Con todo mi ser ....

Quieres Jugar con ellas ....

Los días pasaron sin prisa y finalmente llegué al aeropuerto, situé el jaguar de Camila en el estacionamiento y después de asegurarlo me bajé un tanto ansiosa y caminé hacia la entrada, tomé asiento en la sala de espera y miré por la pantalla el tiempo que faltaba. para que arribara su avión… solo media hora… solo media hora y podré tenerla nuevamente entre mis brazos.

Saqué mi teléfono y me puse a jugar, y así transcurrió el tiempo lentamente hasta que después de la mirada número 50 al monitor vi con alegría que el color verde había cambiado a uno rojo que anunciaba el arribo del vuelo y me levanté emocionada.

Me abrí paso entre la multitud y esperé pacientemente para verla, mi corazón dio un salto y en mi rostro se dibujo una enorme sonrisa al ver que una cabellera castaña inconfundible sobresalía entre la multitud, en cuanto me vio se lanzó en troté hacia mis brazos soltando sus maletas a un lado.

La abrasé con alegría y sus labios no esperaron más por los míos, cosa que me alegró profundamente, hasta que los besos cesaron al escuchar como alguien se aclaraba la garganta.

— Amor… — Dijo ella sin aliento sin dejar de abrasarme

— Le presento a mi novia . Me soltó y saludé a su jefe con una reverencia

— Mucho gusto Lauren Jauregui…  Le dije cortésmente

— Igualmente soy Gin el jefe de tu novia …  Él también inclinó la cabeza.

— Buen trabajo Cabello… nos vemos mañana en la corte . Ella afirmó con la cabeza y antes de que pudiera besarla de nuevo fuimos interrumpidas por todas sus compañeras de trabajo.

Camila nos presentó y después les contó brevemente todo lo ocurrido sin soltar mi mano, se veía radiante y completamente feliz, bastante agitada y emocionada por sus descubrimientos, respondió todas las dudas del equipo y después de ponerse al día de lo ocurrido en la oficina se Despidió de todas y comenzó a besarme suavemente.

Después de cargué su equipaje y salimos del aeropuerto, guardamos las maletas en la cajuela y le ofrecimos sus llaves pero ella negoció con la cabeza.

— Conduce tú cielo, por favor…  Abrí las puertas y nos subimos al auto

— Estoy muerta… Se dejo caer con pesadez y entonces me percaté que tenía ojeras y se veía agotada

— Camz ¿Estás bien? . Afirmó con la cabeza y cerró los ojos, sonreía ya tientas buscó mi mano

— Solo estoy agotada…

— ¿Por qué?

— ¡Ahh! crees que me fui de vacaciones. Abró un ojo con dificultad

— Estuve trabajando todo el tiempo…  Me dijo con un suspiro

— Pero todo fue un éxito . Me acerqué y le incliné el asiento hasta que quedó totalmente en horizontal

— Entonces duerme…  Besé su mejilla con cariño y le quité las zapatillas. Camila me sonríe agradecida y sin más cerró los ojos para caer profundamente dormida.