Capítulo 1

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Tendré que enfrentar otro día más, un día más de tormento lleno te burlas, insultos y desprecio; de nuevo tendré que encontrarme con todos ellos.

Me aterrorizo más con cada paso que doy; no quiero ir, será horrible igual que siempre, igual que todos los días de mi vida.

Lo único bueno de ir es que quedarán solo dos días más para poder graduarme y así dejar de ir al que se supone debería ser mi segundo hogar.

El bolso pesa en mi hombro, el frío incrementa de una manera descontrolada y por acto reflejo me abrazo a mi misma, tratando de mantener un poco de calor en mi cuerpo. La falda del uniforme de mi colegio no es lo suficientemente larga y abrigada como para mantenerme alejada del frío, mi mandíbula tiembla al ritmo del viento y me erizo a causa del mismo.

Finalmente llego a la parada del autobús. Al ser apenas las seis y treinta de la mañana, las calles están adornadas únicamente por unos pocos árboles y uno que otro automóvil que va despreocupado por el pavimento.

Después de algunos minutos de espera el autobús llega.

Las puertas se abren y decido subir en él. Sin esperar ni medio minuto el chofer acelera, me tomo desesperada de unos de los primeros asientos tratando de no caer para atrás, y entonces las primeras burlas del día llegan.

Antes de sentarme veo a la castaña de ojos azules que ha hecho mi vida una verdadera pesadilla. Allison Lee. La estadounidense que llegó a este lugar por culpa de algún conflicto familiar que ha tenido su padre. Y junto a ella la rubia oxigenada con lentes de contacto verdes, Gabriela Torres. Su "mejor amiga".

Ellas junto con toda la última fila tiene una gran sonrisa burlona en sus rostros para después soltar una carcajada. Los observo por segundos, claro que no me atrevo a crear contacto visual con ninguno de ellos.

-¿Qué estás viendo idiota?-. Habla Allison al notar que ellos han captado mi atención.

Escuchando las palabras burlonas de todo su grupo, nerviosamente me siento en el quinto asiento, al lado de la ventana.

Pongo los ojos en blanco sin que ellos me vean, claro.

Arreglo un poco mi cabello ondulado, pongo mi bolso en el lugar vacío que esta a mi costado y saco del mismo mi celular junto a mis audífonos. Me Acomodo los auriculares y pongo play a la música.

El suave ritmo de la canción "Wake me up" acaricia mis oídos mientras tarareo en voz muy baja la canción. Solo veo por la ventana tratando de hallar algo interesante, algo que sobresalga de todo.

.

El fuerte sonido de la batería en la canción que se reproduce, me sobresalta y despierta. Pero me alegro que me haya despertado, ya que falta muy poco para llegar al colegio y si yo no hubiera despertado Allison me jugaría otra de sus bromas pesadas.

Apenas han pasado un par de minutos y hemos llegado. Las puertas del autobús se abren y llenan la atmósfera de mucho ruido.

Pauso la música, me quito los audífonos y guardo el celular dentro de mi bolso.

Decido esperar a que todos bajen. Sinceramente no quiero un encuentro con Gabriela o con Allison.

Simplemente miro mis uñas y de vez en cuando mi falda, y al ver atrás veo que todos han bajado así que tomo todas mis cosas y caminó hasta bajar del autobús.

La tranquilidad reinaba en mi rostro pero se desmorona cuando veo a la estadounidense con toda su manada junto a la única puerta de entrada.

«Tranquila...sólo pasa a su lado sin darles importancia»

Con la mirada en el suelo camino. Me alegro que no me molesten, lo malo es que esa alegría dura muy poco.

-¡Pero miren que tenemos aquí!-dice Allison cortando la conversación que tenía con su grupo.-Si es nada más ni nada menos que la idiota más patética del colegio, ¡Alicia!-lo dice con alegría falsa y burlona.

Los demás se ríen a carcajadas y yo lo único que hago es fingir una sonrisa.

-Eres demasiado patética- escucho alguien del grupo pero no logro identificar quien es.-¡Mira tu cara! Es demasiado graciosa.- lo dice todo tratando de contener la risa, siendo bastante cruel al decirlo.

-¡Ya lárgate de aquí idiota!-dice Gabriela entre risas.

-¡No Gabriela! ¿Qué haces?- me quedo totalmente confundida como Gabriela al escuchar ese comentario salir de los labios de la estadounidense.-Deja que nos divierta un poco más esta morsa.- me señala y hora entiendo a que se refería.

Sus risas son mucho más sonoras.

-Ya lárgate estúpida- me dicen.

A paso acelerado y veloz, me marcho hacia el baño. Espero que esta vez no me sigan.

Trato de hacer que lo que me dijeron no me afecte...pero lamentablemente es casi imposible. Camino y camino, hasta llegar al salón de clases. No quiero encontrarme con nadie más y tener un momento desagradable.

Al momento de llegar solo me acerco a la parte de atrás y me siento en el último puesto, el que queda justo al lado de una ventana, el que esta alejado de todos, me siento mejor estando distanciada de todos. Suena extraño pero a en estos momentos sinceramente no quiero que nadie entre en mi mundo.

Las clases son igual que siempre. El estúpido grupo de Allison me humilla como siempre, yo sólo sonrio fingiendo que también me divierten sus comentarios me mantengo en silencio mientras dibujo y no miro ni hablo con nadie.

La campana suena y esa es mi señal para salir disparada para evitar cualquier tipo de humillación pero mi esfuerzo por hacerlo se va directo a la basura cuando por error se me ocurre entrar al baño y no salir corriendo a la salida. Me paro en frente del espejo y me propongo a abrir el grifo del lavamanos. Y entonces, maldigo mentalmente al escuchar la voz chillona de el par de zorras que tanto detesto.

-No habíamos acabado nuestra conversación en la mañana ¿verdad?- se acercan a mi y se colocan a mis lados respectivamente.

-Por favor déjame en paz.- digo con voz temblorosa mientras bajo la mirada.

Después de un par de risas una de ellas me toma del cabello.

-¡Mírate! ¡¿No te da vergüenza?!- me asusto por sus gritos.-Eres tan patética. Estás tan gorda por favor mira esto- toma mi mandíbula.-¡Eres un asco! Deberías hacerle un favor a la sociedad y suicidarte. El mundo no necesita gente gorda, fea y patética como tu.- después de decir eso me toma con más fuerza, me lanza al suelo y yo comienzo a llorar.

Se ríen juntas y se burlan de mi por llorar.

-Sigue mi consejo ¿quieres?- me susurra antes de irse.

.

Llego a mi casa y encuentro a mamá en el comedor junto a papá. Los dos llevan una gran sonrisa en el rostro. ¿Qué pasó?

-Hola Ali.- me dicen los dos emocionados.

-Hola.-Sonríen más, se nota que están muy emocionados.-¿por qué tan emocionados?.-

-Ali...hemos recibido un correo electrónico hoy en la mañana.-

-¿Y?- me emociono al darme cuenta de lo que se trata.

-¡Te aceptaron en la universidad de Madrid Ali!- grita mi madre.

¡No me lo creo!

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Hola. Bueno me he demorado escribiendo no he tenido mucho tiempo espero que les guste. El próximo capítulo va a ser más interesante y ya tendremos a nuestro segundo protagonista.

Paper Memories (Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora