El Amargo Sabor Del Adiós

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-Esa misma noche...En la casa barco de Gordon, Davey y Chelsea.

-La noche dejaba ver un hermoso paisaje de estrellas, acompañadas de la luna, la cual ofrecía su bajo brillo a aquellos que se dejaran bañar por la dulce armonía del ambiente nocturno. En la zona de la proa, sentada sobre el mascarón para ser exactos, se encontraba Chelsea, la que al parecer estaba meditando mientras tarareaba una suave melodía, al menos así fue hasta que el capitán Gordon hizo acto de presencia, caminando por la cubierta hasta estar cerca de la sirena, haciendo que esta detuviese su tarareo, permitiendo que Gordon hablase, lo conocía lo suficiente como para saber que a eso era a lo que venía.

Ya decía yo que no había puesto ninguna caja musical con una melodía así de hermosa para irme a dormir...¿problemas para dormir marinera?.

-Gordon intento tomárselo con algo de humor, para que no se notase su preocupación debido a la actitud melancólica de la sirena, sabía que si peguntaba y atacaba directamente, Chelsea se negaría a hablar, le daría a alguna evasiva y luego cortaría la conversación ahí mismo y se iría, a ella se le daba muy bien mantener esa fachada de "mi vida es perfecta", con su hermosa sonrisa, junto a su actitud tan relajada y si sumamos eso a su enorme seguridad sobre si misma. Podría engañar hasta a el mejor detector de mentiras, pero Gordon ha convivido con ella lo suficiente para ver un poco por debajo de la mascara tan bien construida de la sirena, esa mascara que usaba para que sus emociones jamás afectasen su juicio y que no pudiesen ser usados en su contra. Antes de que Chelsea pudiera responder, el capitán le acerco una taza con algo de chocolate caliente y con un lindo detalle en el interior, unos malvaviscos, eso hizo que la sirena le mirase con una sonrisa ladina mientras arqueaba una ceja.

Si crees que sobornarme con dulces, hará que te cuente todos mis problemas...entonces ya me estas conociendo mejor de lo que esperaba capitán~.

-Comentó la sirena mientras tomaba la taza con ambas manos y le daba un suave soplido y luego procedía a darle un ligero sorbo a la bebida chocolatada, eso sin duda le saco una sonrisa. Al parecer algo tan simple como una bebida hecha a base de cacao y leche, conseguían quitarle el amargo sabor de la boca que le llegaba cuando sobre pensaba las cosas, algo que había descubierto hasta hace poco, pero lo agradece. Una vez consumido parte de su soborno, esta se le quedo mirando un rato al capitán, para luego volver su vista a la hermosa imagen que ofrecía la noche, una reluciente y enorme luna, junto a su reluciente manto de estrellas, la cual se veía reflejada en el mar, algo tan bello que quizás en nuestra ajetreada vida cotidiana no llegamos a apreciar, pero si detenemos todo por unos instantes, lograremos ver lo hermoso que es el mundo a veces.

—Vamos capitán, haz las preguntas que quieras , partiré dentro de poco y supongo que una pequeña "charla de marineros", seria demostrar mis respetos hacia tu persona, ¡en especial porque no aceptaste mi oferta de una buena cantidad de oro!. «Soltó Chelsea con un tono de sentirse ofendida, pero obviamente era de broma».

—Ya te dije que un tesoro "pirata" no tiene sentido si te lo entregan en bandeja de plata así nada más, lo que lo hace tan valioso, ademas del tesoro en si, ¡Es la aventura qué hay detrás de su hallazgo, la sangre, el sudor y lagrimas derramadas por el camino, los amigos y enemigos que hiciste a través de la travesía y por supuesto, la satisfacción de haberlo encontrado por ti mismo!.

-Mientras el capitán del barco hablaba totalmente inspirado, este colocaba su pata de palo sobre el borde que había en el estribor del barco, concluyendo su discurso con una "pose Gainax", mientras miraba al horizonte, sumamente inspirado cabe recalcar. Mientras tanto...la sirena se encontraba haciéndole burla, copiándolo de manera exagerada a sus espadas, cosa que le saco unas cuantas risas al cangrejo Davey, expresándolo con los ruidos de sus pinzas. Cuando Gordon noto aquello, este carraspeó su garganta para retomar el asunto de su visita, aunque con algo de vergüenza en su rostro.

[Bajo La Presión Del Mar] {Chelby}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora