MARCA

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―Hola ­­­­­­­­­­― = ­­diálogo

«Que habrá de comer» = pensamiento

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Con el sol ascendiendo en el horizonte, un nuevo día nacía en Dragón Stone. En ese preciso momento, Finn descendía las escaleras de la posada con un propósito claro en mente: desayunar y obtener las direcciones para llegar a la iglesia. Una cálida sonrisa iluminó su rostro mientras saludaba a la misma chica que le había atendido en el mostrador la noche anterior.

―¡Buenos días! ―saludó con amabilidad, recordando la hospitalidad que había recibido. Luego, con cortesía, planteó su pregunta. ―¿Sabes cuándo servirán el desayuno? ― inquirió con un brillo de anticipación en los ojos.

La joven detrás del mostrador, reconociéndolo de su visita anterior, le devolvió la sonrisa. ―El desayuno estará disponible después del servicio en la iglesia, como de costumbre. ¿Tienes planes de ir a la iglesia esta mañana?

Asintiendo, Finn agradeció a la chica por la información y, sintiéndose en confianza, decidió ir un paso más allá. ―Exactamente, voy a asistir a la iglesia. ¿Podrías indicarme cómo llegar a la iglesia más cercana?

La amable joven asintió y comenzó a darle direcciones detalladas. ―La iglesia más cercana está en el Distrito 4. Toma el camino principal hacia el este, cruza el puente sobre el río y sigue recto hasta que veas una plaza con una gran fuente. Allí, gira a la izquierda y sigue por esa calle durante tres cuadras. La iglesia estará a tu derecha, no puedes perdértela.

Agradecido por su ayuda, Finn asintió nuevamente y se despidió de la amable chica. ―¡Gracias! Hoy tengo algunas cosas que hacer en la iglesia. ¡Hasta luego!

Con un sentido de determinación y una dirección clara, Finn partió de la posada hacia la iglesia, ansioso por lo que el día tenía reservado para él.

Finn, con los ojos llenos de asombro, se encontraba inmerso en un mundo completamente nuevo. Ya no solo era la hermosa arquitectura que lo rodeaba, sino también la visión de una multitud de seres humanos viviendo sus vidas cotidianas. En su mundo natal, existían otros humanos aparte de él, pero eran ajenos y extraños, no se parecían en casi nada a él. Vestían prendas extrañas y sus modos de vida eran... diferentes. No sentía desprecio por las personas consideradas débiles; después de todo, él era un defensor del débil e indefenso. Sin embargo, su propia raza lo había decepcionado, y estaba empezando a encontrar aquí lo que había buscado cuando viajó a la isla fundadora: humanos como él, fuertes y valientes.

Mientras avanzaba por las calles, observaba con admiración a los habitantes de Dragón Stone, gente de estatura similar a la suya. Este lugar lo encantaba. El simple hecho de estar rodeado de personas con quienes podía identificarse y que compartían su espíritu le llenaba de gratitud. Las calles estaban llenas de vida, y Finn se sintió revitalizado por el dinamismo de la ciudad.

A medida que avanzaba por las calles del Distrito 4, finalmente llegó frente a la iglesia. Era una impresionante estructura de piedra blanca con detalles de dragones esculpidos en cada columna y arco, como guardianes protectores de la fe. Las enormes puertas de ébano se abrieron majestuosamente, permitiendo la entrada a la multitud que había acudido para el servicio. El interior de la iglesia estaba bañado por la luz de cristales de vidriera que pintaban el suelo de un caleidoscopio de colores, creando un ambiente cálido y celestial.

Finn sintió que estaba en el lugar adecuado, donde encontraría las respuestas que había buscado. Con determinación, cruzó el umbral de la iglesia, listo para descubrir más sobre la misteriosa marca de dragón en su brazo y pecho.

El Viaje del EquilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora