•Solo como amigos•

Beso en el lóbulo

"Acción romántica e

íntima que significa

provocación y deseo."

•••

...

—Sabes que estoy en contra de esto, lo sabes muy bien.

—Vamos Ángel, piensa en el bien de los niños.

—Esto, definitivamente no es un bien para ningún niño, Crowley. Es malo en toda la extensión de la palabra.

Azirafel regresaba los libres a su respectivo lugar después de haber cerrado por aquel día la librería en donde los humanos iban a leer un rato, llenarse de conocimiento, saberes y también de magia, fantasía y sueños.

—Solo lo estas viendo del lado negativo –Crowley se interpuso en el camino, Azirafel suspiro —hacer felices a los niños no es malo, son apenas unos caramelos que se les regalan para que sus padres estén más atentos a ellos y no a sus celulares o vayan a la perdición y el placer. ¿Acaso eso no es bueno para tu bando?

Azirafel achico los ojos —no intentes tentarme en esto, demonio.

Tres días para Halloween y Azirafel se dejo tentar por el demonio para adornar el lugar y formar parte de la ruta de los niños para pedir dulces. Maggie se emociono con ello y le ayudo con los arreglos ya que ella daría también algunos dulces en su tienda.

—Nunca pensé que vería la librería de su abuelo adornada para esta fecha, seguro el señor Crowley hizo algo para que cambiará de opinión –hablo feliz la mujer.

Azirafel fingió tener que ir por alguna cosa dentro de la librería para que el sonrojo no se viera, ya que su blanca piel no ayudaba mucho en disimular nada.

Aun quedaban unas horas para que empezará el desfile por las calles de niños disfrazados y adolescente alocados en sus fiestas, Nina quien, a diferencia de las festividades decembrinas, se veía más animada en esa otoño con un disfraz de monja a juego con Maggie.

—No es un juego –regaño el ángel a las dos mujeres por sus disfraces.

—¿Acaso me va a decir que no hay monjas malditas? –cuestiono Nina con una botella de pintura roja que simularía sangre.

—Los servicios en la tierra por parte de los humanos para diosa no son un juego, mucho menos disfraces que usar. Y por su puesto que no hay tal cosa como "monja maldita" –dijo mientras revisa los detalles.

—Solo será esta noche, la próxima será otro disfraz –hablo Maggie para tirar de Nina y ambas ir a la cafetería.

Desde la mañana de aquel día, Crowley no se había aparecido con la excusa de "deberes de demonio", dejándole con Maggie una lista de deberes que tenía que hacer, entre ellas el de tener listos los dulces.

—¡No usaré eso! –en la trastienda, a unos minutos de que empiece el recorrido, Crowley llegó con una bolsa en la cual viene el disfraz de Azirafel —¡Olvídalo! 

—¡Truco o travesura! –los grupos de niños se desplazaban de un punto a otro en un tiempo de diez a quince minutos, algunos disfraces eran los típicos de siempre: brujas, vampiros, fantasmas y máscaras de rostros horribles.

Estaban también las niñas con vestidos llamativos siendo princesas, hadas o ambas, los niños eran más variados como monstruos, piratas, robots y más fantasía que un niño tiene, le sorprendió en algunos ver lo contrario, una niña con bigote y desaliñada como todo un pirata, y niños un poco más agraciados.

—Se están luciendo con los disfraces –Maggie entrego unas bolsas de dulces junto a Nina, la cual daba a paletas a quienes se veían más mayores.

—Es difícil conseguir disfraces que sorprendan –comento Nina alzando la mano en despedida de los niños y esperar al otro grupo —divertirse es lo importante. Recuerdo que contaba los dulces que me daban, los dividía para terminar comiéndomelos todos –rio por el recuerdo y miro a su novia —¿Dime que al menos saliste a pedir dulces?

Maggie se ofendió por ello haciendo una mueca de molestia —el que no saliera de adolescente no significa que no lo hiciera de niña.

—Ya uno no sabe que esperar de alguien –alzo las manos, el siguiente grupo estaba en camino.

Varios niños como padres se tomaron fotos con "caperucita roja", el cual es Azirafel con una vestimenta al talle en donde usa estilo de falda escocesa, una camisa blanca holgada entre abierta y la típica capa que cubre sus cabellos como algodón.

—Es humillante –Azirafel no mostraba el rostro compungido delante de los niños, los cuales se iban felices con sus dulces, y algunos con la foto de caperucita roja —malvado demonio.

Crowley le sonrió, había tiempo para ellos antes de que vinieran los niños por lo que cerro la puerta y acorralo al enojado ángel contra la pared —la ropa no define quienes somos, ángel –musito.

Azirafel desvió el rostro —lo dice quien no usa ningún disfraz –hablo molesto cuando sintió cerca el aliento caliente —quítate de encima, nos puede ver alguien. 

Crowley en un principio compro el disfraz como una mera broma para que su Ángel se despejará y viera que aquello era más la idea del hombre, que por cierto si usaron de algún modo a favor de ellos para ganar almas, al igual que la cacería de brujas fue idea del hombre; cuando vio salir a Azirafel con aquello puesto, estaba por cerrar todo la librería para tener al ángel debajo de él.

—Lo disfrutas como yo –musito besando el lóbulo y luego apresarlo entre sus labios, haciendo el Azirafel de un gemido de placer, sentir un calor expandirse y empezar a cubrir desde dentro hacía afuera, el cosquilleo en el estómago y sentir una opresión en el pecho.

—Crowley... –apretó las manos a la espalda del demonio, el cual se apegó al ángel quedando entre la pared y el demonio —por favor...

—Ángel... –bajo al cuello y volvió a acosar la oreja que estaba roja de vergüenza como de otra cosa.

—Fueron menos niños que la vez pasada –comento Nina caminando hacía la librería con Maggie abrazada a su brazo.

—Los niños crecen –recordó cuando vio que el letrero de cerrado estaba puesto y que todas las ventanas estaban cerradas, lo cual provoco dos sonrisas cómplices.

Ambas estaban enteradas en el plan del demonio, por lo que le apoyaron en lo que pudieron y, al parecer el plan estaba rindiendo frutos. Se fueron de ahí, ya mañana tendrían tiempo de hablar con el demonio.

02/05/2024