-¡Criaturas Fantásticas! -dijo Draco sorprendido al leer el pergamino que Hermione puso frente su desayuno.
Draco se encontraba en el gran comedor cuando la llegada de Hermione lo tomó por sorpresa.
-Continúa leyendo, no lo había abierto, quiero que lo descubramos juntos... -dijo Hermione.
Draco prosiguió con la lectura.
-Los tres campeones serán sorteados y asignados a una prueba particular. El primer campeón se enfrentará a una prueba acuática. El segundo campeón a una prueba aérea y el tercero a una prueba terrestre. Cada participante empezará en un punto y tendrá que hacer un recorrido para llegar a la meta. Sin embargo, en el camino se enfrentará a un grupo de criaturas que intentarán interponerse
Hermione se sintió atrapada. Nunca le había gustado la idea de lastimar a otros seres y entendía que en esta ocasión, quizá debería hacerlo para sobrevivir,
Draco, conociendo como nadie a Hermione, la abrazó mientras le susurraba al oído:
-Nadie saldrá herido, encontraremos la manera.
Hermione se sintió arropada. Sólo Draco podía proporcionarle esa seguridad que en ocasiones ella no podía encontrar en sí misma.
-Sobre lo que pasó ayer... -murmuró Hermione.
-No tienes nada que explicar -replicó Draco.
La miró mientras sonreía y Hermione se perdió por un momento en sus ojos grises.
De pronto experimentó una necesidad incontrolable de sentir a Draco, no entendía muy bien lo que estaba pasando.
Ese momento de conexión sería interrumpido por Peeves, quien irrumpió en el comedor persiguiendo con una cuchara a Ron Weasley.
Hermione y Draco se separaron y se limitaron a reír ante la cómica escena.
Por la tarde, se realizó el sorteo de los campeones.
El primer nombre en salir fue el de Viktor Krum, quien tendría que enfrentar la prueba acuática.
La prueba aérea quedaría en manos de Harry Potter, por lo que Hermione tendría que sobrevivir a las bestias terrestres.
Los participantes tendrían dos días para prepararse.
El tablero estaba colocado para la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos.
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El Sacrificio de James
FantastikCuando Lord Voldemort atacó la casa de los Potter para asesinar al bebé Harry, James y los Merodeadores montaron una última defensa. Lo que se generó a partir de ese momento cambió la historia completa del mundo mágico.
