todos lados, creyendo que Alynn ya habló con ella. Aunque la verdad no sé qué esperar, porque no pretendo que ella quiera estar conmigo inmediatamente, o sea, si quisiera estar conmigo.

Entro en la cafetería y no está por ningún lado. Le escribo, pero no responde, así que inmediatamente sé que está entrenando. Entonces, voy a las canchas a buscarla. Cuando entro, está de espaldas gritandoles a las otras porristas. Me río y voy a buscarla.

—¡Graham! —Le grito desde el borde de la cancha. Se sobresalta al escucharme, pero enseguida voltea y su semblante serio se suaviza un poco, pero después vuelve a ser serio. Veo como habla con el resto de las chicas y luego, camina hacia mí.

—¿Qué quieres? —Me dice cruzada de brazos.

—¿Tienes los brazos pegados ahí? —Le digo burlándome, se da cuenta de su posición y cambia.

—¿Qué quieres? —Reitera.

—¿Alynn habló contigo?

—Sí.

—¿Y, qué opinas? —Le digo con la esperanza de que le guste la idea de estar conmigo.

—¿Qué voy a opinar, Brown? Si le contaste a mi mejor amiga que le fuiste infiel conmigo.

—¿Qué? No, Abigail. No le dije eso. Te lo prometo.

—¿Y entonces por qué ella vino a mí llorando diciendo que me odiaba y que te odiaba a ti por engañarla, que tu le habías confesado todo?

No sé por qué Alynn inventó todo eso.

—No lo sé, Abigail. En serio.

—No te creo nada, T/N.

—Dame una oportunidad para contarte cómo realmente fueron las cosas. Una sola.

—No, T/N. Ni siquiera lo pienses.

—Por favor. Si después de escucharme aun no me crees, lo entenderé, pero por favor escuchame —Abigail parece pensarlo.

—Está bien. Ven a buscarme en una hora.

—Sí, claro.

—Ah, y dile a tu hermana que si sigue faltando a las prácticas, se va a quedar de repartidora de agua en el juego.

Miro hacia detrás suyo, y me doy cuenta que efectivamente mi hermana no está ahí.

—¿Y dónde está? Dijo que estaría aquí después de clases.

—No lo sé, Brown. No me interesa tu vida familiar. Voy a volver al entrenamiento.

—Está bien, nos vemos.

Le marco a mi hermana, pero no contesta. Me preocupa que no me cuente donde está, porque ella siempre me cuenta esas cosas. Decido que es mejor idea avisarle a mi mamá, me cuesta hacerlo porque siempre hemos tenido lealtad entre hermanas, pero me preocupa que pueda pasarle algo. Mi mamá me dice que no me preocupe, que ella la va a encontrar, y yo le digo que me cuente cualquier cosa.

Hoy no tuvimos práctica de fútbol porque el capitán tenía cosas que hacer, así que voy a la biblioteca para leer un rato. Cuando entro, lo primero que veo es a Alynn. Voy enseguida hacia ella para encararla. Tengo tantas cosas que decirle que no sé por cuál empezar.

—Alynn —la llamo cuando estoy frente a ella.

—T/N... —Me dice susurrando—. Hola..

—Sí, hola. ¿Por qué le dijiste eso a Abigail?

—Porque es la verdad.

—¿Qué verdad, si tú y yo solo fuimos novios de mentira? Hoy le voy a contar la verdad, quieras o no.

—¿Qué? ¡No!

—Tengo que hacerlo: a mí me gusta ella.

—¿Y yo? —Me dice triste.

—Lo siento, pero lo único que podría ver en ti es una amistad. Tienes que entenderlo, Lynn. Esto era un juego y tú lo sabías.

Le digo y me voy.

El entrenamiento de Abigail termina y nos reunimos en el estacionamiento.

—¿Vamos? —Le digo apenas la veo.

—¿A dónde? —Me pregunta.

—Subete —no me responde, pero me obedece.

Conduzco hacia el mirador al que solemos venir, y me estaciono donde siempre lo hago. Una vez ahí, Abigail se quita el cinturón y se voltea con los brazos cruzados.

—¿Me vas a explicar?

—¿Qué cosa? —Le digo haciéndome la desentendida.

—Tú sabes, T/N.

—¿Yo sé?

—Ya. Dime. ¿Le dijiste eso a Alynn?

—Sí, pero no es como tú piensas. Ella y yo nunca estuvimos juntas.

—¿Qué? ¿Y por qué dijeron que sí?

—Porque queríamos ponerte celosa.

—¿A mí? ¿Por qué?

—Porque me gustas, y sé que te gusto.

—¿Qué? No...

—Es obvio que sí. Tú sabes que sí. Y tú me gustas también así que no necesitamos fingir, Abigail. Lo único que quiero es besarte otra vez y que estemos juntas. No sabes cómo me muero por estar contigo.

—T/N... Tú me gustas, pero no podemos estar juntas, no podemos.

—¿Y por qué?

—Porque a pesar de todo lo que tú piensas, es difícil para nosotras. ¿Sabes qué dirán en la escuela? ¿Mi familia, tú familia?

–Qué me importa, tampoco te debería importar a ti.

—No es que me importe que dirán, sino que eso puede ser dañino, T/N.

—¿Qué sabes tú?

—Mi hermano es gay, yo sé de lo que hablo.

—Pero, Abigail... Podemos no decirle a nadie, pero necesito que lo intentemos.

—¿Estás segura, T/N? —Me pregunta insegura.

—Obvio que sí. Quiero estar contigo más que nada.

—Yo también. Me gustas mucho, pero tengo miedo, ¿tú crees que podamos?

—Sí, es más: ¿quieres ser mi novia, Abigail Graham?

—Sí, T/N Brown —me dice y se abraza a mí.

Nos besamos después de oír su respuesta, y para celebrar le invito un café y un pastel de zanahorias.

Sin saber qué continuaría después, ese día algo me hizo saber que ese era el inicio de nuestra gran historia.

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⏰ Última actualización: Oct 07 ⏰

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