Aitana observa a sus amigos –viejos y nuevos– divertirse al ritmo de la música no muy lejos de su asiento y esboza una pequeña sonrisa antes de tomar otro sorbo de la cerveza que ha robado directamente de la heladera del dueño del piso cuyo nombre no recuerda. O, mejor dicho, “ha tomado prestada sin devolución”, ya saben que eso de robar no es muy bien visto por la sociedad actual. Además, es un término un tanto fuerte, ¿no les parece?
Analiza detenidamente el panorama y su sonrisa se ensancha:
Pedro salta al ritmo del beat e intenta que Rodrigo siga su ejemplo, aunque el pelinegro se mantiene firmemente pegado al piso y reticente a moverse a pesar de los zarandeos; al mismo tiempo, Claudio y Facundo acompañan y admiran a sus chicas como los bobos enamorados que son.
Valentina parece estarlo pasando de lo lindo y eso es algo que la conmueve. Después de su ruptura con Marco llegó a estar profundamente preocupada por el estado quebradizo de la cordobesa, sin embargo, contra todo pronóstico y dando a conocer ese lado fuerte y resiliente que la había hecho levantarse y quitarse el polvo como una auténtica guerrera tras la muerte de su madre, Valu había recogido y vuelto a armar los diminutos fragmentos de su corazón roto, soldándolo con acero y creando así, una aleación bastante particular, una resistente pero penetrable. Aunque el apoyo de Facundo, aunado al esfuerzo de ella y Brenda tampoco es un factor en su recuperación que pueda ser negado. Aitana no podría estar más orgullosa de su noble pulguita.
Respecto a Brenda, tiene numerosos sentimientos encontrados. Siempre supo que jamás podrían reconstruir por completo lo que alguna vez tuvieron y echaron a perder, y con “echaron” me refiero a que el noventa y cinco por ciento de la culpa de lo sucedido la tuvo Aitana, aunque este no es precisamente el momento indicado para buscar responsables. El punto es, que como ya ha dicho la rubia, aún tiene esa espinita (con vocecita diabólica incluida) clavada en su cabeza que la obliga a actuar a la defensiva en presencia de la pelirroja, como si no estuviera lista para ondear la bandera blanca y recapitular en pos de alcanzar la paz, incluso si fue ella quien pidió perdón en un inicio.
Empero, no intenten buscar mucha lógica dentro de la cabeza de Aitana Martínez, ese hervidero de ideas y contradicciones está tan enredado que necesitarías de una saga completa para desatar semejante nudo.
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Secuelas de cuarentena #PGP2024
JugendliteraturPorque, para bien o para mal, la mascarilla no es la único "obsequio" que nos ha dejado esta pandemia... 🏅 Ganadora General de los Deluxe Halloween Awards 2023 de @EditorialDeluxe 🥇 Primer puesto en la categoría Drama - Humor Negro - De Todo de lo...