trece

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Hoseok lo vio acostado a su lado, desnudo, relajado... como si no fuera el mismo tipo que acabado con la vida de su padre. Pero eso no era lo realmente importante en esos momentos, no... lo importante era que tenía que ayudarlo para que pudiera ir a un psicólogo, o en esos momentos, a un psiquiatra.

Yoongi necesitaba calmar sus demonios. Para Hoseok le parecía irónico que una persona tan atractiva, sexy y poderosa también fuera la más enfermiza que conociera en toda su vida.

Se levantó suavemente, fue al baño cometiendo la menor cantidad de ruido posible y entonces se metió al baño. Necesitaba sacarlo de sí, necesitaba borrar sus caricias, sus besos de su boca y su cuello, incluso de sus sentidos porque aún lo podía sentir adentro follándolo; embistiendo profundo; con suaves caricias.

Cuando terminó su baño, tomó su celular y salió al balcón. Llamó a Namjoon primero.

—Hobi... ¿estás bien? Necesito verte —la desesperación en la voz de Namjoon era más que evidente.

—Sí, estoy bien pero necesito decirte algo. Es para terminar con todo esto y poder ser felices, los dos, muy lejos de aquí.

—¿Vas a terminar con lo nuestro?

—Solo por un tiempo, hasta que pueda ayudar a Yoongi.

—¿Ayudarlo? ¿Hoseok aún crees que ese imbécil tiene solución?

—Sé que sí. Yoongi me necesita, y sé que puedo ayudarlo —Hoseok tragó saliva. Había un detalle que Namjoon nunca supo: el hecho de que Hoseok aún amaba a su esposo.

—¿Y qué va a pasar conmigo?

—Estaremos en contacto Namjoon, lo prometo —hubo un momento de silencio hasta Namjoon se volvió a escuchar.

—Al menos regresa pronto, estaré mejor sabiendo que estás bien.

—Lo prometo —habló Hoseok—. ¿Namjoon?

—¿Sí?

—Te amo.

—Yo también Hobi, yo también te amo.

Al cortar la llamada, Hoseok se giró para ver a Yoongi dormir en la cama, ese hombre era un jodido misterio, un jodido y completo acertijo.

Tomó su celular y mandó un mensaje a Taehyung, hacían cerca de catorce meses que no hablaban pero lo necesitaba. Le mandó un mensaje con una simple frase:

¿Conoces a un buen psicólogo? 

—¿Qué haces ahí? ¿Te vas a suicidar porque te toqué? —la voz burlesca de Yoongi hizo a Hoseok rodar los ojos.

Caminó hasta él, tirando su celular a un sillón antes de subirse sobre el regazo del mayor y besarlo apasionado, mordiendo su labio inferior y lamiendo el mismo.

—Estaba esperando a que mi marido se despertara... has sido muy bueno conmigo.

—¿Qué te traes entre manos? —Yoongi acarició aquel pecho antes de llevar su mano a aquel cuello y presionar suavemente.

—Nada malo, solo quiero mimarte un poco —Hoseok tomó aquella mano y besó la palma de la misma— Te dije que sé complacer muy bien a mis amantes y ahora solo tengo uno, y ese eres tú.

El celular de Yoongi sonó, Hoseok se levantó para alcanzárselo y su marido lo recibió para atender la llamada.

—Señor Park... no, lo siento. Decidí que no es material para ti... —una risa ronca— Jimin, vas a casarte con el único heredero Kim... ese tipo tiene un culo de ensueños.

Hoseok solo sonrió y se dedicó a acariciar a Yoongi todo lo que la sabana dejaba a su vista.

—Lo siento pero no. Es mío y se acabó, nos vemos Park —cortó Yoongi y acomodó su espalda y cabeza en el espaldar de la cama para cerrar sus ojos y suspirar ante aquellos toques.

—Estás jugando con fuego Hoseok, otra vez.

—¿Y tú me vas a quemar? —el tono de voz de Hoseok sonó bajo, sexy.

—Voy a calcinarte bebé.

Y la alarma de Hoseok se encendió... ya a esta altura no sabía si era metafórico o literal. Aún así debía seguir el juego.

—Entonces seré muy feliz si eres tú.

Yoongi lo tiró en la cama y solo lo abrazó.

—Hiciste las cosas bien, ahora es tu recompensa.

Hoseok sintió los brazos de Yoongi abrazarlo y soltó una "broma".

—¿Y si sigo así conseguiré el divorcio?

—Jamás te dejaré, jamás Hoseok —Yoongi lo abrazó un poco más fuerte.

Hoseok solo cerró los ojos y fingió que estaba bien, que estaba tranquilo, que no había problemas.

Durmieron hasta las ocho de la mañana del día siguiente.

Cuando el sol salió, el celular de Hoseok sonó en el sofá donde lo había tirado la noche anterior y éste cuando despertó, se dio cuenta que estaba arruchado entre los brazos de Yoongi, como si buscara un calor que esa persona no le daría nunca.

Elevó su vista y se dedicó a recorrer cada parte de aquel atractivo rostro. En efecto, su marido era un rompe corazones, siempre lo sería... pero las demás amantes nunca conocieron el verdadero rostro de esa persona tan bello como un ángel.

Un ángel caído... era una buena frase para dedicársela al hombre a su lado.

—¿Por qué no me ayudas? —susurró bajo, tratando de no ser lo suficientemente ruidoso para despertarlo.

Era tan tierno cuando dormía.

—¿Por qué siendo como eres no arruina mi enamoramiento por ti, Min Yoongi?

mátame lento ; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora