Los Recuerdos de unos ojos rojos ◽️Jujutsu Kaizen (Oc)

- Jujutsu 🐉 -

Gotas de lluvia
Parte de un recuerdo

La hermosa mañana golpeaba en Tokio, donde caía un poco de lluvia dejando el delicioso olor a tierra mojada en las calles y el libre aire que traía el frío.

Gojo Satoru un adolescente de 17 años corrió para llegar hasta las escaleras en el que su mejor amigo, Suguru Geto, lo estaba esperando para ir a la escuela de hechiceria.

- Lamento la demora - Habló bajando el paraguas - Pero me levanté tarde.

- No me sorprende tu irresponsabilidad, Satoru - El pelinegro se levantó de las escaleras -¿Algo nuevo hoy?

El albino negó riendo para volver a caminar, mientras los dos amigos se protegían de la poca lluvia que caía del gris cielo. Hacia un hermoso día para ir a comprar algunas sodas y botanas de camino a la escuela, Satoru se adelantó corriendo hasta la primera tienda que vio, seguido de Suguru que no se quedó atrás.

Del otro lado del panorama, Yumeko tenía la mirada en su mano, pues estaba viendo un anillo que su madre le regaló mucho antes de morir, se lo había puesto en el dedo pulgar, ya que en ese tiempo de menor no le quedaba muy bien y decidió colocarlo allí.

Pero, su concentración estaba en otro lado, aunque mantuviera la mirada en ese objeto circular de plata, se preguntaba ella misma...
¿Soy importante para los chicos?

Siempre en las misiones o en clases, ella está como olvidada de los demás, piensa que nadie la mira o que la ignoran por completó. No podría pensar en sus eventos pasados desde que llegó a la escuela, recuerda lo que comentan al estar junto con los chicos en un lugar donde todos los conocen.

-"Satoru, Geto, Shoko! Vayan a hacer lo que les dije... Y lleven a Yumeko con ustedes...

- Oh! Chicos! Cómo han estado?... He? Yumeko! No te había visto.

- Vaya que son grandiosos!... Tu también Isthar.

- Ah? Es qué estabas aquí Yumeko?.

Es lo mismo, su tía le dijo que ella tendría amigos que siempre la cuidarían de todo, que siempre la acompañarán. Pero, ¿soy esa persona que nadie sabe qué está allí?

- Demonios... ¿Porqué tengo ganas de llorar? - Trato de quitarse las lágrimas - Que patética soy...

Le estaba dando demasiadas vueltas, ahora recuerda que había chicos de primer año que la llaman Mamá, porque su comportamiento era muy parecida a ellas cuando van de misión con la Isthar, siempre dando lecciones mientras lucha contra las maldiciones, ahora su mente y sus pensamientos han cambiado. Ya no se siente olvidada de los demás, se ha ganado su lugar como hechicera en Tokio, sin la necesidad de los chicos. Con una pequeña sonrisa mientras aprieta su paraguas, sigue caminando hasta en destino que no es la escuela de hechiceria.

Al pasar por una tienda cerca, la pelinegra sigue su rumbo sin darse cuenta que sus dos compañeros, Satoru y Geto salen de dicho lugar con bolsas de snack.

- No entiendo tu idea... "No entrar a clases y pasar el rato en un campo" - Dijo Geto tomando de su soda - ¿Para ti no significa faltar a clases?