•Solo como amigos•

Beso esquimal

"Tierna demostración 

de cariño."

•••

...

Hacer un par de maldades por aquí y por allá no le venían mal, y eso no significaba que estuviera en labores del infierno, es algo más personal, como sacar la furia del interior, el demonio interno en él pedía hacer que aquella mujer que buscaba perder peso pese a tener un cuerpo de envidia se viera en la tentación de comer de aquel pastel detrás del ventanal, o hacer que un hombre casado tuviese la tentación de ver a una mujer más bella de manera externa que notar la belleza interna de quien le acompaña.

En fin, un día productivo.

—Si saben lo que les conviene, serán mejor que mantengan este estado verde en sus hojas, de lo contrario me veré obligado en tener que tomar medidas muy serias –aquellas palabras junto esa mirada acechadora de serpiente hicieron de las pobres plantas erizarse y agitar sus hojas en respuesta.

Y antes de poder decir algo más, su teléfono resonó por el solitario lugar, dejando el atomizador con los nutrientes en su lugar y caminar al despacho en donde aquel cuadro de Monna Lisa, también conocido como La Gioconda cubre su caja fuerte.

La silla de piel negra giro ante el movimiento de la mano a esta y ser asiento del demonio el cual se puso cómodo y atendió al tercer toque //Ángel

//Oh Crowley ¿Te moleste? ¿Estas ocupado?

//Para ti nunca estoy ocupado, Ángel ¿Pasa algo?

//¡¿Es que acaso piensas que siempre que te llamo es por qué pasa algo?!

//Si.

//No es así. Verás...

Sin importar la distancia de Mayfar a Soho, el tráfico y otros tantos inconvenientes de los cuales Crowley nada parecía hacerle detener al elegante Bentley el cual va a una velocidad la cual marco en los detectores de velocidad una que podía compararse a la de un competidor de la formula 1, no es algo que inquiete al demonio.

Y justo delante de la famosa librería de Soho, descendió del auto con ese estilo único de él en ese meneo de caderas y sus largos pasos, abriendo las puertas del sitio que tenía el letreo de "cerrado" y que al reconocer al demonio, le cedió el paso.

Ya le había comentado a Azirafel de remodelar el lugar, hacerlo un poco menos antiguo y agregar unos toques del siglo XXI, pero el Ángel se aferraba a permanecer en ese su estilo, en el cual puede y tiene un mejor manejo de lugar, además de tener libros sensibles al tacto que con un mal movimiento podrían desprenderse las hojas, y es algo que no permitiría.

—¿Ángel? –llamó caminando por el lugar, escuchando en lo alto un "bajo en seguida" del segundo piso.

Entre sus lecturas diarias, una idea vino a su mente ¿Hace cuanto que no viaje? ¿Salir de la zona de confort como en los viejos tiempos? Aunque sus salidas eran más por cuestiones laborales, salir ayudaría a salir del mismo circulo en el cual siempre estás y así poder tener tiempo para ellos, y no es que no lo tuvieran desde antes.

Con ellos, se dispuso a salir de la librería y buscar una agencia de viajes algún sitio en donde el demonio y él pudieran pasar un par de días lejos del clima húmedo a uno más caluroso, aun si esos climas no son de su agrado por el hecho de sudar, seguro Crowley pensaría en una idea de como pasar el tiempo.

Luego de su ida a la agencia y tener algunos folletos de diferentes destinos, llamo al demonio, el cual y por la tardanza seguro estaría regañando a sus plantas, ya le había dejado que dejará de hacerle eso a esas pobres plantas.

La puerta se abrió sabiendo de quien se trata —bajo en seguida –tomando los folletos, bajo por las escaleras de caracol ocultando detrás de él la sorpresa —Crowley...

—¿Qué es eso importante que tienes que decir? –claro que tendría dudas y miedo. Primero cree que por fin podrán estar en paz ellos dos, luego Azirafel le llama diciendo que tiene que decirle algo importante que tiene que ver con ellos dos y de su relación en cuanto a la comunicación.

—Bueno... 

—¡Señor Fell! –se escucho el apresurado toque en la puerta de, donde Maggie era quien golpeaba y llamaba a la ventana y Nina parecía estar vigilando al rededor.

Crowley gruño por lo bajo ante aquello, estaba por cubrir las ventanas cuando un aroma a podrido le hizo erizar la piel y mostrar los colmillos, aquellos que Azirafel nunca había visto, al menos no de esa manera. Azirafel también noto enseguida algo extraño y atemorizante en el aire, lo cual le hizo correr a la puerta teniendo cerca al demonio el cual le gano, abrió la puerta y jalo hacía dentro a las dos chicas, y aseguro la puerta sin dejar al ángel hacer o decir algo.

Aquello Azirafel lo tomo como algo grave.

Sanar a un demonio con poder angelical no era posible, por lo que Azirafel uso el botiquín que tiene en caso de que algún humano lo requiera, incluso tiene títulos y certificados de cursos auxiliares de medicina. Empapo la mota de algodón en alcohol y lo palpo en la herida abierta de Crowley, el cual gruño de dolor, pero se dejo hacer por el ángel.

Lo que los humanos habías visto no era semejante a lo que Crowley, Azirafel y ahora Maggie y Nina ven. Lo que sucedió no paso a ser algo grabe gracias a la intervención de Crowley, que conste que aquello no lo había hecho por ellos, o por ellas aun cuando en el fondo de aquel corazón demoniaco si lo hizo por la seguridad de ellos, pero especialmente por la de su Ángel.

—No debiste... Actuar tu solo –le regaño. Azirafel se había asustado ¿Y si le pasaba algo grabe a su demonio? ¿Su demonio? 

El ángel en verdad empezaba a tener pensamientos más "animados" con relación a Crowley. Al verlo de esa manera, a la defensiva saliendo de la librería le causo miedo de perderlo.

—Tenía cuentas que saldar con él... –los colmillos seguían estando a la vista, lo cual hizo que girara el rostro a otro lado —¿Ellas están bien?

Al volver, le había dicho que dejará a Nina y Maggie dormir esa noche con él, el demonio se encargaría antes de irse de revisar los alrededores.

Azirafel asintió —supongo que deben de estar dormidas. Se asustaron mucho... Ellas pueden...

—Es la maldición de saber sobre seres sobre naturales –dijo el demonio deteniendo la mano de Azirafel al acercarse a otras de las heridas, al menos Crowley quedo satisfecho y dejo en peor estado al otro. Pero eso no quita de que informe lo que hizo a los de abajo —es mejor que me vaya de una vez... Estarán seguros aquí.

—Crowley... –"me preocupas" sus ojos destellaban en preocupación, con lágrimas acumuladas, no se había asustado de tal manera.

El demonio sostuvo el rostro del ángel, no podía besarle por culpa de los colmillos, no quería dañarlo, aunque sería imposible eso, entonces, sintió el roce de la nariz ajena contra la suya, tan sutil que le hizo soltar un gustoso suspiro de los labios, recreando la misma acción para Azirafel —estoy bien, Ángel. Tranquilo.

...

29/03/2024