Capítulo 15 - Criaturas Marinas

28 6 0
                                    

Viktor Krum sería el primero en enfrentarse a la segunda prueba del torneo de los tres magos.

Al ser un desafío acuático, Viktor utilizó un encantamiento para transformar sus pies en aletas y así nadar a gran velocidad.

De igual forma, por medio de una poción logró tomar características de anfibio para poder respirar debajo del agua.

Con un estruendoso sonido de cañón dio inicio la prueba. Viktor comenzó a nadar a baja velocidad explorando los alrededores. Parecía un camino tranquilo, por lo que empezó a nadar cada vez más rápido.

Al incrementar su velocidad, empezó a acercarse a él un grupo de criaturas en forma de langostas que en unos segundos lo tenían rodeado. Lo curioso era que las langostas sólo lo acompañaban rodeándolo, sin acercarse de más a él.

Viktor aceleró para alejarse de ellas y las criaturas parecieron molestarse, por lo cual empezaron a atacarlo. Ante esto, empezó a lanzar hechizos para dispersarlas, pero las langostas arremetían con más y más fuerza.

Viktor vio a algunas de ellas de cerca y entendió que no se trataba de langostas comunes, sino de Mackled Malaclaw. El problema con los Malaclaw, es que una mordida de éstas tenía el poder de generar un largo periodo de mala suerte para la víctima. Y Viktor necesitaba toda la suerte posible si quería ganar el torneo.

Tras recibir varios rasguños y con un esfuerzo visible, Viktor logró deshabilitar a las Malaclaw con un poderoso hechizo aturdidor.

Apenas se había quitado de encima a las langostas cuando vio que a lo lejos se acercaba a toda velocidad una furiosa serpiente de mar.

La serpiente lo embistió con gran violencia y Viktor apenas pudo esquivarla en un par de ocasiones. Pero a la tercera, recibió un duro golpe que casi lo hizo desfallecer, soltando su varita.

Al verlo indefenso, la serpiente lo enredó con su cuerpo y empezó a asfixiarlo.

Viéndose en gran peligro, Viktor no tuvo otra opción. Logró mover su mano derecha para alcanzar una varita de repuesto que traía en su ropa. De un golpe, Viktor generó un violento hechizo de espada con el cual cortó en dos a la serpiente marina. Viéndola caer muerta, el campeón de Durmstrang quedaba libre para seguir su camino.

A lo lejos, Viktor vislumbró la meta, pero también a su último adversario, un Hipocampo. Pero no un hipocampo cualquiera, sino un raro hipocampo que ostentaba un filoso cuerno en la frente.

Viktor ya casi no tenía fuerzas, por lo que, teniendo tan cerca la meta, apostó por la velocidad.

Nadó lo más rápido que pudo tratando de rodear al hipocampo, pero éste lo embistió de costado.

Casi llegando a la línea de meta, hipocampo incrustó ferozmente su cuerno en el brazo extendido de Viktor Krum, quien gritó con tal fuerza que su lamento se escuchó hasta la superficie.

El dolor lo hizo quedar totalmente inconsciente, pero de inmediato varios aurores lo sacaron del agua y el Hipocampo se marchó.

Con su último esfuerzo, los dedos de Viktor habían logrado cruzar la meta.

-Estará bien -dijo Dumbledore al verlo en la superficie, con cierta preocupación. -Llévenlo con Madame Pomfrey.

A pesar terminar inconsciente y ensangrentado, Viktor Krum había salido triunfador de su desafío.


El Sacrificio de JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora