Beso en la frente

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"Complicidad, cariño, 

amor y protección.

También puede usarse

de manera amistosa

o familiar."

• • •

...

El mundo estaba a salvo.

Eso debería de ser suficiente para estar felices, aun si eso trae problemas con los de su bando, tener cuidado de lo que hacen o dejan de hacer, cuidarse las espaldas en caso de que en algún momento tengan que huir y salvar sus vidas.

Vamos, no es algo por lo cual deban de preocuparse del todo.


Las cosas no eran diferentes de como eran.

Llamadas de ELLOS, Anathema y Newton. Hablar con el que fue el Anticristo no parecía tan "anormal", después de todo, ese chico le dio un cuerpo a Azirafel, regreso intacto el Bentley y la librería obtuvo nuevos libros.


Luego el salvarle el pellejo a quien no lo merecía, esto a pensamiento y palabras muy claras de Crowley, ya que del lado de Azirafel aquello podía servir de ayuda para estar tranquilos con ambos bandos.

¡Vaya locura que tuvieron que pasar!

Incluso Azirafel uso el ultimo medio para detener al enemigo dentro de su librería, lo cual atrajo la atención de los altos mandos de ambos grupos, pero no tenía que sufrir viendo como sus libros eran usados de tal forma por Nina y Maggie.


—Han sido unos días un tanto movidos –hablo con tranquilidad Crowley casi acostado en el sillón largo. Agito de manera suave el vino dentro de la copa antes de saborear el embriagante contenido.

Azirafel en la silla individual meditaba un poco. La décima botella aun no hacía caer a ninguno bajo sus efectos, pero si poner a correr la mente.

Crowley alzó la ceja ¿Aun estaría enojado por meterse en una decisión que pudo haber arruinado su vida juntos?


Claro.

Para cereza del pastel, además de que Gabriel y Belcebú se fueran juntos como la pareja de enamorados que mostraron ser, la Voz de Ella se mostro en aquel lugar, mandando al cielo a sus subordinados y llevarse por unos minutos a su Ángel, dándole tiempo de arreglar un poco el desordenado lugar y tener el momento de reflexión con Maggie y Nina.


Metatrón le ofreció a su Ángel una oferta que Azirafel no creía que fuera posible, después de todo lo que había causado, aun con ello le daban la oportunidad de volver a servir en el cielo junto con su compañero, aquello si era en verdad una real sorpresa para el ex ángel de la puerta del Este.


—Nos vendría bien unas vacaciones, lejos de todo esto –señalando todo el lugar dando vuelta el dedo índice en alto —otros aires. Tenemos tiempo que no vamos a Roma, o China, el lugar naciente del té.

Usualmente Azirafel habla mucho cuando de sitios con valioso nivel de historia se trata, por lo que aquella situación ya le estaba poniendo ansioso, meciendo la pierna derecha con rapidez.

«Deben de sincerarse ustedes mismos, hablar de verdad» aquellas palabras sonaban tan fáciles de llevar, pero difíciles de aplicar. Crowley se enderezo en el asiento, paro aquel movimiento insistente de la pierna y tomo aire.

—Puede que haya sido un poco... No debía meterme en un asunto que bueno... –¿Cómo empezar si no sabe en realidad por cual de las razones empezar?

Azirafel salió de su mente, mirando al demonio delante suyo y, relamiéndose los labios por el sobrante de vino sobre ellos, hablo.



De regreso al apartamento, aquel que volvió a ser suyo con una sonrisa de satisfacción que ni los sujetos que se atrevían a pasar por delante de él estorbándole lograron bajar. La comisura elevada por la felicidad y la burbujeante sensación de calidez en el pecho y en la frente, esto debido a un beso que recibió por parte de su Ángel.

«Teniendo en cuenta todo lo que nos ha pasado, el Anticristo, Apocalipsis y lo reciente con Gabriel... »


—No dejaré pasar esta oportunidad –se motivo dejándose caer en la amplia cama con sabanas de seda, un regalo preciado del Nilo. Un demonio feliz no es algo que se vea todos los días, sin embargo, Crowley no es un demonio cualquiera, ni mucho menos es totalmente parte del infierno.



Por otro lado, en la librería de Soho un ángel ruborizado aun y nervioso caminaba de un lado al otro con una sonrisa difícil de borrar, y no es que el sonreír todo el día le fuera difícil, de hecho le encanta dar ese gesto y traerlo consigo, como si hubiese nacido con él.

En este caso, aquella sonrisa iba más allá de algo usual del día a día, más personal y cálido en el pecho y labios, aquellos que besaron la frente desnuda de aquel demonio del cual ha estado enamorado por mucho, mucho tiempo.


«Los humanos lo hacen de manera normal, como si de beber o comer se tratará, Ángel »las palabras de Crowley no era mentira, y cierto es que en todo aquel tiempo en la Tierra, observo algunos hábitos de los humanos, entrando entre ellos los besos. Un medio de comunicación tan sutil y discreto.

Pero también con sentimientos.



—Entonces... –poniéndose en pie ante la mirada del demonio, avanzo hacía este y deposito un suave beso en aquella despejada frente.

...

16/03/2024

•Solo como amigos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora